En el escrito, el profesor, llamado William C. Bradford, declaraba que los periodistas y profesionales críticos con la “Guerra contra el Terror”emprendida por el gobierno norteamericano, constituyen una oposición“traidora” que debe ser sometida por la fuerza militar.
Según
el académico, EEUU debe tener el derecho de atacar a las personas que
critican sus operaciones militares, en concreto, profesionales,
juristas, periodistas y otras personas que propaguen ideas que se
opongan a la guerra.
William C. Bradford
Bradford
fue tan lejos como para publicar un extenso artículo académico en el
National Security Law Journal (una de las publicaciones académicas más
prestigiosas en el campo de la ley de seguridad nacional), que promueve
agresivamente la supresión de cualquier opinión disidente que se oponga a
la aplicación de la fuerza militar, las víctimas civiles, y la
ampliación de las operaciones militares en Oriente Medio.
Con el pretexto de que las víctimas serían “objetivos legítimos”, Bradford sostiene que “las
instalaciones de los colegios de abogados, las oficinas de las casas de
los eruditos y los medios de comunicación que los entrevisten”,
deben convertirse en objetivos militares para reprimir la disidencia.
Afirmó que la guerra contra el terrorismo debe ser ampliada, “incluso si esto significa una gran destrucción, bajas enemigas innumerables, y daños colaterales civiles”.
Sugirió, además, que los EE.UU. deben librar una “guerra total” contra el“islamismo”, usando “fuerza convencional, armas nucleares y operaciones psicológicas” para “dejarlos listos para que convivan con Occidente o ser erradicados por completo”
Dijo que “amenazar
los lugares santos islámicos podría disuadirlos, desacreditaría el
islamismo, y acabaría con la idea falsa de que la decadencia de
Occidente es inevitable”
A pesar de autodescribirse como un “profesor asociado de derecho, seguridad y estrategia nacional”,
un representante de la Universidad de Defensa Nacional ha tratado de
distanciarse de Bradford afirmando que no era parte de la plantilla,
sino más bien un profesor contratado.
Según publica The Guardian sobre el personaje: “Luciendo
una larga historia de extremismo militarista, Bradford dejó de ejercer
como profesor en la facultad de derecho de la Universidad de Indiana en
2005 después de que su expediente militar demostrara que había exagerado
sus méritos militares”
A
pesar de que este individuo parece ser tenido en alta estima por los
militares, habló con tanto desprecio por los derechos humanos que al
final el National Security Law Journal tuvo que pedir disculpas,
mediante un comunicado en la página principal de su sitio web,en la que
afirmaba que:“hemos cometido un error al publicar este artículo tan controvertido…”
“El
contenido del artículo del Sr. Bradford exhibe una flagrante violación
del decoro profesional. No podemos despublicarlo, pero reconocemos que
el artículo no era presentable para su publicación cuando lo publicamos,
y por lo tanto lo repudiamos, pidiéndo nuestras más sinceras disculpas a
nuestros lectores”
(Por
lo visto, no lo leyeron antes de publicarlo…a no ser que realmente se
disculpen por que no les ha quedado más remedio por culpa de las
reacciones indignadas que ha provocado)
Irónicamente,
Bradford tiene una Master en Derecho de la Universidad de Harvard con
un enfoque en las Leyes sobre Derechos Humanos.
Recordemos que Harvard es una de las universidades privadas más prestigiosa de EEUU.
Pues
bien, este individuo, ahora está incorporando su violenta filosofía al
campo de la enseñanza en la academia militar de West Point, “educando” a
los militares profesionales del mañana.
Curiosamente,
fue contratado el 1 de agosto de 2015, poco después de haber publicado
su polémico artículo en el que llamaba a erradicar cualquier tipo de
disidencia. Significativo, ¿no?
Esta
es sólo la punta del iceberg de la enfermiza estructura ideológica que
tienen muchos de los halcones de la guerra en el ejército de Estados
Unidos, el país encargado de “expandir la democracia y las libertades por todo el planeta”…
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