lunes, 19 de agosto de 2013

Egipto: atrás, ni para coger impulso

Egipto: atrás, ni para coger impulso

Египет Каир площадь Рамсис мечеть Фото ГР

La Liga Árabe está preparando una reunión extraordinaria sobre Egipto. Planea celebrarla esta semana. No hay ni la menor duda de cuál será su bando favorito. Los ánimos interárabes se inclinan últimamente a favor del nuevo gobierno de Egipto que ya cuenta con el apoyo de Arabia Saudí, Jordania, Kuwait, Emiratos Árabes y Baréin.

Incluso Qatar, uno de los principales patrocinadores del islamismo, procura distanciarse de los revoltosos Hermanos Musulmanes. El ministro de Exteriores qatarí, Jalid Al-Attiya, manifestó el domingo que toda la ayuda financiera enviada anteriormente a Egipto solo era para apoyar al gobierno del país y no a los Hermanos Musulmanes.
Próximamente, los Hermanos Musulmanes pueden verse incluso fuera de la ley en Egipto. El gobierno del País de las Pirámides piensa prohibirlos definitivamente, según informó el primer ministro del gabinete de transición, Hazem al-Bablaui. Dijo que “no puede haber compromiso con los que tienen sus manos manchadas de sangre”.
Es obvia la intención de los Hermanos Musulmanes de repetir el escenario de la “primavera árabe” de 2011. Pero es imposible en el Egipto de hoy. En el resto del mundo árabe, la situación también ha cambiado notablemente, señala el analista ruso Leonid Isaev, de la Escuela Superior de Economía:
—Para el Ejército egipcio, ya no puede haber compromisos. Jamás aceptaría el retorno del presidente islamista Morsi y la anterior constitución. Sería una locura. Un suicidio. El Ejército egipcio ya no tiene marcha atrás.
“A Egipto nadie lo pondrá de rodillas con presiones ni amenazas”, expresó el ministro de Defensa, Abdel Fattah Al-Sisi, que se vuelve cada día más popular en su país. Actualmente, en Egipto rige un estado de excepción. Las autoridades ordenaron desocupar y cerrar las mezquitas después de cada oración. De esta manera buscan evitar la repetición de lo que pasó en la mezquita Al-Fatah, de la plaza Ramses, en El Cairo, que por unas veinticuatro horas se convirtió en un refugio y baluarte de cientos de islamistas.
La noche del domingo al lunes fue la primera noche tranquila en el Cairo en las últimas dos semanas. Desde el viernes, en Egipto murieron más de ciento setenta personas. Las víctimas registradas desde el inicio de la revuelta que estalló el 3 de agosto, tras la destitución del presidente islamista Mohamed Morsi por el Ejército, se cifran en ochocientas.
Algunos expertos rusos estiman que la prohibición de los Hermanos Musulmanes puede radicalizar el movimiento, haciéndolo pasar a la táctica de guerrilla urbana. Entre quienes piensan así está el analista Semión Bagdasárov, especialista en Asia Central y Medio Oriente:
La guerra civil en Egipto no será como en Siria. Seguirá un esquema distinto de actos de terrorismo por todo el país y ataques a comisarías de policía e instituciones públicas y militares. La guerra civil ya es inevitable.
Entre tanto, en Egipto, va cobrando popularidad el general As-Sisi, el ministro de Defensa que entre el 16 y el 18 de agosto aplastó con “mano de hierro” la revuelta callejera de los islamistas. Se está convirtiendo en todo un verdadero héroe popular. Sus retratos se ven en la calles de El Cairo y otras ciudades del país.
Es de señalar que los disturbios han afectado una de las principales ramas de la economía egipcia, el turismo. La Unión rusa de Operadores de Turismo informa de una considerable caída de ventas en las agencias de viajes especializadas en Egipto y una renuncia masiva a los tours ya comprados. Estima que las cancelaciones pueden afectar el 30 % de la facturación. Los rusos. De momento hay más de cuarenta mil turistas rusos “con pasaje en mano” para viajar a Egipto. Otros cincuenta mil ya están descansando en las playas del País de las Pirámides.
nv/as/er

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