lunes, 14 de marzo de 2016

EL CASO "LÓPEZ MADRID" DESTAPA LAS CLOACAS DEL RÉGIMEN

EL CASO "LÓPEZ MADRID" DESTAPA LAS CLOACAS DEL RÉGIMEN





La siguiente información daría para un argumento de serie negra al mejor estilo Stieg Larsson. Por desgracia para su protagonista, víctima de un supuesto derecho de pernada que quisieramos creer superado, es real y muestra la desvergonzada impunidad con la que actúa una élite financiera que se sabe intocable, como una red de intereses tejida al más alto nivel funciona como salvaguarda de poderosos que se arropan entre ellos y, en un estrambote inesperado, arranca la máscara de irreprochabilidad a una reina chabacana y arribista.

Elisa Pinto Romero (Madrid, 1967) tiene tres hijos y es una de las dermatólogas con más clientes de Madrid. Desde hace años pasa consulta en la clínica San Camilo: un centro que se encuentra en el corazón del barrio de Salamanca y donde trata a ministros, empresarios y miembros de la alta sociedad de la capital.

En julio de 2012, acudió al plató del programa ‘Espejo Público’ para dar consejos sobre el cuidado de la piel. Uno de sus pacientes era el abogado Javier López Madrid, consejero delegado de la constructora OHL, y yerno del empresario Juan Miguel Villar Mir.

“Es entonces cuando empieza a escribirme mensajes por WhatsApp y poco a poco empieza una especie de flirteo telefónico. Al principio intento eludirlo, pero durante el verano empieza a enviarme mensajes de texto y mensajes de voz subidos de tono con contenidos e imágenes de índole sexual. El momento clave llega en septiembre de 2012 cuando me pasa algo increíble, al llegar al hotel Bristol de París para participar en un congreso, recibo una llamada de Javier. No respondo y unos minutos después llaman a la puerta de mi habitación.

Javier López Madrid
Al abrir, me lo encuentro y me dice que ha venido a mantener relaciones sexuales conmigo. Que está libre toda la noche y que si quiero me paga la habitación y se marcha a la mañana siguiente. Inmediatamente le digo que se vaya. Le explico que si no, lo voy a denunciar. Que aquello es Francia y que allí sí que lo meten en la cárcel. La discusión se produce dentro de la habitación durante 10 o 20 minutos, no lo sé. Justo entonces llama el mozo de maletas y se marcha.

Yo entro un poco en pánico, cambio la fecha de mi billete y regreso a Madrid esa misma noche. Según me dice antes de irse, ha volado en un avión privado al aeropuerto de Le Bourget y lo acompañaba una persona que lo ha dejado en la terraza del hotel. Yo no le había dicho que fuera a ir a París. Pero él siempre me decía que estaba controlada y que sabía mis movimientos.

Algunas veces me decía que tenía a su servicio medios policiales y que le ayudaba su amistad con la Casa Real. Que si en algún momento le denunciaba iban a enterrar las denuncias porque él tenía policías y amigos suyos que me podían pinchar el teléfono.

Mi actitud es intentar evitar la denuncia por acoso y resolver la situación de una manera pacífica. Si no lo denuncio entonces es por su poder y por sus relaciones.

El comisario Villarejo, un protegido del ministro del Interior.
En junio de 2013, Javier me dice que ha contactado con unos amigos policías que le van a ayudar a ponerme en mi sitio. Uno de ellos, según me dice, es el comisario Pepe Villarejo.

En septiembre, empiezo a recibir mensajes anónimos desde móviles y desde cabinas telefónicas. Era una voz de mujer que me llamaba puta y que me decía que me alejara de López Madrid. Anulo el teléfono al que me llegan esas llamadas y recibo una similar en el de mi casa el 3 de noviembre de 2013.

Sigo recibiendo mensajes desde números anónimos y lo dejo todo en manos de mi letrado, al que le digo que transmita a Javier que estoy dispuesta a no denunciar nada si me deja en paz, pero continúan: ‘debes de tener unas enormes habilidades sexuales para que estemos desplegando este tipo de dispositivo por tu culpa’… También me llaman ‘puta judía’ porque mi padre era judío.

