viernes, 12 de abril de 2013

Ángel Aguirre ante el fantasma del interinato, ¿karma? / Carlos Álvarez Acevedo

Ángel Aguirre ante el fantasma del interinato, ¿karma? / Carlos Álvarez Acevedo


Carlos Álvarez Acevedo
Twitter: @GuruPolitico
Parecerían dos años tirados a la basura por la ineficiencia y desgaste político al que se ha llegado. Ante las duras críticas de ciudadanos, periodistas y legisladores federales, el gobernador de Guerrero pidió que se le pregunte a sus gobernados que opinión tienen de él. ¿Qué nos pregunten a los guerrerenses lo que pensamos sobre el gobierno de Ángel Aguirre? Lo seguro es que muchos de los medios estén cooptados por el gobierno del oriundo de Ometepec, y no repliquen lo que opinamos la mayoría. Pero si preguntamos afuera de nuestras breves fronteras estatales, al interior del país, y en la capital de la República, sabremos bien porque tenemos una grave crisis económica debido a la falta de turismo e inversiones en Guerrero.

Los conocedores de la grave problemática de cuando un gobierno o un político determinado se enfrenta a una crisis, saben que la forma es fondo y que la comunicación es poder (parafraseando a Francis Bacon). Y que dentro de esta estructura comunicativa, la percepción es fundamental.

En una sociedad en red, como en la que vivimos actualmente, en donde los usuarios sociales denuestan continuamente en los medios electrónicos al mandatario estatal, y con la mayoría de los medios de comunicación masivos nacionales "percibiendo" diariamente que existe un vacío de poder en Guerrero, alineados en la idea de que el mismo se encuentra a un paso abismal del estado fallido, pues simplemente no se puede ocultar la "horrible" verdad, "ugly truth" dijeran los gringos.

El gobernador Aguirre no puede garantizar, número uno, paz y seguridad social a sus gobernados, número dos, mucho menos a los turistas, que representan el 70% de los ingresos privados de nuestra economía, y número tres, tampoco le puede garantizar a los inversionistas, o a los posibles inversionistas, que existirán garantías para que su dinero no se vaya a la basura por alguna marcha o por un bloqueo que ya se volvió una costumbre rutinaria, que agobia y ahorca nuestras principales ciudades. Ya ni hablemos de la inseguridad, la violencia y el cobro de cuota del crimen organizado, que ha rebasado a las autoridades en materia de seguridad.

Quizá llegó la hora de preguntarnos si los guerrerenses no nos equivocamos a la hora de votar en las elecciones de aquel mes de enero del año 2011, cuando creímos en un tahúr que nos vendió un proyecto populista que no tenía forma ni fondo, y mucho menos un techo presupuestal que soportara todos los desfalcos y excesos en los que ha incurrido el gobernador, sus familiares, sus socios y allegados.

Por lo pronto, los guerrerenses seguimos esperando un informe de gobierno de dos años, realista, responsable, pero sobre todo, transparente, que maneje cifras y montos, de todos los gastos, inversiones y deudas que se han realizado y adquirido. Conociéndolos, difícil que lo hagan, ¿no cree usted?

En 28 de junio del año 1995, el entonces Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero para el período 1993-1999, Rubén Figueroa Alcocer, tuvo la presunt aresponsabilidad en los hechos de la masacre de Aguas Blancas, ejecutada durante un operativo policiaco y en donde fuera implicado por numerosas organizaciones sociales como responsable de dicho multihomicidio.

Figueroa sólo había gobernado tres años, pero el grave hecho lo obligó a pedir licencia definitiva ante el Congreso del Estado para dejar el cargo y funciones de Gobernador, el 12 de marzo de 1996. Entonces, el Congreso de Guerrero designó a Ángel Aguirre Rivero como Gobernador Sustituto para completar el período.

Hoy, dieciocho años después, Ángel Heladio Aguirre Rivero enfrenta el fantasma del interinato. Ya se salvó cuando ordenó aquel 12 de diciembre de 2011, el operativo policiaco en el que fueron asesinados brutalmente dos jóvenes estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa. Hoy, las protestas sociales -justificadas o no- se le salen de los manos, fuera de control, propiciadas por su mala forma de gobernar. Los maestros cerraron el diálogo con él porque lo tachan de mentiroso y traidor, prometiéndoles una cosa, y haciendo otra. El karma, esa energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas, persigue a Ángel Aguirre... y está a punto de alcanzarlo.

*El contenido copiado ha sido publicado originalmente por GURUPOLITICO.COM

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