Miles
de personas se manifestaron el miércoles en Buenos Aires en contra de
la cumbre del Grupo de los 20 (G20) que se celebrará este fin de semana.
Los manifestantes se congregaron en el Estadio Atlanta de Buenos Aires (capital de Argentina) para rechazar este evento que reunirá a los líderes de los 20 países más industrializados, y para demandar el fin del acuerdo rubricado por el presidente argentino, Mauricio Macri, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo participante en la cumbre.
“La agenda del G20 y del FMI es para llenar los bolsillos de las grandes corporaciones, de las grandes financieras, de los países imperialistas (...) Y es una agenda que no tiene en cuenta los derechos de los pueblos, de la naturaleza, de cada uno de nosotros”, dijo al respecto Beverly Keene, una de las portavoces de la Confluencia Fuera G20.
También, por otro lado, un miembro de la organización social Movimiento Piquetero Nacional, Alejandro Ignaszewski expresó que “estos sectores imperialistas, capitalistas (...) no traen otra cosa más que desidia y hambre. No vienen a traer nada en concreto”.
Pese a que el Gobierno de Macri espera que la presidenta del G20 le permita mejorar las relaciones internacionales del país e incrementar su comercio exterior, la sociedad argentina está molesta con el Gobierno por gastar 112 millones de dólares en celebrar la cumbre del G20 mientras la pobreza está en aumento en el país.
A su vez, los residentes de la ciudad de Buenos Aires expresaron su insatisfacción de realizar esta cumbre debido a que interrumpirá su vida laboral durante tres días en medio de la crisis económica del país suramericano.
Macri está siendo fuertemente criticado por sus conflictivas medidas, por ejemplo: los llamados tarifazos de los servicios básicos y transporte y sus despidos masivos. Según varios sondeos, esas mismas medidas lo han convertido en uno de los presidentes más impopulares del país suramericano.
nlr/ktg/ftn/hnb
Los manifestantes se congregaron en el Estadio Atlanta de Buenos Aires (capital de Argentina) para rechazar este evento que reunirá a los líderes de los 20 países más industrializados, y para demandar el fin del acuerdo rubricado por el presidente argentino, Mauricio Macri, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo participante en la cumbre.
“La agenda del G20 y del FMI es para llenar los bolsillos de las grandes corporaciones, de las grandes financieras, de los países imperialistas (...) Y es una agenda que no tiene en cuenta los derechos de los pueblos, de la naturaleza, de cada uno de nosotros”, dijo al respecto Beverly Keene, una de las portavoces de la Confluencia Fuera G20.
También, por otro lado, un miembro de la organización social Movimiento Piquetero Nacional, Alejandro Ignaszewski expresó que “estos sectores imperialistas, capitalistas (...) no traen otra cosa más que desidia y hambre. No vienen a traer nada en concreto”.
Pese a que el Gobierno de Macri espera que la presidenta del G20 le permita mejorar las relaciones internacionales del país e incrementar su comercio exterior, la sociedad argentina está molesta con el Gobierno por gastar 112 millones de dólares en celebrar la cumbre del G20 mientras la pobreza está en aumento en el país.
La agenda del G20 y del FMI es para llenar los bolsillos de las grandes corporaciones, de las grandes financieras, de los países imperialistas... Y es una agenda que no tiene en cuenta los derechos de los pueblos, de la naturaleza, de cada uno de nosotros”, dijo Beverly Keene, una de las portavoces de la Confluencia Fuera G20.Aunque el Gobierno prometió que reprimirá las manifestaciones, que, a su juicio, están orquestadas por los gobiernos extranjeros, los movilizadores anticapitalistas expresaron que organizarán varias marchas durante la cumbre.
A su vez, los residentes de la ciudad de Buenos Aires expresaron su insatisfacción de realizar esta cumbre debido a que interrumpirá su vida laboral durante tres días en medio de la crisis económica del país suramericano.
Macri está siendo fuertemente criticado por sus conflictivas medidas, por ejemplo: los llamados tarifazos de los servicios básicos y transporte y sus despidos masivos. Según varios sondeos, esas mismas medidas lo han convertido en uno de los presidentes más impopulares del país suramericano.
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