miércoles, 17 de septiembre de 2014

Obama garantiza a los soldados de EE UU que no pisarán Irak

Obama garantiza a los soldados de EE UU que no pisarán Irak

El presidente zanja la discusión creada por el Jefe del Estado Mayor Conjunto


Barack Obama, junto a Chuck Hagel (centro) y Lloyd Austin (derecha), en la base Aérea de MacDill en Tampa (Florida). / JOE RAEDLE (AFP)

No viajaron los generales hasta Washington y desplegaron sus planes para el presidente. En un movimiento cargado de simbolismo, fue el Comandante en Jefe quien se desplazó hasta la sede del Comando Central en Tampa (Florida) para dirigirse este mediodía a los hombres y mujeres que sirven en el Ejército de Estados Unidos y garantizarles que el país no luchará otra guerra en Irak hombro con hombro con el enemigo. “Quiero que esto quede claro”, insistió el mandatario segundos después de haber repetido la misma frase. “Las fuerzas americanas que han sido desplegadas en Irak no tienen y no tendrán una misión de combate”, proclamó el presidente en la base Aérea de MacDill.
Barack Obama quiso hablar a las tropas, reconfortarles al decir que con haber llevado sobre sus hombros el peso de dos guerras desde la larga década que inauguró el 11 de Septiembre han tenido bastante. “Como vuestro Comandante en Jefe no os mandaré a luchar otra guerra en Irak”, repitió Obama, quien añadió que EEUU no libraría esta lucha en solitario, ya que no se puede hacer por los pueblos lo que no hacen “por ellos mismos”. Obama incluso apuntó que sería más efectiva una lucha en la que no hubiera efectivos estadounidenses en el terreno. “Cuando hacemos las cosas solos, en cuanto nos vamos comienzan a surgir los mismos problemas”.
Obama quiso hablar a las tropas y reconfortarles al decir que con dos guerras ya habían tenido bastante
El presidente renovaba su compromiso un día después de que el general Martin Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto, dejará abierta la puerta a la posibilidad del despliegue de fuerzas de combate en Irak durante una comparecencia en el Capitolio el pasado martes. La Casa Blanca matizó entonces los comentarios de Dempsey y dijo que el general expuso un hipotético escenario ante preguntas de los senadores. Los analistas terciaban e insistían en que ese el trabajo de los militares, tener en cuenta todos los posibles escenarios. Y los legisladores que ahora fuerzan al presidente a iniciar una nueva guerra le presionan políticamente para que envíe tropas, ya que de lo contrario no creen que sea posible “degradar y finalmente destruir” a los yihadistas del autonombrado Estado Islámico.
Sea como fuere, esté Obama en sintonía con sus generales y las diferencias que parecen que existen se deban a meros escenarios hipotéticos, no deja de ser cierto que voces destacadas dentro del estamento militar han reclamado al presidente la presencia de tropas de combate. Desde el general al cargo de la nueva intervención militar de EEUU en Irak, Lloyd Austin, hasta el exsecretario de Defensa Robert Gates han cuestionado si el presidente puede cumplir el objetivo trazado sin tropas en territorio iraquí.
El general Austin recomendó al presidente que desplegara un número pequeño de efectivos ligados a Operaciones Especiales
Austin recomendó al presidente antes de su discurso a la nación hace una semana que desplegara un número pequeño de efectivos ligados a Operaciones Especiales que pudieran aconsejar y asistir a las unidades iraquíes durante los combates cara a cara con los yihadistas del EI. “No van a poder tener éxito contra el EI solo con ataques aéreos”, expresaba el antiguo secretario de Defensa Robert Gates. “Así que tendrá que haber tropas en el terreno si queremos tener una mínima esperanza de éxito en esta estrategia”.
Obama insiste en que la lucha contra el EI, que de momento no parece ser una amenaza que pueda estallar dentro de casa, debe ser el resultado de una coalición, a pesar de que EEUU es el único país capaz de liderarla y a pesar de que “incluso los países que se quejan de América recurren a nosotros” cuando hay problemas.
Que haya tropas de combate sobre territorio iraquí o no parece quedar reducido a una cuestión de semántica. O incluso de guerra encubierta, según algunos columnistas. David Ignatius escribía en la edición del diario The Washington Post del miércoles: “Seamos honestos, las tropas de EEUU ya están sobre el terreno y van a ir muchas más”. En opinión del columnista, Obama se estaría refugiando en el artículo 50 del Código de EEUU que regula las actividades de la CIA en acciones encubiertas. La historia muestra, desde Vietnam a Centroamérica pasando por Oriente Próximo, que estas operaciones negras pueden volverse en contra de quien las inicia. “La cuestión ahora”, expone Ignatius, “es si Obama decidirá decirlo públicamente [que ya hay tropas en operaciones especiales] o quedarse en su papel preferido de Comandante en Jefe encubierto”. 

Kerry: El Estado Islámico es la prioridad, Assad puede esperar

Silvia Ayuso
Combatir al Estado Islámico (EI) primero. Acabar con el régimen de Bachar al Assad después. Esa es la prioridad establecida por el gobierno de Barack Obama para su estrategia en Siria, según explicó el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ante un panel del Senado este miércoles.
El jefe de la diplomacia estadounidense respondió durante tres horas a las a menudo duras preguntas de los senadores del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, varios de los cuales, especialmente el republicano John McCain, cuestionaron que no se apoye a la par la lucha de la oposición moderada siria -a la que se quiere implicar como fuerza sobre el terreno contra el EI- en sus intentos de acabar con el gobierno de Damasco.
Pero Kerry, que volvió a reiterar, como el presidente Barack Obama, que Estados Unidos no enviará tropas a combatir sobre el terreno al EI, no aceptó las críticas.
“El Estado Islámico primero. Esa es nuestra política”, subrayó Kerry. “El EI debe ser derrotado. Punto”, zanjó.
Según indicó, numerosas fuentes locales han advertido de que “el éxito alimenta el éxito” y que uno de los principales motivos de que tantos extremistas, extranjeros incluidos, se hayan unido a las filas del EI es que “parece que nadie se les oponía” hasta que EE UU empezó a bombardear sus posiciones en Irak.
“Si no frenamos primero al EI, podría no quedar mucho” por lo que luchar después, advirtió. Y una vez eliminada la amenaza de los yihadistas, la oposición moderada “será más fuerte” en Siria, confió.
Kerry se encontraba testificando aún ante el Senado cuando la Administración Obama dio un paso clave en su nueva estrategia contra el EI al aprobar la Cámara de Representantes su petición de armar y entrenar a la oposición moderada siria contra el grupo extremista.
Aunque numerosos legisladores se habían mostrado reticentes a la petición de Obama, la autorización recibió el visto bueno de 273 congresistas, frente a 156 que votaron en contra. Se espera que el Senado lleve a votación la propuesta esta misma semana.
En una comparecencia ante el Senado tras Kerry, el exembajador estadounidense en Siria, John Ford, advirtió sin embargo de que uno de los principales obstáculos en los planes estadounidenses será volver a ganarse la confianza de  una oposición siria que siente “mucha amargura” e “indignación” porque EE UU no intervino para detener la muerte de más de 200.000 sirios en los tres años de guerra civil.
“Tenemos un problema de credibilidad con algunos de esos grupos” de la oposición a los que se va a armar, alertó. Ford subrayó que ésta no se recupera de la noche a la mañana, aunque consideró que el plan de entrenar y armar a estos grupos permitirá “con el paso del tiempo” recuperar esa confianza y credibilidad, “pero no va a ser fácil”, insistió.

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