Javier dice que hay tres mujeres que tiene dentro de su ‘cuadra’ porque mantiene relaciones con ellas. Luego habla de otras con las que lo ha intentado y no lo ha conseguido. Dice que el marido de una le ha querido pegar un puñetazo y que es una mojigata. Pero no quiero dar nombres. Hablo sólo de aquéllas que él dice que forman parte de su cuadra porque entiendo que en un momento determinado pueden prestarle ayuda.

El 5 de enero de 2014, al llegar a casa, recibo la enésima llamada amenazante y decido que ya no aguanto más y me voy a denunciar los hechos a la comisaría de Chamartín.

Desde entonces, todo se recrudece. Mi hijo ha recibido hasta cuatro amenazas a la puerta del colegio, siempre de la misma persona”.

Pero las cosas llegaron mucho más lejos. El 13 de enero de 2014 fue apuñalada por un hombre con un objeto punzante en el antebrazo izquierdo y el 10 de abril la asaltó de nuevo un sicario que la acuchilló en el abdomen.

Ese día la doctora había recogido a su hijo de 10 años a la salida del colegio y quiso recompensarle con una hamburguesa. Tras desplazarse con su vehículo, un SsangYong Rodius, al establecimiento, cuando sale del automóvil y abre el maletero, un hombre se le acerca por detrás y la hiere en el abdomen con una arma blanca. La dermatóloga comienza a sangrar ante la mirada horrorizada de su hijo menor de 10 años al que grita que no salga del coche.

A duras penas, la doctora Pinto se pone a conducir mientras su camisa se llena de sangre. Con la mano izquierda tapona la herida y con la derecha mueve el volante y la palanca de cambios. Su estado le provoca dar varios frenazos, incluso se escora hacia la izquierda cuando atraviesa la calle Triana, a pocos metros de su domicilio.

Los bandazos del vehículo son captados por las cámaras de vigilancia de un Centro de Seguridad del Ejército de Tierra, situadas en el número 46 de la citada calle. Posteriormente, mientras su hijo de 10 años llama al 112 preso del pánico, consigue llegar a la puerta de su casa donde es auxiliada por dos agentes de policía y trasladada al Hospital Gregorio Marañón. El vídeo desmiente el informe policial que señala que no se observa ningún vehículo coincidente con el de la agredida, y que es asumido íntegramente por la fiscalía.

En el segundo de los ataques estaba presente el hijo de Pinto, que en ese momento tenía 9 años, que afirmó que el agresor repetía: “López Madrid quiere que cierres la boca”. Elisa Pinto afirma que la Policía Nacional solicitó la grabación de las cámaras de seguridad con una hora de retraso, por error, y cuando se dieron cuenta, las imágenes se habían perdido. Las dos agresiones con arma blanca tuvieron lugar después de que la doctora denunciara a López Madrid ante los tribunales, y de que se dictara una orden de alejamiento impidiéndole acercarse a menos de 500 metros de ella.

Durante meses la doctora Pinto estuvo acudiendo a dependencias policiales para denunciar llamadas, mensajes, o agresiones, aportando fotografias y mensajes de teléfono presuntamente enviados por el empresario que podían haber permitido una investigación, cuando menos, más veloz. Pero Elisa Pinto salía cada vez de la Comisaría de Chamartín frustrada, con la convicción de que había más preocupación por proteger a López Madrid y a quienes «trabajaban» para él, que en esclarecer los hechos y arroparle a ella, la víctima. Según fuentes próximas a ella, en una ocasión un policía de la Comisaría de Chamartín, de forma oficiosa, le recomendó que acudiera a otras dependencias, alegando que allí no iba a conseguir que sus denuncias prosperaran.

La dermatóloga acusa a la Policía de un montaje con el objetivo de exculpar al empresario Javier López Madrid. Manifiesta que los agentes policiales encargados del caso manipularon el informe de las llamadas geolocalizadas realizadas contra ella desde España, porque la doctora se encontraba de viaje en en la República Dominicana, y resulta imposible que ella misma se autollamara para fingir esas amenazas.

Ex- presentadora de TV y ciudadano con licencia para delinquir
El nombre de López Madrid lleva semanas circulando en prensa por su vinculación con el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, pero además López Madrid es amigo íntimo de Felipe VI desde su infancia y fiel escudero de sus andanzas amorosas, y su mujer amiga de la infanta Cristina y de la Reina Letizia.

