Rusia crea en un tercio de Siria una zona impenetrable para la OTAN
Según el Washington Post, el
comandante militar de la OTAN, el general Philip Breedlove, ha
reconocido públicamente, durante una conferencia celebrada en la
Fundación Marshall, que, en Siria, Rusia ha creado una zona de exclusión
que resulta impenetrable para todos los medios de la OTAN.
Internacional |
Al Manar | 24-10-2015 |
Esta zona de exclusión dispone de medios de última
generación, incluyendo misiles antiaéreos S-300 PM2, desplegados en
barcos en el Mediterráneo, y otros terrestres como los Pantsir-S1. La
zona comprende el 30% de Siria y está situada alrededor de la provincia
de Latakia, donde se halla la base aérea rusa de Hamaimim y el puerto
naval de Tartus, utilizado por los barcos de guerra rusos.
Dado que EEUU se oponía con todas sus fuerzas al despliegue de una presencia militar rusa en Siria, el Estado Mayor del Ejército ruso decidió desplegar en Siria aviones militares rusos Sujoi en secreto y desplegar el potente sistema automatizado C-41 (mando, control, comunicaciones, informática, información e interoperabilidad), que le ha permitido imponer su supremacía en la guerra radio-electrónica (Electronic Warfare – EW) contra los sistemas de reconocimiento terrestres, aéreos y por satélite estadounidenses, imponiendo así una zona de exclusión para la OTAN en Siria (A2/AD Bubble).
El elemento clave en el dispositivo puesto en práctica por los rusos está constituido por los sistemas Krasuja-4, que realizan una continua interferencia de los radares de vigilancia, los de los satélites militares norteamericanos de la familia de Lacrosse/Onyx, los que están basados en los países vecinos de Siria, los de los aviones AWACS y E-8C y los de los drones RQ-4 Global Hawk, MQ-1 Predator y MQ-9 Reaper.
Rusia ha llevado a Siria otros tipos de material moderno que generan contramedidas, incluyendo en el espacio visible, infrarrojo o láser, contra los medios opto-electrónicos de vigilancia aérea y por satélite (IMINT) de los norteamericanos.
Esta zona es opaca a todos los medios de observación terrestres, navales, aéreos y espaciales de la OTAN. No estando en condiciones de determinar las características de los nuevos sistemas electrónicos y de control de fuego desplegados por los rusos, la OTAN no puede neutralizarlos por medio de las interferencias.
En consecuencia, todo tránsito o trasporte que utilice este espacio de exclusión aérea deberá contar con el acuerdo de Rusia. Dados los innegables progresos realizados por Rusia en estos años en el dominio de los radares, los planificadores estadounidenses sospechan que sus aviones F-22 de la 5ª generación ya no son "invisibles" para los rusos.
Según el general Breedlove, no es sólo en Siria donde los rusos ha creado zonas de exclusión para la OTAN. Estas zonas ya existen en el enclave ruso de Kaliningrado, en el Mar Báltico, y en la costa rusa del Mar Negro, que incluye Crimea.
Dado que EEUU se oponía con todas sus fuerzas al despliegue de una presencia militar rusa en Siria, el Estado Mayor del Ejército ruso decidió desplegar en Siria aviones militares rusos Sujoi en secreto y desplegar el potente sistema automatizado C-41 (mando, control, comunicaciones, informática, información e interoperabilidad), que le ha permitido imponer su supremacía en la guerra radio-electrónica (Electronic Warfare – EW) contra los sistemas de reconocimiento terrestres, aéreos y por satélite estadounidenses, imponiendo así una zona de exclusión para la OTAN en Siria (A2/AD Bubble).
El elemento clave en el dispositivo puesto en práctica por los rusos está constituido por los sistemas Krasuja-4, que realizan una continua interferencia de los radares de vigilancia, los de los satélites militares norteamericanos de la familia de Lacrosse/Onyx, los que están basados en los países vecinos de Siria, los de los aviones AWACS y E-8C y los de los drones RQ-4 Global Hawk, MQ-1 Predator y MQ-9 Reaper.
Rusia ha llevado a Siria otros tipos de material moderno que generan contramedidas, incluyendo en el espacio visible, infrarrojo o láser, contra los medios opto-electrónicos de vigilancia aérea y por satélite (IMINT) de los norteamericanos.
Esta zona es opaca a todos los medios de observación terrestres, navales, aéreos y espaciales de la OTAN. No estando en condiciones de determinar las características de los nuevos sistemas electrónicos y de control de fuego desplegados por los rusos, la OTAN no puede neutralizarlos por medio de las interferencias.
En consecuencia, todo tránsito o trasporte que utilice este espacio de exclusión aérea deberá contar con el acuerdo de Rusia. Dados los innegables progresos realizados por Rusia en estos años en el dominio de los radares, los planificadores estadounidenses sospechan que sus aviones F-22 de la 5ª generación ya no son "invisibles" para los rusos.
Según el general Breedlove, no es sólo en Siria donde los rusos ha creado zonas de exclusión para la OTAN. Estas zonas ya existen en el enclave ruso de Kaliningrado, en el Mar Báltico, y en la costa rusa del Mar Negro, que incluye Crimea.
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