Cumbre climática COP22: hora de actuar por el planeta
5/11/2016 8:53:00
Ana
Isan. Ecología Verde.- Aunque el primer acuerdo que ha reunido a todo
el mundo contra el calentamiento global se adoptó hace casi un año es
ahora cuando ha llegado la hora de actuar. Su entrada en vigor
significará el comienzo de un camino para su efectiva aplicación de
forma paulatina, coincidiendo con la próxima cumbre climática, que se
celebrará del 7 al 18 de noviembre.Comenzará, por lo tanto, a partir del próximo lunes, y será la 22ª reunión de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) con un claro objetivo: empezar a convertir las palabras en hechos.
O lo que es lo mismo, la COP22 continuará lo que se inició en la COP21 parisina, en la que se lograron avances históricos para frenar el cambio climático.
Seguirá siendo una reunión, y su papel tampoco es establecer un programa concreto, pues aún quedando grandes lagunas, haberlo haylo. Su orientación sí que será distinta, con un claro enfoque hacia la acción. La meta no será otra que llevar a cabo las prioridades recogidas en el Acuerdo de París.
La urgencia de actuar
El hecho de haber llegado a un acuerdo en la COP21 fue un tremendo avance, de eso no hay duda. Gracias a este hito en la lucha contra el calentamiento global la COP22 se inicia con la presencia de 94 países y más de 192 firmantes que ratificaron el conocido como Pacto de París.
No solo se logra un documento que sustituye al Protocolo de Kyoto, sino que se aspira a mucho más que aquel, y se consigue un apoyo casi global, que todavía necesita la ratificación de grandes emisores como Rusia, Australia y Japón.
Todo en apenas unos meses, superando de lejos las mejores expectativas. Más allá de acuerdo, quedó patente el deseo de actuar de forma urgente para limitar el calentamiento global, idealmente por debajo d elos 2 grados centígrados por encima del nivel preindustrial. Ahora, por lo tanto, la COP22 debe avanzar al respecto.
Seguir progresando en el acuerdo
“Es importante seguir con al dinámica de París y no limitarse a alegrarse por su entrada en vigor”, advierte Alden Meyer, científico de la organización Union of Concerned Scientists.
A tal respecto, se espera avanzar en muy distintas áreas. Puesto que el acuerdo se logró por consenso, todos los firmantes están de acuerdo con el documento, pero éste debe concretarse. Para tal fin, es necesario seguir llegando a acuerdos sobre numerosas disposiciones con el fin de que el acuerdo sea operativo.
Se debe progresar en multitud de áreas, algunas de ellas claves, como la definición de las reglas de transparencia para poder hacer un seguimiento de los compromisos nacionales o, por ejemplo, para determinar detalles sobre la presentación de las estrategias o la ayuda financiera a los países en desarrollo. Sin olvidar otras muchas: las relativas a la transferencia de tecnología, la adaptación, la atenuación, la transparencia, la creación de capacidad, las pérdidas y los daños y un largo etcétera.
Ayudar a los países vulnerables
Esta conferencia es “una oportunidad para poner las voces de los países más vulnerables frente a los cambios del clima, en particular los países africanos y estados insulares”, dice Salaheddine Mezouar, Presidente de la COP22.
Al tiempo que considera “urgente actuar ante estas cuestiones relacionadas con la estabilidad y la seguridad”, afirma que la COP22 debe ser una “conferencia de la acción”. Una acción que también pasa por animar a los países a caminar hacia la economía de bajo carbono mediante planes concretos.
De hecho, según consta en el acuerdo de París, los países firmantes deben desarrollar programas nacionales de adaptación. Sin embargo, sigue siendo un deseo, por lo que hay que empujar a ello. “Tenemos que animar a nuestros países a participar de una manera fuerte en los sectores relacionados con la economía verde para así aprovechar las oportunidades de crecimiento relacionadas con ellas”, dice Nizar Baraka, presidente del comité científico de la COP22.
En efecto, se busca cambiarlo todo para que nada cambie. Es decir, buscar ese modelo económico que posibilite el progreso, manteniendo los actuales modelos de desarrollo, sin que ello suponga seguir contaminando. En la práctica, las medidas concretas implican potenciar las tecnologías verdes mejorando su desarrollo y acceso.
No será un camino fácil, es algo sabido. Sin embargo, es un hecho que ante el desafío que plantea el cambio climático estamos condenados a entendernos, y sin demora. O, si se quiere, a seguir entendiéndonos, porque el primer paso está dado.
Recordemos que las anteriores reuniones climáticas, aquella primera veintena, hasta la COP21, fueron un rosario de fracasos. Sin embargo, todo pareció enderezarse de repente en la cumbre parisina. Y volvió el optimismo. Ahora, se apena a una necesaria solidaridad y espíritu de unión para seguir avanzando.
Para Driss El Yazami, líder de la Civil Society Activities, no todas las responsabilidades son iguales, del mismo modo que los efectos que tendrá el cambio climático también se caracterizarán por su desigualdad. Sin embargo, la reacción debe ser unánime.
Si los países no permanecen unidos, la batalla estará perdida de antemano.”Reencontrar el universalismo” de alguna manera es una necesidad, si queremos hacerle frente a la emergencia climática. El Acuerdo de París fue un gran esfuerzo, pero será en vano si no se aprovecha la COP22 para ponerlo en marcha.
El reto es ahora trazar una hoja de ruta global para que la acción climática realmente lo sea. Cumplir los compromisos será el único modo de limitar el aumento de las temperaturas globales, el gran objetivo.
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