El pasado mes de febrero, Elisa Pinto presentó un escrito en la Secretaría de Estado de Seguridad por lo que considera pasividad absoluta por parte de la Policía, así como un intento de «tapar» a algún agente que podría estar implicado en el caso, así cómo que López Madrid había contratado a un comisario, José Villarejo, para presionarla y que retirara la denuncia.

Ahora un juzgado de Madrid está investigando en una pieza secreta la «pasividad» policial en la investigación. La semana pasada, en una nueva comparecencia ante la Policía, como consecuencia de la pieza secreta abierta por el juzgado, la doctora identificó fotográficamente al comisario Pepe Villarejo como la persona que le asestó una de las puñaladas. Diligencia pendiente de una rueda de reconocimiento suspendida en dos ocasiones a petición de este mismo mando policial por alegar que estaba fuera de España realizando misiones de trabajo.

Recientemente, el juzgado levantó el secreto de sumario en el que figuraba el informe de la UCO (Unidad Central Operativa). En él, los especialistas de la Guardia Civil detallan el análisis de los móviles que la juez obligó a entregar al empresario. «El terminal telefónico aportado ha sido manipulado antes de su entrega en sede judicial», alerta en los primeros párrafos la Guardia Civil a la juez, refiriéndose a un mensaje recibido por López Madrid de un técnico de su empresa el día 30 de enero de 2015: «Ya tenemos el backup de tu móvil para el juzgado».

Los agentes señalan: «Existen relaciones estrechas» con comisarios de Policía, tanto de Información como de la Policía Judicial, donde López Madrid acudió a denunciar a su vez a la doctora. El informe incluye a un comisario de Madrid al que desde el teléfono de López Madrid se le llama el día 22 de noviembre de 2014, y a otro el día 12 de noviembre de 2014. Además de estos dos altos mandos, el informe del Instituto Armado aporta también la identidad de varios mandos policiales, en concreto, tres pertenecientes a la Comisaría de Policía Judicial de Madrid y dos de la Comisaría General de Información.

Alertan los responsables de la Guardia Civil de que cuando accedieron al móvil de López Madrid se encontraron con un importante volumen de material que había sido borrado. De hecho, las llamadas con todos los mandos policiales habían sido borradas, más todos los chats (559), además de 1.603 de los 2.577 contactos, y 571 de los 678 mensajes SMS que también sufrieron una importante limpia.

Pero sin duda, la palma se la llevó el registro de llamadas: 4.655 de 4.989 habían sido borradas. Sin embargo, los técnicos de la Guardia Civi lograron recuperar una parte importante del material.

Y en las llamadas con mandos policiales que intentaron borrar y que la Guardia Civil ha logrado recomponer, muchos de ellos llaman la judía, refiriéndose a la dermatóloga Elisa Pinto.

El 13 de abril se recibió un mensaje en el móvil de López Madrid: «Hicimos lo que querías el jueves por la tarde. Iba con su hijo pequeño que no paraba de llorar. Fue en la tripa! Como sangraba la puta! Ahora sí que te tiene miedo. Llevamos en la puerta de su casa varios días y no se ha atrevido a salir. La llevaron al Marañón en una UVI móvil y su hijo tenía un ataque. Estarás feliz». (Recordemos que el 10 de abril de 2014 la doctora fue agredida en presencia de su hijo de 10 años).

El 22 de mayo se le envía a López Madrid copia del mensaje enviado a la doctora: «Cuanto tiempo vas a aguantar la presion, a nosotros nos pagan por acabar contigo y con tus hijos».

El 23 de mayo de 2014 de este otro: «Tú elegiste a la víctima. Te entregamos a la judía y no dudaste nos lo pusiste fácil. Un consejo, no sigas con la coartada de que te acosa. Nadie te cree y te llaman el Brad Pitt de Puerta de Hierro».

El 27 de mayo de 2014 al móvil de López Madrid llega otro más: «Te avisamos. No hay solución. Esto avanzará y en el juicio saldrá lo que te hemos contado y muchos más nombres, gustos, aficiones y todo documentado. Tu vida da mucho juego, tío. Te mandamos el mensaje enviado a la judía: Hoy has salido de casa a las 8 has ido al hospital. Has salido a las 2.30. Has vuelto a casa donde te ha visitado tu profesor de yoga a las 4. Se está yendo ahora mismo. Estamos pendientes de ti ».

