Un opositor ruso murió tras permanecer dos meses en coma después de ser golpeado en la cabeza con una barra metálica, anunció  el activista Iliá Yashin en las redes sociales, en tanto continúa en muy grave estado la periodista crítica al gobierno que fue acuchillada este lunes, en un hecho con posibles motivaciones políticas.
“En Moscú fue asesinado el activista de la oposición democrática Alexey Stróganov. Un desconocido le golpeó en la cabeza con una barra metálica”, escribió Yashin en su página de Facebook. El opositor precisó que Stróganov murió el lunes sin haber recuperado el conocimiento después de “dos meses en coma” en un hospital de la capital rusa.
“Stróganov lideró durante muchos años el movimiento opositor Solidarnost y participó en la organización de las protestas masivas de 2011 y 2012”, las mayores desde la caída de la Unión Soviética, agregó. La oposición denunció que dos meses después del ataque las autoridades aún no profundizaron la investigación del caso.
Recientemente, otro activista, Nikolay Liaskin, asesor del líder de la oposición extraparlamentaria, Alexey Navalni, fue golpeado también con una barra metálica. Además, este lunes Tatiana Felgenhauer, conocida periodista de la emisora independiente “Eco de Moscú”, fue apuñalada en su lugar de trabajo por un ciudadano israelí que poco después fue arrestado y que si bien se atribuyó el ataque, aseguró que no quiso matarla.
La reportera de 32 años fue hospitalizada y tras ser intervenida tuvo que ser conectada respirador mecánico y puesta en coma inducido.
Algunos medios han considerado que el ataque a la subdirectora de “Eco de Moscú” se enmarca en una nueva campaña contra la oposición al mandatario Vladimir Putin (foto), cuando se acercan las elecciones presidenciales que se celebrarán el 18 de marzo próximo.
Sin embargo, el gobierno aseguró que la agresión fue obra de “un loco y no se puede interpretar de otro modo”, ante lo cual el Sindicato de Periodistas responsabilizó en un comunicado a la televisión estatal rusa por haberla acusado de ser agente del Departamento de Estado de Estados Unidos. Más contundente fue la Unión de Periodistas, que calificó el episodio como “un ataque directo contra la libertad de expresión”.
En julio pasado un tribunal ruso condenó a largas penas de cárcel a cinco chechenos, por matar en 2015 al prominente político liberal Boris Nemtsov, aunque sus familias y correligionarios consideran que no se hará justicia  hasta que se encuentre al que encargó el asesinato.