Redibujando mapas: ¿Arabia Saudí es la siguiente en la lista?
A
día de hoy, un hecho sobre el que todo el mundo concuerda es que las
guerras civiles en Irak y Siria han alcanzado un punto que necesita que
los mapas de esos países sean redibujados. Ciertamente, esto es así de
relevante cada día, un nuevo mapa aterriza en las páginas principales de
las portadas de los periódicos. Muy recientemente, el periódico alemán,
Der Tagesspiegel, publicó un mapa que unía las fronteras de Irak y
Siria y lo dividía en tres partes. Yendo un paso más, denominó a esos
tres países como ‘Kurdistán’, ‘Sunnistán’, y ‘Chiiastán’. La región
también incluye a otros dos candidatos para la división: Libia y Yemen.
Al borde de la separación, los dos países están luchando por sobrevivir.
Las prolongadas guerras civiles han llevado al pueblo al borde de la
división. De hecho, es la hora para abandonar tales ambiciones para los
mapas. El mapa de oriente medio dibujado por Gertrude Bell, Winston
Churchill, Lawrence, Mark Sykes, General Edmund Allenby, Arthur James
Balfour, Reginald Wingate y Harbert Samuel a principios del siglo XX, no
ha traído nada más que conflictos para la región durante los últimos
100 años. No obstante, obviamente el pueblo tiene todavía que sacar una
lección de este trágico error. Miles de kilómetros lejos de la región,
todo el mundo está ocupado en preparar mapas arbitrarios e idear planes
para imponerles. Mientras tanto, millones en oriente medio, de judíos,
cristianos, musulmanes, árabes, kurdos, asirios, maronitas, chiitas,
wahabíes, y sunníes, no desean pasar otro siglo combatiendo en guerras.
El mapa dibujado por Robin Wright y publicado por
el periódico The New York Times en 2013, reveló otro peligro inminente.
Según este mapa, el país más grande y más rico de oriente medio, Arabia
Saudí, va a ser dividido en 5 partes. En este escenario, habría una
región del estrecho de Hormuz, arabia oriental; en el Hejaz, arabia
occidental; en una región cercana a Yemen, arabia del sur; y en el
norte, Arabia del Norte va a ser fundada, mientras que una arabia wahabí
centrada en Riad va a ser formada en la región central del país. Esto
va sin decir que la intención de aquellos que presentaron este mapa a la
agenda global, que está modelado tras la distribución geográfica de las
tribus anteriores al reino saudí, es la intención de deshacer a Arabia
Saudí.
Inmediatamente tras la introducción del mapa, los
desarrollos en esta dirección, empezaron a ocurrir, uno tras otro. La
guerra civil en Yemen, el vecino sureño del país, se incrementó hasta un
nivel terrible, obligando a intervenir a la coalición encabezada por
arabia saudí. En Arabia Saudí, surgieron protestas entre los chiitas,
que constituyen el 15% del total poblacional del país, y una región
chiita ubicada en el oeste del país anunció su deseo de unirse con
Bahréin. Tras la muerte del rey Fahd, una atmósfera artificial de crisis
fue creada entre sus herederos. En este punto, a día de hoy, Arabia
Saudí se encuentra a sí misma asediada por todos lados, justo como
Libia, Irak, Siria, y Egipto lo estuvieron antes.
Los 250 años de historia de Arabia
Saudí están fraguados con guerras civiles, asesinatos políticos, y
conflictos tribales de intensidad variada. Desde el siglo 18, 3 reinos
han sido fundados y destruidos; el actual Reino Saudí es el cuarto en la
misma región. La causa inicial de estas guerras fue que las tribus
árabes rechazan el gobierno de unas sobre otras. Por supuesto,
Inglaterra se aprovechó de este antagonismo para su beneficio.
Las fronteras actuales dibujadas en el congreso de
El Cairo de 1921, fueron dictadas a Arabia Saudí por medio de la
coerción militar y económica. Aunque Arabia Saudí fue fundada en 1932
bajo la dirección del Sultán Abdulaziz, la lucha interna en el país
nunca ha visto fin. Sucediendo a Abdulaziz como rey, su hijo, Saúd, fue
destronado por el consejo familiar tras 10 años de reinado: El rey
Faisal, que le sucedió, fue asesinado por su sobrino. Aunque durante los
reinados de los reyes sucesores, Jalid, Fahd y Abdullah, las disputas
dentro de la familia real estuvieron calmadas, muchos incidentes, como
el asedio de Meca en 1979, las guerras del golfo, y el surgimiento de
al-Qaeda, han obstaculizado el propio establecimiento de la paz interna
en Arabia.