El 9 de junio de 2014 el mismo móvil recibió este mensaje: «Enviado a la judía. Tú y tus hijos estáis muertos. Hoy no te hemos seguido, ya no lo hacemos casi nunca. Pero no estés tranquila, pronto tú o tus hijos sabréis de nosotros»

Bueno, perdida solo durante cuatro meses ... Al ampliar la doc-
tora su denuncia reapareció milagrosamente. Que la justicia
funciona ... con retraso y solo a veces
El mensaje del 12 de junio de 2014 apunta: «Qué estúpido lavado de cara te has hecho en el confidencial. Los amigos de Pepe están en todas partes. Quienes no te conocían, te conocen. Esperemos que Felipe no se enfade mucho de este despliegue. En un momento tan delicado deberías haber sido discreto. (…) Tío vas de error en error metiendo a más en tu mierda».

El 21 de noviembre de 2014: «Tan listo y sigues sin enterarte. Tú centraste la investigación en ella y fue tu error. Nadie ha buscado alternativas y ya es tarde. La judía cree que la quieres matar y va a muerte».

26 de novembre de 2014: «Deberías haber aprovechado los días de soledad familiar para pensar o comprender lo que pasa o acabarás en la cárcel. La judía está limpia y las trampas han dejado rastros».

Declara la doctora:

“Apenas sentí nada con la puñalada en el brazo, pero la puñalada en el abdomen me provocó un dolor muy fuerte. Yo pensé que me habían matado. Fue dolorosísimo. A quien crea que esto es un montaje le diría que no sólo me ha afectado a mí, sino a mi familia. Hay un niño menor de 10 años que ha tenido que declarar en el juzgado y que está en tratamiento psiquiátrico. Cuando me apuñalaron, estuve una semana sin salir de mi casa. Sólo volví a hacerlo cuando empecé a tener seguridad privada. No he pisado la calle sola desde entonces. Sólo quiero que esto pare”.

A pesar de todas estas pruebas, el fiscal del caso ha solicitado archivar la causa.

(Fuente: http://andresherrero.com/)

El estrambote final lo pone uno de los mensajes encontrados en el móvil incautado, un mensaje de apoyo al empresario rijoso que remite una tal "Ltzia" cinco días después de que trascendiera que había gastado 34.807 euros con la visa opaca de Bankia: "Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)"

Hasta el lector más despistado del blog corroborará que, efectivamente, sabemos quién son. Los Reyes de España y López Madrid compartían un chat a tres a través del sistema iMessage de Apple. Un tal Felipe confirma en el chat a López Madrid que España es un país "muy difícil". Tanto, que la recriminación a los que despilfarran el dinero de los ahorradores es "merde". Toda una declaración de intenciones por parte de la consorte de un no-ciudadano jurídicamente inimputable, a la que responde brillantemente el ex-teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura en "Público":

La gran mierda de España no es la publicación de LOC ("La otra Crónica", de EL MUNDO), sino tener unos reyes que en lugar de reprochar su actitud a Javier López Madrid, en lugar de escribir un mensaje lamentando tener que romper su relación de amistad por los escándalos producidos y la conducta inapropiada, lo que hicieron fue animarle. Al "compi yogui" le mandaron besos, le dijeron que sabían quien era y quienes eran, le dijeron que se conocen, se quieren y se respetan, le dijeron que no pasaba nada por el artículo de las tarjetas en la mierda de LOC y el rey Felipe VI le invitó a comer. Eso sí, conocida y publicada -una vez más, por medios alternativos, dado que la prensa oficial procede, una vez más, a ocultar las vergüenzas borbónicas- la Casa Real se apresura a proclamar farisaicamente que el "preparao" y la "profesional" (interesante preguntarse de qué) "no conservan a día de hoy la relación de amistad con Javier López Madrid".

El "compi yogui" se había gastado más de 34.000 euros en tarjetas black, está siendo investigado por la donación de 1,8 millones de euros al Partido Popular y sabemos que se apoyó en el rey Juan Carlos para realizar negocios en Arabia Saudí de los que afirmó informar a Felipe VI.

Por tanto, la gran mierda de este país es descubrir en menos de dos años de reinado que el rey Felipe VI se parece mucho a sus antecesores. Es cierto que, al menos que sepamos, no parece ser tan bebedor, juerguista o mujeriego como otros Borbones, pero por lo visto hasta ahora es muy del gusto de relacionarse con personas turbias (su amigo López Madrid, su secretario Rafael Spottorno, su hermana Cristina y Urdangarín,…) y con las violentas monarquías del Golfo. Igual que su padre.

