jueves, 2 de febrero de 2017

LAS ONG´s, UN TRAMPOLÍN PARA DAR EL SALTO A LA POLÍTICA

LAS ONG´s, UN TRAMPOLÍN PARA DAR EL SALTO A LA POLÍTICA



La Fundaciones son organizadas por las grandes corporaciones sionistas, cuyo principal objetivo es la recaudación de fondos que nunca llegan a su destino, sino que acaban engrosando sus cuentas financieras. Lo voluntarios son un engranaje fundamental para seducir al público, y para muchos de ellos supone un rodaje previo a su integración en el sistema. En su curriculum aparecerá la prestigiosa experiencia del voluntariado, que les catapultará a poder trabajar en la administración, en instituciones privadas o en cargos políticos.

A eso se le llama ponerle una vela a Dios y otra al diablo
Cuando intentas ofrecerte para ayudar desinteresadamente descubres que estas organizaciones privadas son un coto reservado a los enchufados o quienes dan un perfil acorde con su sistema corporativo.

La gente entra ahí para obtener un palmarés político social que les permita prosperar y acceder a enriquecer un perfil como quien realiza oposiciones o masters para inflar su curriculum. No es que no haya “cierto” altruísmo, pero en el fondo que se va revelando con el tiempo, aparece la verdadera motivación de algunos voluntarios: el colocarse laboralmente. El voluntariado es una forma más de darse un caché “humanitario” para entrar en la nómina de cualquier institución, medio social y político.

Mira este chico/a, ha estudiado esto, pero es que además ha sido “voluntario”. Una nueva ralea de chupópteros del sistema disfrazados de buenistas que solo tienen el mismo adn de chupatintas. No sorprende ver lo bien que viven muchos de estos voluntarios pasados veinte años. Entran en un sistema de enchufismo, compadreo y amiguismo y puestos en lo público o organizaciones privadas que se nutren de lo público, las subvenciones y las ayudas.

Organizaciones privadas que la gente no sabe quien controla, como Cruz Roja, ACNUR, Médicos Sin Frontera y otras tantas son dirigidas por los mismos que dirigen ONGs como Amnistía Internacional (muy interesadas en promover campañas para recabar datos como el dni de gente que pasa a ficheros con los que trabajan teleoperadores de banca y otros servicios), y desde tipo religioso hasta de venta de ropa usada entregada en beneficiencia que luego clasifican y venden en otros países deprimidos.

La gente tiene el dilema: aunque no llegue, si no damos nada no llega nada. Es la mayor forma de estafa. Es la teoría del secuestrador: si no pagamos los matan.

Las prácticas políticas de estas Fundaciones privadas son arbitrariamente políticas y obedecen a las misma fortunas y corporaciones que controlan las finanzas y política internacional.


ACNUR fue denunciada ante la Corte Internacional en el 2005 por impedir el rescate de 9.000 cristianos pakistaníes en Tailandia. Evidentemente, como esto sucede muy lejos de Europa y EEUU la opinión pública y medios no tocan estos temas; dan igual, la cosa es ser voluntario en algún puesto de ACNUR, que ahora se instalan dentro de los hospitales de la Seguridad Social -que son propiedad pública- para molestar a gente enferma y sin mucho recursos a los que piden que se sangren para darles dinero para su fundación, con el consentimiento y colaboración de los directores de los hospitales públicos. Asociaciones contra el cáncer igualmente ofrecen un zumo y unas galletas a los paciente de cáncer en los centros de día esperando ablandar el bolsillo del enfermo a ver si les entrega un buen donativo conmocionado por la baratísima generosidad. Práctica inmorales. Todo este dinero de las donaciones entra en una cuenta bancaria y desaparece porque no llega ni el 10% de la recaudación a los destinos con los que promueven las campañas.

Una furgoneta de una tienda de ropa de segunda mano reco-
giendo la ropa donada en un contenedor de Cáritas. Ahora
diganme que soy un malpensado.
Investigar a asociaciones como ACNUR conlleva amenazas de muerte: el portavoz de la asociación Kris Janowski mostró en su día la preocupación de ACNUR por las sospechas de corrupción en el proceso de reasentamiento de refugiados, que es uno de los pilares del trabajo de esta organización junto a la repatriación y la integración local, en Africa Meridional. “La investigación «está siendo difícil y tensa» pues incluso se han recibido «amenazas de muerte», dijo el portavoz aunque no dio más detalles.

De los casos más escandalosos y lacerantes ha sido Haití. Nadie ha reconstruido el país después del terremoto, no ha llegado ni el 1% del dinero que venia principalmente de España y Europa recaudado a través de las televisiones y medios en los que tampoco pagan publicidad, ni espacios millonarios para otros.

“Ahondar en la Fundación Rockefeller (FR) y en su creador, John Davison Rockefeller, es comprobar el complejo juego de intereses contradictorios que están asociados a algunas obras filantrópicas internacionales, fundadas por empresarios multimillonarios, y a la propia complejidad de los actores envueltos en la historia de la salud mundial”.

“Ocho días después del terremoto que asoló la capital haitiana en enero de 2010 ACNUR se instaló en territorio dominicano la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)”. En nada ha cambiado la situación de penuria.

El paso del huracán Matthew en octubre del 2016 descargó 480 toneladas de provisiones, pero ayudan a ocultar el panorama dejado y no arreglado por el terremoto el 12 de enero del 2010. Las ayudas tampoco llegan con el huracán Matthew a los agricultores y tampoco se pagan.

60.800 haitianos continúan viviendo en campos de desplazados como Camp Cano, la mayoría en las proximidades de la capital

Camp Cano, uno de los campos de desplazados que se crearon en Haití tras el terremoto de 2010, sigue abierto y casi se ha convertido en un barrio más aunque con innumerables carencias


“No tenemos luz ni agua corriente. Tampoco hay hospitales, ni parques, ni escuelas”, dice Jonás Edeis, presidente del comité de vecinos. La aportación más evidente que ha supuesto la cooperación internacional ha sido el brote de cólera que ha matado a unas 10.000 personas e infectado a más de 800.000 desde que la enfermedad fue introducida en el río más caudaloso del país desde una base de efectivos de paz nepaleses de la ONU.

Nadie sabe a dónde ha ido a parara la billonaria ayuda enviada entre todos los países a Haití. Para muestra un ejemplo de la Federación de fútbol española:

Adivine el lector cuántas cabezas de directivos han rodado tras descubrirse
este escándalo. Efectivamente: el número habitual, aquí nadie tiene la culpa
de nada.

(Fuente: https://eladiofernandez.wordpress.com/)

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