miércoles, 6 de noviembre de 2013

Razones y sinrazones de las críticas de EEUU a Alemania

Razones y sinrazones de las críticas de EEUU a Alemania

Razones y sinrazones de las críticas de EEUU a Alemania

EEUU critica en duros términos la política económica de Alemania, debido a que está desmesuradamente centrada en el estímulo de las exportaciones. A juicio de expertos norteamericanos, ello aumenta la carga sobre los países débiles de Europa, para los que resulta difícil incrementar su actividad económica.

Las discusiones en las filas de las potencias económicas no son ninguna novedad. Sin embargo, las críticas contra Berlín revisten, por primera vez, un carácter tan preciso, económicamente ensayado, y lo principal, “dirigido”.
El promotor de las críticas fue la Reserva Federal de EEUU, organización sumamente seria que, por lo general, arremete con ataques similares contra el expansionismo económico y comercial de China. Según los expertos de la primera, el Gobierno de Berlín aprovecha la crisis en Europa para incrementar sus exportaciones propias y, de esa manera, consolidar las posiciones en los mercados europeos. Los expertos estadounidenses exigieron en los hechos a Alemania que pase del expansionismo comercial a la intensificación de los gastos propios. En otras palabras, Berlín debe optar por los gastos a favor del Mediterráneo “problemático”. El Ministerio de Economía de Alemania rechazó ya las críticas de los norteamericanos declarando que, la política del país apunta justamente a la superación de la crisis europea y a la creación de bases reales, y no especulativas para el crecimiento económico.
El politólogo Hans-Henning Schredder, de la Fundación Ciencia y Política comenta así la causa verdadera de las críticas de EEUU:
En realidad, los norteamericanos y nuestros socios de la eurozona están inquietos por las elevadas exportaciones de Alemania. Aunque, en lo que respecta a EEUU, ello puede ser la reacción a la historia de las denuncias de espionaje, que llevaron a discusiones airadas en la sociedad alemana, y a menudo en tonos antiestadounidenses. Pienso que esta intervención norteamericana ha sido un método de autodefensa. Mientras que en Europa, todo es más complejo. La ventaja principal de la RFA consiste en que, en los años 2004-2005, en la era del canciller Guerhard Schroedder se llevó a cabo una serie de reformas resueltas del sistema y del mercado del trabajo. Ello ayudó a la economía alemana a reaccionar con flexibilidad ante las crisis y, a diferencia de Italia, de España y de Francia, a superarlas con menos pérdidas.
Las diferencias en la economía condujeron a los problemas políticos con los vecinos de la UE. Y sin embargo, esos países tendrán que llevar a cabo reformas e intensificar sus posiciones en la lucha competitiva, considera el politólogo alemán Hans-Henning Schredder. Ellos deben justamente ser más fuertes, y no Alemania, más débil: esa sería una “respuesta incorrecta”.
Sin embargo, las críticas de EEUU tienen algo de justo. En un informe reciente, el FMI criticaba también de manera sintomática la expansión económica exterior de Alemania en los mercados de Europa Central y del Este. Es evidente que a Washington no gusta mucho la situación cuando, la superación de la crisis global está demasiado “ligada” a la política de la atenuación cuantitativa del Sistema Federal de Reserva. En los últimos meses, los partes europeos han comprendido tradicionalmente no tanto el análisis de las medidas del Banco Central Europeo, como deliberaciones sobre las acciones, o la ausencia de ellas, de parte de la Reserva Federal.
Por otra parte, la política aplicada por el Sistema de Reserva Federal, de “atenuación cuantitativa”, suscita no menos interrogantes que las acciones de la Comisión Europea o del Banco Central Europeo. Ella se aplica no sólo y no tanto para estimular la producción, como en interés de las camarillas bancarias. Este juicio emitía a nuestra emisora Yuri Danilov, del Instituto de análisis de empresas y mercados de la Escuela Superior de Economía de Rusia:
Lo más probable es que se deba al lobby bancario, el que está interesado en que continúe circulando dinero “barato” en la economía, y sobre todo en el mercado financiero. Hoy en día, la camarilla bancaria pugna no por una nueva etapa de “atenuación cuantitativa”, sino porque se mantenga la situación existente el tiempo mayor posible.
Los datos difundidos por la agencia Pew Research Center evidencian que, el 69 % de los griegos consultados no consideran un error la introducción del euro. Y ello, no obstante los seis años de recesión, la caída del PIB en un 26 %, y la tasa de desempleo récord que llega actualmente al 27 %, apunta la publicación estadounidense The Wall Street Journal.
Por otra parte es evidente que, justamente los más de 200 mil millones de euros obtenidos por Grecia como ayuda financiera de la UE y del FMI, ayudaron en buena medida a evitar el escenario más trágico, confirmaba en entrevista con nuestra emisora Borís Rubtzov, profesor de la Academia de Finanzas de Rusia. El experto indicaba que, ser miembro de la eurozona reporta tanto indudables puntos a favor, como algunos aspectos en contra:
En esto resulta bastante difícil ser categórico. Pues, por una parte, la militancia en la eurozona impone al Estado ciertas obligaciones. Por otra parte, como constatamos una vez más, la asociación en la eurozona llevó a que se brindara a Grecia una ayuda muy sustancial por los otros miembros de la zona.
En tanto, en los mercados mundiales se mantiene una incertidumbre sintomática con respecto a las medidas ulteriores del Banco Central Europeo. “Esperamos que la institución explique pronto sus intenciones con respecto a los problemas de la deflación. Esperamos que en la reunión de diciembre sea tomada la decisión sobre una política crediticia y monetaria más flexible”, cita la Reuters la opinión de expertos de la compañía financiera británica Barclays Capital. De manera que, los europeos tendrán una vez más que armarse de paciencia.
sb/kg/er

Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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