La gran mierda de España es que el rey no sea un ciudadano como los demás y pueda ser llamado a declarar en cualquier tribunal o imputado (investigado se dice ahora) por cualquier delito que cometiese, sino que su figura sea inviolable. Es tan inviolable que si matase a alguien sería declarado inmune dado que no existe ninguna herramienta que permita eliminar los privilegios jurídicos de los que goza. L

La gran mierda es que este asunto no sea un debate nacional o el propio rey haya planteado la necesidad de reformar este anacronismo jurídico y privilegio inaceptable en una democracia moderna.

El director de EL MUNDO, David Jiménez, quien consideró
en su momento que el sms de Letizia carecía de "interés pe-
riodístico". Así está la prensa oficial, oiga.
La gran mierda que la mayoría de los medios de comunicación lo hayan comentado sin darle la relevancia que merece o lo hayan intentado minimizar.

Tanto es así que El Mundo tuvo en su poder los mensajes y no los publicó. Entre los atemorizados debido a la incesante sangría de despidos de directores y periodistas en los grandes medios, aquellos otros que son marionetas de los bancos a los que pertenecen sus medios (El País, por ejemplo) o los que se sitúan en posiciones fanáticas, nos encontramos que un asunto de esta gravedad no es tratado como debiera.

No solo eso, El Mundo y otros medios se han dedicado a intentar minimizar el asunto argumentando que la relación entre los reyes y López Madrid se rompió poco después (octubre de 2014). Como la mayoría de informaciones por encargo, poco tiempo ha bastado para recibir, como se dice ahora, un zasca en la boca: los reyes y López Madrid se vieron el 17 de enero de 2015 después de coincidir en el cine.

La gran mierda es tener unos reyes a los que les importa más el compi yogui de las tarjetas black que el inaceptable estado de unas Fuerzas Armadas y una Guardia Civil sin derechos y libertades, con importantes tintes autoritarios y que siguen sin subordinarse a la ciudadanía.

La gran mierda es que los heridos y familiares de los muertos en los accidentes con explosivos en mal estado se queden sin las indemnizaciones que merecen, que nuestros militares sigan falleciendo por usar piezas de segunda mano para reparar los helicópteros, que nuestros policías y guardias civiles patrullen sin chalecos antibalas, que estemos endeudados por armamento que no necesitamos o que nuestros uniformados trabajen bajo la indefensión, la precariedad laboral y la ausencia de conciliación familiar. Todo ello mientras el jefe de las Fuerzas Armadas, el rey, siente que España es un país tan difícil y anima a su amiguito.

La gran mierda es comprobar que tenemos unos reyes que siguen haciendo negocio y manteniendo excelentes relaciones con Arabia Saudí, que lo hacen a la vez que este país está bombardeando Yemen (con más de 6.000 civiles muertos) o sigue pisoteando los derechos humanos al decapitar a sus ciudadanos por delitos como la homosexualidad, el adulterio o el ateísmo (casi 200 en algo más de un año).

La gran mierda es que los recortes en educación, sanidad, derechos y libertades sean cada vez más salvajes, que la corrupción se haya apoderado de todo país y lo esté carcomiendo por dentro, que estemos dejando morir a más de dos millones de refugiados y que a los reyes todo esto (y mucho más que no tengo espacio para contar) no les parezca una gran mierda.

La gran mierda, por tanto, es tener unos reyes que se preocupan, y mucho, de su compi yogui, pero muy poco de todo el daño que este ha causado, de la extrema gravedad de acontecimientos en las que se encontraba involucrado o de la situación del país. Si los reyes se preocupasen tanto de sus ciudadanos como del investigado López Madrid o, mejor aún, si no hubiese reyes o si, por lo menos, estos fueran jurídicamente como el resto de ciudadanos, a todos nos iría mejor.

Un rey serio, como Borbonistán España merece.
La gran mierda de todo esto, Felipe VI y Letizia, es que os parezca una mierda lo que no es y lo que es una mierda no os lo parezca. Esa es la gran mierda.

Luis Gonzalo Segura
(Fuente: http://blogs.publico.es/un-paso-al-frente/2016/03/11/la-gran-mierda-de-felipe-vi-y-letizia/)

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