jueves, 19 de noviembre de 2015

Danza de dólares, economistas y dudas


Danza de dólares, economistas y dudas

En Foco
Apenas pasada la elección, el oficialismo recurrió a la vieja ortodoxia: subió las tasas y cerró el grifo de dólares. Los mercados intentan anticiparse al cambio de gobierno, mientras circulan nombres para Economía.

Casi como acto reflejo, el balotaje abrió un período de incertidumbre política y el Gobierno redobló sus esfuerzos para contener al dólar.
Habían trascurrido menos de 48 horas de la elección del domingo y el Banco Central ya estaba subiendo al 30% anual las tasas de interés, restringiendo la venta de dólares a los importadores y exigiéndoles a las compañías de seguro que traigan algunos dólares.
Por definición, el balotaje genera dudas pero en materia económica generó una certeza: Cristina Fernández de Kirchner dejará al Banco Central vacío de dólares “reales” más allá de la cosmética que pueda aplicarle al dato de las reservas, que hoy las ubica en US$ 27.000 millones.
Los mercados hacen números y calculan que si el Central sigue vendiendo a razón de US$ 100 millones diarios, además de tener que afrontar compromisos desde ahora hasta fin de año por US$ 1.700 millones, las reservas “netas reales” a fin de año podrían llegar a ser negativas.
Alejando Vanoli, titular del Banco Central, soñaba la semana pasada con que a partir del lunes, si Daniel Scioli hubiese ganado en primera vuelta, serían Silvina Batakis o Miguel Bein (candidata a ministra de la Nación y asesor del gobernador) quienes lo ayudarían en la estrategia de “sentarse” sobre las reservas para estirar la vigencia del evidente atraso del precio del dólar oficial.
Sus expectativa no se cumplió y no tuvo otra posibilidad que recurrir a la vieja ortodoxia denostada por el kirchnerismo de subir las tasas y cerrar el grifo de dólares para resistir las semanas que median hasta el cambio de gobierno.
Esa táctica se complementó con una venta masiva de dólares a futuro a un precio bajo que puso a Vanoli en el ojo de la Justicia a partir de una denuncia del economista Alfonso Prat Gay, quien alertó sobre el gigantesco seguro de cambio que le está ofreciendo el Central a bancos, empresas y particulares.
El Central convalida la venta de dólares a marzo a un precio de $ 10,80 para un dólar oficial que ayer estaba en $ 9,55.
En otras palabras, Vanoli vende dólares suponiendo que de acá a marzo la suba del oficial será de 13% mientras que hay una apuesta fuerte de muchos operadores a que la solución del atraso cambiario que deja el Gobierno demandará una modificación cambiaria mayor.
Vanoli, en realidad, no vende dólares sino que compensará con pesos la diferencia entre la cotización que tenga el dólar en marzo y los mencionados $ 10,80.
El problema es que resulta tal la cantidad de compra de cobertura que esos contratos pueden demandar el desembolso de la friolera de $ 100.000 millones, una montaña de pesos y emisión generada al calor de la decisión de un funcionario.
Daniel Scioli dijo que Vanoli seguiría en el Central en caso de llegar a la presidencia. Seguramente en Reconquista al 200 deben estar prendiendo velas.
Mientras tanto, en el macrismo se desató una danza de nombres en la carrera para cubrir cargos ante una eventual presidencia de su candidato.
En lo que hace al área económica, se confirman los tres que venían trabajando en Cambiemos (Alfonso Prat Gay, Rogelio Frigerio y Carlos Melconian), pero Frigerio correría con ventaja.
Interesado por el desarrollo y las economías regionales (creó la consultora Economía &Regiones), el actual presidente del Banco Ciudad tiene, además de una relación de confianza con el líder del PRO, un perfil de diálogo que lo haría prevalecer sobre sus competidores.
Pero, con el triunfo de María Eugenia Vidal en Buenos Aires, el PRO se encuentra frente a la particularidad de que su inquietud no sería la cantidad de cargos, sino lograr gente idónea para cubrirlos.
Sea Batakis o Frigerio quien esté al frente del Ministerio de Economía en diciembre, las acciones de corto plazo estarían orientadas a conseguir que productores y exportadores liquiden los más de US$ 6.000 millones retenidos en granos de la campaña agrícola 2014/2015.
Difícilmente alguna acción del actual gobierno pueda forzar la liquidación de esas divisas. Y el que venga las necesitará en forma acelerada.
A contar por la suba que ayer tuvieron los bonos y las acciones de empresas argentinas acá y en Nueva York, los mercados intentarían anticiparse a lo que creen un camino más acelerado hacia la corrección de las variables económicas que están más desequilibradas.
Atraso del dólar, creciente déficit fiscal, fuerte emisión monetaria, pérdida de competitividad de las economías regionales, cobro de impuestos a las exportaciones de granos en tiempos de retraso cambiario, elevados subsidios a los consumos de luz, gas y transporte a usuarios de Capital y GBA, deuda en cesación de pagos para una porción de bonistas e imposibilidad de salir al mercado de capitales a buscar financiamiento a una tasa razonable. Esos son algunos de los desequilibrios más fuertes del momento económico que deberá atender desde el comienzo el próximo gobierno.
En los bancos de prueba cambiaria del sciolismo y el macrismo se ensayan modelos con dólares de $ 11, $ 12, $ 13, y si las supuestas correcciones deben aplicarse de una vez o en forma escalonada y gradual.
Las discusiones y los ensayos están lejos de llegar a una conclusión terminante pero sí conllevan una idea fuerza de trasfondo: ninguna modificación cambiaria podrá hacerse si, simultáneamente, no se gesta algún guiño de acompañamiento sindical que ayude a sobrellevar el impacto sobre los precios.
El tiempo político se concentra ahora en el balotaje del próximo 22 de noviembre. Hasta tanto, el Banco Central apretará las clavijas de la salida de dólares y los mercados intentarán anticiparse en función de las expectativas que vayan surgiendo.

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