La defensa y proteccion de los Acuerdos de paz de Cartagena requiere una accion agil y urgente de las partes involucradas.
Hay
que profundizar la accion de masas en defensa de la paz, con tomas
agrarias, indigenas y afros de los grandes centros urbanos del pais, en
esta primera quincena del mes de octubre
Hay que consolidar el Cese bilateral del fuego y hostilidades aplicando de inmediato los protocolos correspondientes.
La
política vive de contragolpes. De maniobras sorpresivas. Quien esté
involucrado en dicho mundo sabe a qué atenerse y construye sus propias
estrategias para alcanzar unos objetivos concretos en la disputa por el
poder para materializar determinadas ideas.
Tengase en cuenta para ilustrar esta afirmacion lo ocurrido con el plebiscito del pasado 2 de octubre.
Gramsci,
en un modelo que comparto plenamente, decía que se pueden encontrar en
el arte de la política dos tipos de estrategia: la guerra de movimientos
como lucha frontal y armada para la conquista directa del poder y la
guerra de posiciones, o de trincheras, si se quiere, como una lucha
hegemónica para ganar posiciones.
En
gran medida, las conversaciones de paz entre el gobierno de Santos y
las Farc, nos han dibujado un gradual tránsito hacia la guerra de
posiciones, hacia la lucha de trincheras contra hegemónica.
El
transito no luce pacífico y tendrá muchos traumatismos, pues la
ultraderecha más retrograda pretenderá hacer prevalecer sus posturas
intransigentes.
Esa es la conducta
normal de tales facciones políticas. Mírese sino a España, en la actual
coyuntura, con el bloqueo e interinidad institucional provocada por
Mariano Rajoy y el Partido Popular. Su rechazo a las demandas de cambio
planteadas por los indignados y Podemos son de una ferocidad implacable.
No ahorran recurso para obstaculizar los cambios urgentes en el Estado y
la sociedad.
En nuestro caso,
superar el atascamiento generado por los resultados del plebiscito,
implica comprometer mucho tino y olfato por las partes comprometidas en
la construcción del Acuerdo de paz de Cartagena. Nada de dogmatismos y
rigideces que afecten las salidas adecuadas. Mucha iniciativa,
flexibilidad y resiliencia.
Uribe y
su bloque reaccionario, trabajan para destruir lo avanzado y consolidar
su estrategia de regreso a la cabeza de la Presidencia de la Republica.
Su plan es convertir los consensos de La Habana en otro caballito de
batalla de una campaña electoral prematura. En igual sentido se mueven
Vargas Lleras y Ordoñez, estimulados por la idea de llegar, en el 2018, a
la Casa de Nariño.
Es lo que obliga
a los otros actores a definir rutas de protección de la paz. Hay que
actuar con celeridad y rapidez, adoptando los esquemas correspondientes.
Claro está, sobre la premisa de escuchar las inquietudes de los
opositores, a las diversas tendencias que promovieron el No en las
votaciones del 2 de octubre, sin dilaciones y debates desgastantes.
Debe
haber un límite prudente y tomar las determinaciones necesarias que
partan del reconocimiento de la integralidad de los consensos de paz,
firmados por Santos en virtud de las facultades concedidas por las
votaciones que lo escogieron como Presidente de la Republica.
Hay salidas.
Santos
no ha perdido sus facultades constitucionales y legales, y las Farc se
han consolidado como un actor central del campo político para hacer
prevalecer las conquistas alcanzadas, que son las de una potente mayoría
social y agraria
Punto clave en
todo esto es la movilización de la sociedad civil. Están en curso
grandes acciones de masas como las protagonizadas en Bogotá, Medellín,
Cali, Armenia, pero se requiere la presencia contundente de los
campesinos, indígenas y afros con huelgas, paros, bloqueos de
autopistas, como las registradas hace unos meses con la Minga étnica.
Hay que reforzar las tomas agrarias de los grandes centros urbanos, previstas para esta primera quincena de octubre.
Hay
que comprometer a los educadores, a Fecode, a la CUT, a los
pensionados, a las organizaciones de mujeres, de desempleados y otras
manifestaciones del mundo popular y la multitud para que hagan sentir la
potencia de su compromiso con la paz.
Hay
que dar forma ya a una masiva resistencia civil contra la guerra y la
violencia promovida por la ultraderecha violenta, fascista y
paramilitar.
Entre tanto hay que afincar aspectos nodales de las negociaciones.
Me
refiero al Cese bilateral del Fuego y hostilidades, al funcionamiento
del Mecanismo tripartito de Verificación en el que participa la ONU y a
la revisión de la situación de las personas detenidas por sus vínculos
con las Farc.
Respecto del Cese
Bilateral del Fuego y Hostilidades deben las partes proceder con los
correspondientes Protocolos diseñados para hacer efectivo tal evento.
El
Señor Ministro de la Defensa, Doctor Luis Carlos Villegas, ha dicho que
ese es su compromiso y ha dado órdenes para que se avance en acciones
muy concretas. Eso es serio y responsable y merece el apoyo de la
sociedad.
Como parte del tratamiento de tal mecanismo, me permito hacer una relación de dichos protocolos.
Protocolo y Anexo del capítulo de Introducción del Acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo (CFHBD).
Dicho
Protocolo está integrado por las fases de planeamiento y ejecución, que
permite: el despliegue del Mecanismo de Monitoreo y Verificación
(MM&V) a nivel nacional, regional y local para que pueda realizar su
labor; la adaptación de los dispositivos en el terreno; el
funcionamiento de las 20 Zonas Veredales Transitorias de Normalización
(ZVTN) y los 7 Puntos Transitorios de Normalización (PTN) que se han
definido de común acuerdo.
Protocolo con las reglas que rigen el Cese al Fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.
Las
conductas que se describen en el mismo son el núcleo principal de la
actividad que tendrá el mecanismo de monitoreo y verificación
(MM&V). Son reglas que buscan evitar situaciones que pongan en
riesgo el cumplimiento del acuerdo de CFHBD. Son conductas que NO deben
ser realizadas, y que buscan que la población civil no sea afectada en
sus derechos.
El Gobierno Nacional y
las FARC-EP se comprometen a no realizar en virtud de dicho Protocolo
las siguientes acciones: 1. Entrar en contacto armado. 2. Impedir u
obstaculizar la labor del MM&V. 3. Ocultar información que sea
relevante para el funcionamiento del MM&V y la implementación del
acuerdo del CFHBD. 4. Desplegar unidades armadas y personal no
autorizado en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) –
Puntos Transitorios de Normalización (PTN) y Zonas de Seguridad (ZS),
bajo las condiciones definidas en el Acuerdo del CFHBD. 5. Adelantar
acciones que impidan la protección o asistencia humanitaria. 6. Utilizar
lenguaje difamatorio por cualquier medio. 7. Ejecutar actos de
violencia o cualquier amenaza que ponga en riesgo la vida e integridad
personal contra la población civil, especialmente aquellos por razón de
género. 8. Realizar acciones que atenten contra la integridad física o
moral de la contraparte. 9. Realizar acciones que vayan en contra de la
integridad y seguridad física del personal que conforma el MM&V. 10.
Interferir en la labor del CI-MM&V frente a los procedimientos
técnicos de registro, identificación, monitoreo y verificación de la
tenencia, recolección, almacenamiento, extracción y disposición final
del armamento de las FARC-EP. 11. Usar las Rutas de Desplazamiento, la
adecuación de los dispositivos en el terreno, las ZVTN, los PTN y las
Zonas de Seguridad para fines o propósitos diferentes a los acordados en
el marco del CFHBD. 12. Transgredir los acuerdos y protocolos
relacionados con el ingreso y salida de las ZVTN y los PTN. 13. Hacer
presencia temporal ó permanente en las zonas de seguridad delimitadas
previamente de común acuerdo. 14. Transgredir los compromisos adquiridos
en el Acuerdo sobre CFHBD. 15. Afectar los derechos y libertades de la
población civil. 16. La Fuerza Pública mantendrá el cumplimiento de la
Ley y en especial de la sentencia –T-455 de 2014- de la Corte
Constitucional sobre la incorporación de integrantes a sus filas; y por
su parte las FARCEP no incorporará nuevos hombres y mujeres en sus filas
(guerrillas y milicias).
El
Gobierno Nacional se compromete a NO realizar en virtud del Protocolo
las siguientes acciones: 1. Tener trato discriminatorio con el personal
objeto de este acuerdo. 2. Diseñar, planear y ejecutar vuelos militares,
por debajo de 5.000 pies de los niveles de vuelo. 3. Diseñar, planear y
ejecutar operaciones de acción ofensiva contra los integrantes de las
FARC-EP (guerrilla – milicias) que se encuentren en cumplimiento del
acuerdo de CFHBD. 4. Controlar el suministro de alimentos y medicamentos
destinados a las áreas definidas en las ZVTN y los PTN. 5. Afectar o
dañar las instalaciones adecuadas en las ZVTN y PTN. 6. Ingresar a las
ZVTN, PTN y a las franjas de seguridad sin informar o coordinar con el
MM&V. 7. Hacer propaganda hostil en contra de las FARC-EP. 8.
Obstaculizar el desplazamiento de los integrantes de las FARC-EP hacia
las ZVTN y los PTN. 9. Obstaculizar la atención médica a los integrantes
de las FARC-EP.
Las FARC-EP se
comprometen a NO realizar en virtud del Protocolo las siguientes
acciones: 1. Hacer presencia armada y uniformada en cualquier lugar
diferente a los campamentos. 2. Salir de las ZVTN o de los PTN sin
cumplir los procedimientos acordados en materia de seguridad para los
desplazamientos. 3. Adquirir, fabricar, portar o transportar armas
municiones y explosivos no autorizados en el acuerdo del CFHBD. 4.
