viernes, 21 de noviembre de 2014

El país se está despedazando”: dice ex gobernador de Jalisco, uno de sus destructores

El país se está despedazando”: dice ex gobernador de Jalisco, uno de sus destructores
Por:  / 21 noviembre, 2014
0511Pre2
Comparte

(21 de noviembre, 2014).- “El país se está despedazando”, dijo Francisco Javier Ramírez Acuña, ex gobernador del estado de Jalisco, mientras sostenía una copa de champagne Möet & Chandon en la recepción de una boda en Nuevo Vallarta.
Yo, con traje de mesero y una charola repleta de copas flauta, llenas de líquido espumoso, lo escuché con claridad, a pesar del bullicio que implica el trabajar en un evento de este tipo.
Desde ese momento no me ha dejado de brincar la frase: “El país se está despedazando”. No me brinca porque no esté pasando, sino porque es interesante que lo diga un político cuyo partido comenzó, a nivel federal en 2006, el “despedazamiento” del orden público por medio de la llamada “guerra contra el narco”: aquella estrategia fallida, dirigida por Felipe Calderón Hinojosa –de quien Ramírez Acuña fue secretario de 2006 a 2008- que buscaba acabar con el crimen organizado y con la venta de estupefacientes.
Quizá lo diga porque, en el mismo lapso en el que él gobernó Jalisco, Vicente Fox promovió la construcción de un aeropuerto en la Ciudad de México y firmó el decreto presidencial de la expropiación de tierras en San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán.
Sí, el mismo caso que detonó la indignación por parte de algunos campesinos que se organizaron y crearon el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
Tal vez asevere tal cosa por aquella Cumbre de Jefes de Estado de América Latina y el Caribe-Unión Europea (ALCUE), que se llevó a cabo en Guadalajara el 28 de mayo de 2004, en la que, con el pretexto de que cientos de jóvenes ostentaban banderas “altermundistas-globalifóbicas”, se utilizó la fuerza policial para detener con lujo de violencia (no lo digo yo, se puede observar en cientos de videos del suceso en YouTube) a 45 manifestantes a los que les exigieron fianzas altísimas alegando actos de vandalismo.
Quizá sea por aquel lapso de 2009 a 2010 en el que el político panista, originario de Jamay, Jalisco, se desempeñó como presidente de la Cámara de Diputados y presentó aquella reforma política que planteaba la reelección de legisladores federales en una legislatura en la que los escaños panistas eran la mayoría representativa, además de aumentar el tiempo de mandato en cargos de elección popular como alcaldes, jefes delegacionales y otros miembros de ayuntamientos.
Es probable que Ramírez Acuña no hilvanara la flamante frase refiriéndose a alguno de los anteriores casos. Es probable que se refiera a las manifestaciones, a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a la cifra de más de 58 mil homicidios en lo que va del presente sexenio, a que la cifra supera con más de 15 mil muertes a ese mismo periodo de la presidencia de Felipe Calderón.
Cualquiera que haya sido su intención, está fuera de los términos de lo políticamente ético convertir los problemas de estado en una conversación casual en una gala a pie de un embarcadero en las costas nayaritas.
Quizá él político desde hace 14 años así comience las conversaciones, quizá la ha convertido en una frase protocolaria para empezar una plática. Quizá había más comentarios frívolos de su parte, es muy probable que los hubiera. Yo no pude escucharlos, tenía que seguir ofreciendo champagne.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario