jueves, 6 de septiembre de 2018

Francia: Frente a los ataques gubernamentales, el mundo del trabajo debe responder


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Francia: Frente a los ataques gubernamentales, el mundo del trabajo debe responder


Por Francisco Ponzán
Macron y su gobierno, habitualmente tan arrogantes, hacen su reaparición con nerviosismo. Con el asunto Benalla, el crecimiento a media asta y una impopularidad record, tenían ya mucho trabajo por delante. Y de repente Nicolas Hulot dimite, forzando a Macron a una remodelación ministerial urgente.
El 9 de octubre, la CGT, FO, Solidaires, las organizaciones de pensionistas, de universitarios y de estudiantes de secundaria convocan una huelga y a manifestarse contra la política del gobierno.
Cuando escribimos esto, no conocemos la composición del nuevo gobierno. Pero ¿qué es lo que puede cambiar ?
Hulot  ha sido el aval  verde de un gobierno para el que la ecología solo es  una cuestión de marketing. Su dimisión es una confesión: en el sistema capitalista, los intereses de las empresas y los beneficios privados priman sobre el medio ambiente y la salud pública. Su relevo será también  incapaz  y cómplice de esta lógica siniestra.
Otro tema de nerviosismo: Macron no tenía muy claro lo que quería hacer respecto a la retención del impuesto en origen. Hace mucho que el Estado querría como en otros países, disponer directamente del impuesto, sin tener que  reclamarlo a los asalariados al año siguiente.
Pero resulta que  a partir del establecimiento de la reforma del 1º de enero próximo, el salario neto o la pensión de jubilación pagados cada mes a los trabajadores  que tienen que declarar  se reducirán en 50, 100 o 200 euros. ¡Esto no es lo que molesta a Macron! Lo que le fastidia es  que los asalariados  comprobarán, a ojos vistas, la debilidad de su salario real.  Dura tarea, intentar explicar lo inexplicable… Macron puede dar marcha atrás  a esta reforma más aun cuando los patronos no desean que sus trabajadores comprueben la debilidad de su salario real, e incluso puede que quieran por ello reclamar aumentos de sueldo.
Los asalariados no tienen ningún interés en la retención en origen: su situación financiera sería entonces más conocida por su patrón, cuando al contrario, ellos no saben nada de los ingresos de su empleador. Y retención en origen o no, el impuesto sobre los ingresos continuará siendo pagado por los trabajadores, mientras que el impuesto sobre las fortunas ha sido suprimido.
El gobierno va a continuar sirviendo a los intereses de los más ricos incluso si  eso le vuelve aun más impopular. La inflación  se dispara con más fuerza que antes, pero acaba de anunciar que los subsidios familiares, los subsidios a la vivienda y las pensiones de jubilación no serían ajustados  a los precios.  Mientras que en un año estos han aumentado un 2,3 %, los subsidios y las pensiones solo han aumentado un 0,3 %. Los jubilados, ya sacudidos por el alza del impuesto general a la Seguridad Social perderán varios cientos de euros de poder adquisitivo.
El gobierno ha  anunciado también la supresión de decenas de miles de empleos de funcionarios. Por otra parte, 260.00 empleos subvencionados han sido suprimidos ya en dos años, y el gobierno quiere recortar aun más sus efectivos. Todas estas  supresiones se traducirán en un incremento del número de  parados y deteriorarán todavía más los servicios útiles a la población.
Respecto al seguro de desempleo, la Patronal quiere disminuir las indemnizaciones y su duración,  y la ministra de Trabajo Muriel Pénicaud explicó que el gobierno “no tenía ningún tabú”, manera hipócrita de decir que quería reducirlos. Y el propio  Ministro Edouard Philippe la emprende contra las bajas por enfermedad, demasiadas según él.
Finalmente, el gobierno prepara una reforma de las jubilaciones, que aumentaría la duración de las cotizaciones y reduciría el montante de las pensiones.
Es la austeridad para los asalariados y los jubilados, pero para las empresas francesas, el dinero corre a raudales. En 2017, estas pagaron 44 mil millones de euros a sus accionistas, un record en Europa, ¡y un 24% más que en 2016!  Pocos trabajadores han conocidos semejantes aumentos. Y por una razón: estas sumas son directamente robadas de nuestro trabajo, para enriquecer a los que poseen el capital.
El 9 de octubre, la CGT; FO, Solidaires, las organizaciones de pensionistas, de universitarios y de estudiantes de secundaria convocan una huelga y a manifestarse contra la política del gobierno. Aun sabiendo que un solo día no basta para hacer retroceder al gobierno y a la patronal, ¡por supuesto que es necesario participar!
Los trabajadores no deben aceptar la bajada de salarios y de pensiones y el empeoramiento de sus condiciones de existencia. Ahora, en el momento de los buenos propósitos para el nuevo curso, frente a los ataques de la patronal y del gobierno,
¡Preparémonos  por fin para devolver los golpes!
Editorial de L.O.- Boletines de empresa del  3 de septiembre de 2018
Lutte Ouvrière
Traducción de Francisco  Ponzán

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