Interferir en el normal desarrollo de las funciones de las autoridades
civiles, militares y de policía. 5. Cometer actos de destrucción o de
daño material, de las obras e instalaciones, infraestructura,
instalaciones gubernamentales y de la Fuerza Pública. 6. Realizar
actividades ilícitas para la financiación de la organización. 7.
Incrementar su capacidad de combate. 8. Comercializar o preparar
depósitos clandestinos de armas y pertrechos. 9. Modificar sin
justificación la cantidad y relación de personas y armas autorizadas
para permanecer en los Campamentos. 10. Incumplir el procedimiento
técnico acordado de registro y almacenamiento de las armas
correspondiente a los y las integrantes de las FARC-EP que salen al
cumplimiento de las tareas del proceso de paz y de los y las integrantes
de esta organización asignados al MM&V.
Protocolo
del capítulo sobre el despliegue del Mecanismo de Monitoreo y
Verificación del Acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y
Definitivo (CFHBD).
Alistamiento y despliegue del Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese al fuego bilateral.
El
Gobierno Nacional y las FARC-EP, acordaron este protocolo que consigna
el cronograma para el alistamiento y el despliegue del MM&V del
CFHBD. Contempla la adecuación de las instalaciones, la capacitación del
personal, el acoplamiento de los equipos en las tres instancias y el
despliegue del MM&V.
Protocolo
del capítulo Monitoreo y Verificación: flujo de la información del
Acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo
(CFHBD).
Protocolo del capítulo de
Monitoreo y Verificación: Comunicaciones estratégicas del Acuerdo de
Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo (CFHBD).
Este
protocolo consigna un procedimiento uniforme sobre cómo optimizar las
acciones y productos de comunicación fruto de las actividades del
MM&V. El documento orienta esfuerzos hacia las principales
audiencias o públicos de interés: la población civil nacional e
internacional, las y los integrantes del Gobierno Nacional y de las
FARC-EP.
Protocolo del capítulo de
Monitoreo y Verificación: Observación y registro del Acuerdo de Cese al
Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo (CFHBD).
Objetivos
del monitoreo. La información tiene un papel determinante, la forma
como se obtiene, se acopia y se procesa es fundamental para el buen
desempeño del Mecanismo. Una información mal obtenida, con sesgos o que
genere baja confianza no tiene la calidad requerida para un efectivo
proceso de validación. Las tareas principales del monitoreo son la
observación, búsqueda, acopio y sistematización de la información
relacionada con hechos que constituyan una violación del Acuerdo de
CFHBD, o que representen una amenaza para el correcto cumplimiento del
mismo. Los monitores documentan hechos por iniciativa propia o tras
recibir una solicitud o denuncia de un hecho que se presume violatorio o
amenaza al Acuerdo de Cese bilateral del fuego.
Coordinación del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V) por parte del Componente Internacional.
Protocolo
del capítulo de Monitoreo y Verificación: Código de conducta para las y
los integrantes del Mecanismo de Verificación.
El
Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V) está integrado por
representantes del Gobierno Nacional, de las FARC-EP y de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), incluyendo observadores
internacionales, en particular de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y del Caribe. (CELAC). Para el Gobierno Nacional, para
las FARC-EP, y para la población colombiana, el MM&V es una garantía
de cumplimiento de los compromisos adquiridos en el Acuerdo de CFHBD.
La
composición tripartita del MM&V facilita la solución de
controversias e incidentes que puedan surgir en la implementación del
Acuerdo de CFHBD; y mediante la cooperación y buena comunicación entre
las y los integrantes del Mecanismo se fortalece la confianza entre la
ONU, Gobierno Nacional y las FARCEP para la consolidación del proceso de
paz. Teniendo en cuenta estas responsabilidades, los códigos de
conducta que cada parte del componente del MM&V aplica a sus
integrantes, deben llenar las expectativas que la población colombiana y
la comunidad internacional albergan acerca de nuestras acciones y
nuestro comportamiento.
De común
acuerdo se establece el siguiente código de conducta para las y los
integrantes de los tres componentes del MM&V así:
Protocolo
del capítulo de Monitoreo y Verificación: solución de controversias del
Acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo
(CFHBD).
Protocolo del capítulo de
Monitoreo y Verificación: mandato del MM&V del Acuerdo de Cese al
Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo (CFHBD).
El
Gobierno colombiano y las FARC-EP acuerdan constituir el Mecanismo de
Monitoreo y Verificación (MM&V) para el Cese al fuego y hostilidades
bilateral y definitivo (CFHBD), enmarcado en el “Acuerdo General para
la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y
duradera” del 26 de agosto de 2012 y en función de lo establecido en el
Acuerdo del Cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo y
Dejación de las armas. Su instalación se efectúa de acuerdo a las
condiciones definidas por el Gobierno Nacional y las FARC-EP. El
seguimiento al MM&V es acordado entre el Gobierno Nacional y las
FARC-EP.
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