lunes, 27 de junio de 2016

Policías, los únicos que dispararon: pobladores de Nochixtlán

Policías, los únicos que dispararon: pobladores de Nochixtlán

"La violencia vino por parte de la Policía Federal", sentencia el alcalde electo.
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Foto: Cortesía a AN
Las campanas repicaron muy temprano el domingo en Asunción Nochixtlán. No eran los tradicionales llamados a misa porque estos ya los habían escuchado antes de las 8 AM. Los repiques se acompañaron de un mensaje en el altavoz de la parroquia. El de la voz pedía el auxilio de médicos o personas que supieran de primeros auxilios porque había gente herida por un enfrentamiento a un par de kilómetros del centro, donde está la iglesia; justo donde sabían que estaba un bloqueo por parte de maestros, en la carretera, al lado del panteón municipal.
Rosa, mujer menudita, cabello chino alborotado, sabía algo de eso y atendió el llamado.
Los recuerdos de aquel día, 19 de junio, le humedecen los ojos. Se detiene sobre un muro como si necesitara apoyo para contarlo. Ella recuerda el momento en el que el atrio comenzó a llenarse de heridos:
“Estuvimos atendiendo, apoyando, llegaron ahí, con cada médico estuvo un enfermero para que hubiera orden… apoyábamos con heridas, a lavar, a coser, la doctora tuvo heridas que cosió de bala, que pues se tuvieron que trasladar a otras ciudades por lo mismo, porque no teníamos el equipo necesario y las condiciones de higiene y de todo para llevar a cabo una cuestión de salud. Pero sí atendimos a varios, llegaron quemados por el gas, llegaron con proyectil y golpeados, quebrados de la cabeza…”
“Fueron a atacar el pueblo. Eso fue lo que enfureció a la gente, no tanto el problema de los maestros, sino que pues cayó gente herida, muertos, hubo mucha desolación”.
De pronto, lo inesperado, entre los heridos venían dos policías, un hombre y una mujer, con lesiones. Los pobladores en el atrio sugerían que no se les atendiera, pero los médicos y enfermeras, como Rosa, no hicieron la excepción:
“Los atendimos como a la gente, porque a pesar de que la gente estaba enfurecida y tenía el enojo contra ellos… nosotros no éramos iguales a ellos, ellos habían matado pero nosotros no podíamos dejar morir a alguien. Porque son gente, también ellos tenían familia, también ellos dejaron hijos con tal de seguir obedeciendo las órdenes del gobierno… tampoco podíamos comportarnos al nivel que ellos se pusieron, a ellos no les importó matar a familias, dejar a hijos sin padre… Dicen que los teníamos secuestrados y pues no, se retuvieron, pero también se les dio la recuperación, se atendieron, ya que se recuperaron les dieron pase para salir”.
Una médico, quien también estuvo en el atrio de la iglesia, relata lo vivido: “Rescataron a dos personas, policías federales… se les prestó la atención médica como a cualquier persona civil que se estaba atendiendo en ese momento”.
“Todos los heridos de bala que recibimos fueron gente de la comunidad… en los heridos no hay maestros”, comenta.
Para la médico, el domingo 19 vivió una “de las situaciones más difíciles que hemos pasado en la comunidad… la situación se salió de control. No es verdad que había personas infiltradas o personas de grupos guerrilleros… Nochixtlán es una población tranquila que se vio violentada por todos estos hechos”.
Y agrega un dato: “Hasta el momento no hay ninguna fotografía que constate que utilizaron armas alguna persona de la población, algún civil”. Y no, no la hay.
Josué, hermano de Rosa -quien participó en el enfrentamiento- menciona que “estaban atacando a los del pueblo, entonces nosotros no nos podíamos quedar con los brazos cruzados. Fue tanta la rabia al ver caer a la gente del pueblo que nosotros reaccionamos también”.
Sin decirle a su hermana -quien tiempo después estaría en el atrio recibiendo heridos- llegó hasta la zona del enfrentamiento. Los pobladores, asegura, sólo usaron cohetes, piedras y palos. Aunque intentaron hacer bombas molotov, dice que no pudieron.
“Nochixtlán no es un pueblo guerrillero. Nunca hubo una emboscada hacia los federales. No existe una imagen alguna que muestre que nosotros los del pueblo usamos armas contra ellos. En cambio hay muchos videos, muchas fotos, que ellos están usando armas contra nosotros”, cuenta el joven, quien grabó uno de esos videos.
El alcalde electo, Rubén Alcides Miguel, dice que entre las 9 y 9:30 de la mañana tuvo la “primera información” sobre un muerto.
“La gente del pueblo de manera solidaria se empieza a unir y empieza a acudir al lugar donde era el enfrentamiento y obviamente se suman los pobladores a la acción que se estaba llevando a cabo. Las armas que la gente de mi pueblo llevaba eran palos, garrotes, piedras, refrescos inclusive para minimizar el efecto del gas lacrimógeno. Entonces ahí es donde empieza el enfrentamiento más fuerte. ¿Qué pasó allá? Al ver que se estaban sumando más pobladores a la gente que ya estaba ahí, pues los policías empezaron a ser rebasados en número. Los policías en un primer momento replegaron de la carretera donde estaba el bloqueo hacia el centro donde está el municipio, empezaron a replegar a la gente, cuando se empezó a sumar la gente del pueblo, las cosas cambian: ahora los del municipio, los pobladores empezaron a replegar a la Policía Federal. Había un tráiler de pollos, al que los mismos policías federales le prendieron fuego, para contener un poco a la multitud que se le venía a ellos, porque ellos empezaron a replegarse ahora hacia la carretera”, detalla, al igual que el resto, a Aristegui Noticias.
Al verse superados en número, los disparos fueron más frecuentes, “con mayor intensidad” e incluso tuvieron que utilizar helicópteros, “esa fue la parte del operativo más fuerte”.
“Cuando empezaron a matar gente del pueblo, fue que la gente se unió para atacar a los policías federales que respondieron con armas de fuego”, acota el político, quien contabiliza más de cien pobladores heridos y no medio centenar como indicó el gobierno federal.
“El gobierno federal dice que no llevaban armas. Eso no es cierto, porque desde un principio llevaban armas y el desalojo así fue. Hablan de que duró más o menos 3 horas. No es cierto. Empezó 7:30 y terminó como a las 4-5 de la tarde… cuando los pobladores replegaron a la Policía Federal e hicieron que prácticamente se fueran de Nochixtlán”.
Hasta el viernes 24, día de la entrevista, Rubén Alcides dice que no han recibido ningún apoyo del gobierno estatal ni del federal, pese a que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se comprometió a ayudar a las familias de las víctimas.
Uno de los fallecidos, Jesús Cadena Sánchez, de 19 años, trabajó en la campaña de Alcides Miguel, quien abanderó al PSD y venció al PRI en Nochixtlán.
Jesús “recibió una bala de la policía federal, diez centímetros arriba de sus genitales, murió al instante, le floreó los intestinos y toda esa parte”, narra el alcalde elegido el pasado 5 de junio.
Desde el 19, Nochixtlán es otro, aunque sigan repicando las campanas.

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