miércoles, 11 de junio de 2014

Y Lula irritó con sus palabras…

Y Lula irritó con sus palabras…

Por: Francisco Garfias
Un prudente silencio mantiene la cancillería alrededor de las explosivas y poco diplomáticas declaraciones que Lula hizo sobre México en un foro organizado en Porto Alegre por el periódico español El País. “Todo está peor que en Brasil”, aseveró el carismático expresidente.

Sabemos que las palabras de Luiz Inácio Lula da Silva irritaron al gobierno mexicano. Algunos funcionarios lo comentan en corto. Pero en la Secretaría de Relaciones Exteriores no se apartan del script de que las relaciones con Brasil son “excelentes” —nunca lo han sido— y que es voluntad de ambos gobiernos reforzarlas.

—¿Los señalamientos de Lula?—  preguntamos.

—No hay comentario ni on the record ni off the record— repuso el portavoz de la cancillería, Eduardo del Río.

En el programa de radio de Joaquín López-Dóriga alcanzamos a escuchar una extraña explicación de Beatriz Paredes, embajadora de México en Brasil, sobre las distantes relaciones entre los dos países. “Es (un fenómeno) asincrónico. Cuando Brasil quiere acercarse, México anda en otra cosa, y cuando México quiere acercarse, Brasil anda en otra cosa”, dijo la tlaxcalteca.

El exmandatario brasileño, invitado estrella del gobierno mexicano al lanzamiento de la Cruzada Contra el Hambre, realizado en Chiapas en abril de 2013, se aventó la puntada de hacer generalizaciones sobre la economía de ambos países, contrariado porque los expertos ubican a México como la gran novedad del siglo XXI. “Me fui a enterar (de los fundamentos económicos de México) y todo está peor que en Brasil”, dijo.

Muy orondo, presumió: “Lo que (los mexicanos) hacen mejor (la Reforma Energética), nosotros ya lo hicimos en Petrobras hace 20 años.
En la magia de Google buscamos los últimos datos del Banco Mundial y de la Cepal sobre ambas economías. En unas cosas están mejor los brasileños. En otras, los mexicanos.
No es absoluto a favor de ellos, como sostiene Lula. Nos superan, por ejemplo, en el ingreso per cápita. En 2102, fue de 11 mil 335 dólares contra nueve mil 748, según el BM. Son los últimos datos que encontramos. En el PIB, ni se diga. Casi nos duplican. Es un país del tamaño de un continente.
Los brasileños están peor en desempleo (6.9% contra 4.9%). La Cepal, por otro lado, ubica mejor a México en el tema de la inflación (3.5% contra 7.3%) en 2012. Otro dato favorable para nuestro país, según el BM, es que el crecimiento per cápita anual promedio fue de 5.2% en el periodo 2011-2012, contra sólo 1.8% en Brasil. Hay números más recientes sobre inversión extranjera. Los hizo públicos la Cepal en mayo de 2014:

A lo largo de 2013, Brasil captó 35% de la inversión extranjera directa que llega a América Latina. Atrajo 64 mil 46 milllones dólares. México es el segundo receptor, con 38 mil 286 millones dólares en 2013, el doble de lo recibido en 2012, gracias a la adquisición de la cervecera Modelo por Anheuser-Busch Inbev, en 13 mil 249 millones dólares.

Uno que sí reaccionó a las declaraciones de Lula fue el senador David Penchyna. El priista no está obligado a la prudencia y se dejó ir contra el “mal humor” —así lo definió la presidenta Dilma Rousseff— que sacude a Brasil por los gastos del Mundial:

“Hay que ver las expresiones sociales en aquel país. A lo mejor (Lula) sacó el capote para distraer lo que pasa en su economía”, dijo el legislador.
Penchyna es presidente de la Comisión de Energía del Senado. Tiene motivos para sentirse contento. En Los Pinos tienen plena confianza en que sacará adelante las famosas leyes secundarias que darán sustento a la Reforma Energética. Lo dice una “tarjeta informativa” que recibimos ayer del gobierno federal. Va textual el escrito:

“El principal habitante de la casa presidencial confía en Penchyna y en su bien ganada fama de negociador…Las negociaciones han sido complicadas, pero ya logró que el PAN nuevamente se siente a la mesa de la negociación... Tiene absoluto respaldo de los integrantes del primer círculo del presidente Peña Nieto. Saben que (en él) tienen un aliado serio y profesional al frente de las negociaciones de las reformas secundarias en materia energética”. ¡Óooorale! Diría el clásico Brozo.
El frío caracterizó la primera reunión de los senadores del PAN con Gustavo Madero después de su reelección. Ni aplauso al inicio ni aplauso al final del encuentro realizado en el elefante blanco de Reforma e Insurgentes.
Peor aún. En la bancada azul se quejan de que llegó dos horas después de lo anunciado por el coordinador Jorge Luis Preciado.
Al encuentro asistió Ernesto Cordero, quien aún sigue con licencia. Se reincorpora plenamente al trabajo legislativo el próximo miércoles.

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