Robin Wright incluye la lucha interna de la
familia real entre las causas actuales de la potencial separación de
Arabia Saudí. Cuando el rey Abdullah estaba en su lecho de muerte, hubo
muchas provocaciones concernientes a la sucesión al trono que podrían
haber llevado a la discordia. Una anodina cuenta en medios sociales con
el nombre de “Mujtahid” reportó buena parte de nuevas y provocativas
historias con el objetivo de enfrentar entre sí a los candidatos
potenciales al trono. Sin embargo, el sentido común prevaleció y Salmán
bin Abdulaziz heredó el trono en conformidad con las leyes de sucesión
del reino.
El bienestar económico, que es visto
como otra razón que estorba a la integridad unificada de Arabia Saudí,
también ha sido usada desde largo tiempo atrás. Arabia saudí tiene en
torno a 1.500 millones de dólares de inversiones en EEUU e Inglaterra.
Con la recientemente promulgada ley de compensación, saliendo del
congreso de los EEUU, Arabia Saudí ahora está enfrentándose a un riesgo
significativo con un volumen de 7.500 millones de dólares en juego.
El conflicto chií-sunní todavía es otro factor
desestabilizador que amenaza a la península arábiga. El movimiento
conocido como “chiismo británico” por Jamenei, está exhibiendo una
actitud extremadamente hostil hacia el wahabismo, y de este modo, está
instando a los wahabíes contra los chiíes. Adicionalmente, la ejecución
del líder chií de Arabia, al-Nimr, a principios de 2016, llevó a Irán y
Arabia Saudí al borde de la guerra.
También han habido muchas provocaciones durante la
guerra civil yemení, que pusieron a Arabia saudí en una posición
difícil ante el público global. En septiembre, 140 personas murieron y
535 fueron heridas en uno de los ataques más sangrientos en los años
recientes. Por este ataque, que apuntó contra inocentes mujeres, niños y
ancianos que se habían congregado en un funeral para ofrecer
condolencias, también fue culpado el gobierno saudí. Los medios de
comunicación de EEUU publican noticias constantemente sobre cómo Arabia
Saudí financia organizaciones terroristas. Atentados terroristas y
tragedias ocurrieron durante el periodo del Hajj en Medina. Incidentes
similares ocurrieron uno tras otro, haciendo que el país pareciera que
estaba bajo fuerte asedio.
El rey recientemente coronado, Salmán
bin Abdulaziz es consciente del peligro y está en la búsqueda de nuevos
aliados. Arabia saudí desea tomar parte en la reciente aliada formada
por las iniciativas de Putin y Erdogán. El príncipe heredero de Arabia
Saudí, Muhammad bin Nayef, dejó claras sus intenciones al declarar:
“Turquía y Arabia Saudí están siendo atacadas, así pues, necesitamos el
apoyo mutuo”. Turquía, Arabia Saudí, y Rusia, asistieron al encuentro
EEUU-Rusia mantenido en octubre como aliados.
Durante 200 años, los cartógrafos de oriente medio
han modelado intrincadamente la región de acuerdo con sus planes.
Impusieron sus propias políticas en la región al mantener el dominio
sobre estados, ejércitos, clanes, y líderes políticos o religiosos. A
día de hoy, todo estado cuyas fronteras están en cuestión, se enfrenta a
un grave peligro. Ningún estado o líder político puede hacer frente a
este ataque organizado en solitario. Alianzas sólidas construidas sobre
la lealtad y la confianza son necesarias para que sea efectiva la lucha
contra la partición. Todo estado que haya de hacer una lucha individual,
será un objetivo fácil. Por esta razón, “todas las filas necesitan
cerrarse urgentemente”. La única solución para los países de la región,
yace en la unidad. La alianza entre Turquía y Arabia Saudí será el
núcleo de una unión de corazón que, dentro de poco, congregará a todos
los demás países musulmanes en torno a ella.
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