martes, 11 de octubre de 2016

Salud mental, el eterno trauma del conflicto que Colombia no puede ignorar






En el Día Internacional de la Salud Mental el Comité Internacional de Cruz Roja recuerda que la atención inicial a las víctimas no solo es labor de funcionarios públicos y organizaciones, sino que todos podemos apoyar a alguien que necesite ayuda psicosocial.

Las víctimas también llevan las cicatrices de la violencia en la cabeza. Julia* describe esa sensación como si fuera ayer, a pesar de que han pasado 31 años desde que su hermano mayor desapareció en San José del Guaviare (sur de Colombia): "Uno no sabe si es mejor vivir o morir. Uno se desespera tanto que hasta los ánimos se pierden. Me sentía oprimida. Hasta me daba igual salir a la calle en chancletas, no me arreglaba para salir".
A eso se le suma la ansiedad de vivir en la misma zona de conflicto donde su familia sufrió tanto. Julia relata que, cuando desconocidos en la calle la miraban, temía que le fueran a hacer daño. "No tenía tranquilidad ni para comer. Pensaba: '¿Será que también vienen por mí? Hoy fue mi hermano, mañana seré yo'. No le deseo a nadie vivir con ese temor".
Ana vive en Buenaventura y comparte una experiencia similar. Su hijo murió mientras pescaba en un municipio cercano de la costa pacífica y, por error, el cuerpo fue entregado a otra familia. Tiempo después, su nuera falleció de cáncer.
Con dos hijos a la deriva, Ana toma las riendas de la familia pero queda con las secuelas psicológicas de haber perdido a dos seres queridos en corto tiempo.
Esta situación la llevó a acudir al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para recibir apoyo psicosocial, donde aprendió a lidiar con el dolor y a vivir con él sin desfallecer en el intento.
Así como Ana, en lo corrido de 2016, 699 personas han recibido apoyo psicosocial y de salud mental por parte de los equipos del CICR y la Cruz Roja Colombiana.
Usted también puede dar apoyo psicosocial
Cualquier persona puede brindar, por medio de tres etapas, un apoyo psicosocial básico que hace las veces de 'primeros auxilios' psicológicos.
Si usted decide asumir este papel y está frente a una víctima del conflicto armado, tenga en cuenta que uno de los momentos más difíciles es afrontar un trauma como la pérdida o desaparición de un ser querido o haber sufrido una agresión sexual, entre otras.
1. Ayude a que la persona afectada se desahogue y narre su experiencia. No la interrumpa.
Carolina Morales Soto, responsable de los programas de salud mental y apoyo psicosocial del CICR, explica que "a pesar de lo estresante que pueda resultar la prestación de un apoyo de esta clase, quien acuda a realizarla (ya sea funcionario público, familiar o líder comunitario, entre otros), debe evitar decirle a la víctima que no llore o que su situación va a mejorar, pues en muchos casos no será así".
Para Julia, tener esa orientación fue clave para superar el trauma. "Uno necesita desahogarse, tener a alguien para contarle todo con confianza. Uno tiene ese nudo ahí guardado y es importante que salga", dice.
2. Dígale a la persona que tiene que pensar en el presente y en las tareas que se debe realizar después del trauma (por ejemplo, organizar un funeral, visitar a un familiar, etc.).
Es importante que la víctima se sitúe en 'el ahora', pues una de las razones de que el sufrimiento se extienda radica en analizar demasiado el futuro y las consecuencias que el evento traumático tendrá en los próximos años.
"Las víctimas que han perdido a un ser querido necesitan apoyo y acompañamiento, pero son ellas quienes deben solicitar apoyo al Estado y conseguir servicios funerario. Esto les va a permitir entender y aceptar con los pies en la tierra lo que está sucediendo", afirma Carolina.
3. Haga seguimiento y verifique que el estado psicológico de la víctima se haya estabilizado. Esto evita la dependencia emocional en la persona que da apoyo.
Julia asegura que antes de recibir ayuda psicosocial, no tenía a quién contarle lo que le pasaba por la cabeza. "Puede deshacerse de ese nudo y dejarlo ahí. Hoy me siento bien... soy prácticamente nueva porque me di cuenta que mi familia me necesita", cuenta.
Vivir con el sufrimiento
Según un estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en 2014, el 80 por ciento de las víctimas del conflicto armado (al menos en el caso de los niños) no sufren de estrés postraumático y sí logran lidiar con el dolor. No olvidan pero pueden vivir con su sufrimiento.
Sin embargo, existe un 20 por ciento que tiene un trauma profundo en su vida. "Sufren de un modo que la situación cambia por completo la manera en la que viven a diario", dice Carolina. Por eso, según ella, es importante diferenciar la ruta de atención y que las entidades encargadas de atender a víctimas reconozcan en esa primera etapa a qué grupo (entre los que hansufrido traumas profundos o no) se están enfrentando.
Nuestro trabajo en salud mental
Entre enero a agosto de este año, 699 víctimas han acudido al equipo del CICR y la Cruz Roja Colombiana para recibir servicios de salud mental y apoyo psicosocial.
Este año, las ciudades con mayor número de casos atendidos por casos relacionados con salud mental fueron Buenaventura, con 44 y Pasto con 39.
En un trabajo conjunto con la Cruz Roja Colombiana, este año hemos capacitado a 1.737 personas en temas relacionados con pautas de atención a víctimas y de salud mental, autocuidado y violencia sexual.
*Nombres cambiados para proteger la identidad de las víctimas

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