jueves, 20 de diciembre de 2012

México no sabe cuántas escuelas tiene

México no sabe cuántas escuelas tiene

¿Se imagina un país donde no se sepa cuántas escuelas existen, ni tampoco el número real de maestros que imparten clases o los alumnos que las toman? Pues ese lugar es México, que ocupa uno de los últimos sitios en evaluaciones internacionales de su sistema educativo.
De hecho, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó un censo especial para conocer estos datos, y preparar así una reforma a los programas de educación básica. El sondeo se realizará en 2013.
Según especialistas la ausencia de información es una muestra de la severa crisis del sistema escolar, y que provoca que la mayoría de quienes ingresan a las escuelas no estén preparados para aprovechar los estudios.
“Es una situación lamentable e indignante que requiere de una corrección muy urgente”, le dice a BBC Mundo David Calderón, director de la organización Mexicanos Primero que impulsa una campaña para reformar el modelo educativo del país.
“De las personas que tienen 15 años sólo la mitad está en la escuela, y de ellas sólo la mitad entiende lo que lee y puede hacer operaciones básicas”, añade.
“De cada generación de mexicanos sólo la cuarta parte está preparada para seguir aprendiendo, tener un trabajo digno o pensar en concluir una carrera universitaria”.
Exámenes
De acuerdo con el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, el número de escuelas que existen en el país no se conoce con exactitud porque en muchos casos existen dos o más planteles distintos en un solo edificio.
Tampoco se conoce la cantidad de maestros que imparten clases efectivamente, pues aunque existe el registro de las plazas que ocupan -y el salario que reciben- existe un número desconocido de profesores que cumplen tareas sindicales.
En el caso de los alumnos se conoce el dato de quienes ingresan al primer nivel de educación básica, pero no se conoce exactamente cuántos abandonan la escuela antes de concluir la educación primaria, que dura seis años.
Según organizaciones civiles y autoridades este desconocimiento es consecuencia del desinterés oficial sobre el tema que existe desde hace varias décadas.
Esto provocó, añaden especialistas, que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que agrupa a casi todos los profesores mexicanos, tomara el control no sólo de las escuelas sino también de la estrategia y programas educativos.
Muchos maestros no están preparados para impartir clases pero no se les puede sustituir por la oposición del SNTE.
Además, tampoco se puede saber quiénes están o no capacitados pues una parte del sindicato se opone a que los profesores sean sometidos a exámenes. Los opositores se concentran especialmente en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un grupo disidente de la organización sindical.
El SNTE ha dicho que no se opone a una evaluación de los profesores, siempre y cuando se realice de forma integral y no se utilice la información para realizar un diagnóstico, sino para proponer acciones concretas para mejorar el sistema educativo.
Más allá de la polémica, lo cierto es que el país ha recibido una mala calificación en las evaluaciones internacionales que se han hecho, como el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), de la que México es integrante.
En 2010, por ejemplo, los alumnos mexicanos obtuvieron un promedio de 425 puntos en el examen de comprensión de lectura, cuando el puntaje de la OCDE es de 496. Aunque es relativamente alto, es el puntaje menor en la región respecto de otros países que pertenecen a la organización.
Polémica
Recientemente Peña Nieto propuso una reforma educativa para obligar, entre otros temas, a que los maestros sean sujetos a examen para mantenerse en las aulas.
El objetivo es, dijo el secretario de Educación Emilio Chuayffet, que los profesores sean promocionados con base en su capacidad y no como ahora sucede, que la asignación de plazas y escuelas depende de los líderes sindicales.
Algo en lo que coincide la organización Mexicanos Primero. “Durante muchísimos años una serie de intereses particulares, especialmente de los líderes sindicales y de los gobiernos de los estados han distorsionado toda la lógica del sistema”, explica David Calderón.
“Esto ha servido para distribuir beneficios y o prebendas entre los adultos. Es un sistema de colocación de renta y de salario que ha dejado a un lado los derechos de los niños”.
En ese contexto, algunos interpretaron la iniciativa presidencial como un mensaje al Sindicato, algo que no comparte el secretario general de la organización, Juan Díaz de la Torre.
“El SNTE tiene claro que, en medio del debate educativo, los críticos y los adversarios de nuestra organización intentan estigmatizar y debilitar al magisterio, al sindicato e incluso a la escuela pública”, dijo.
BBC Mundo solicitó al Sindicato una respuesta a las críticas que se le han formulado en la crisis del sistema educativo, pero no obtuvo respuesta.

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