¿Por qué Rusia y China están comprando toneladas de oro?
F. William Engdahl
Journal-neo
Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés
El
oro es uno de los más fascinantes metales escasos. A lo largo de toda
la historia se le ha dado un valor especial, a veces sagrado o
espiritual: desde que hace 6.000 años las tumbas de los faraones
egipcios se llenaban con oro para acompañar a los muertos en su viaje.
En épocas de crisis financieras mundiales como en la década de 1930, el
oro es el preferido de los bancos centrales y de los ciudadanos
ordinarios como reserva de valor, cuando el papel moneda lo pierde. Nos
estamos acercando a otro de esos momentos en que la deuda acumulada del
sistema del dólar está sobrepasando el valor del papel moneda en
dólares. En este sentido es muy significativo es que los bancos
centrales estén comprando todo el oro que pueden conseguir.
El
dólar hoy ya no está respaldado por el oro. Es así desde que en agosto
de 1971 Nixon, de forma unilateral, abrogó en Tratado de Bretton Woods
de 1944 y sacó al dólar de su obligatorio respaldo en oro para que
flotara de forma libre. Lo hizo ante la insistencia del entonces
subsecretario del Tesoro Paul Volcker y del patrón de Volcker, David
Rockefeller, en el Chase Manhattan Bank. Nixon adoptó esta medida
desesperada debido a que las reservas de oro del la Reserva Federal
estaban desapareciendo, a medida que Francia, Alemania y otros socios
comerciales de los Estados Unidos pedían oro a cambio de sus dólares
acumulados durante el comercio, como estaba permitido bajo las normas de
Bretton Woods.
Desde 1971, sin el respaldo del oro
que, aparte de la ficción cuidadosamente mantenida por la Reserva
Federal de que aún tiene los mayores stocks de oro en sus profundas
bóvedas, que la FED evalúa en más de 8.000 toneladas, los dólares
fiduciarios en circulación se han expandido sin límite. Esta es la
fuente de la Gran Inflación experimentada en el mundo durante los
pasados 45 años, en que los dólares en circulación han tenido una
expansión exponencial de un 2.500% desde 1970. La confianza en la
posesión de dólares, que aún es la principal divisa de reserva mundial,
se ha mantenido por Washington mediante varios trucos y engaños.
Después
de la crisis del petróleo de octubre de 1973, el secretario de Estado
Henry Kissinger habló de un “petrodólar”. El valor del dólar estaba
respaldado no por el oro, sino por el petróleo. El precio de éste fue
manipulado por Kissinger y otros en 1973, como detallo en mi libro
“Dioses del dinero”, consiguiendo un incremento de un 400% en cuestión
de meses, y obligando a Alemania, a Francia, a Latinoamérica y a gran
parte del mundo a comprar dólares. Washington se aseguró también en
1975, cuando Alemania, Japón y otras naciones intentaron comprar
petróleo de la OPEP en sus propias divisas, que Arabia Saudí y los
países de la OPEP solamente aceptarían dólares a cambio de su oro negro,
el petróleo.
Desde septiembre de 2014 el precio
mundial en dólares del petróleo se ha hundido. Ha ido desde los 103
dólares barril hasta acercarse hoy a los 30 dólares. Es un hundimiento
de un 70% en la demanda de dólares para la principal mercancía mundial
que se valora en dólares.
En este contexto político y
financiero, los bancos centrales de Rusia y China están comprando oro
para sus reservas a un ritmo frenético. No solo esto, sino que el Banco
Popular de China anunció recientemente que abandona su sujeción al dólar
y que diversificará una bolsa de divisas encabezada por el euro. Sin
embargo, los movimientos de China y de Rusia hacia el oro son mucho más
estratégicos.
Rusia compra mucho oro
Mientras
todos los ojos están puestos en el precio del petróleo y en la tasa de
cambio rublo/dólar, el Banco Central de Rusia ha estado comprando
silenciosamente altas cantidades de oro durante el último año. En enero
de 2016, los últimos datos disponibles, el Banco Central de Rusia compró
de nuevo 22 toneladas de oro, alrededor de 800 millones dólares al
cambio actual, y esto entre las sanciones financieras de Estados Unidos y
la Unión Europea y bajos precios de petróleo. Era el undécimo mes
consecutivo que compraba grandes volúmenes de oro. En 2015 Rusia añadió
208 toneladas de oro a sus reservas, en comparación con las 172
toneladas que compró en 2014. Rusia tiene ahora 1.437 toneladas de oro
en sus reservas, la sexta mayor del mundo según el Consejo Mundial del
Oro de Londres. Sólo Estados Unidos, Alemania, Italia Francia y China
tienen un mayor número de toneladas en sus reservas de oro.
Cabes
destacar también que el Banco Central ruso ha vendido sus tenencias de
deuda del Tesoro estadounidense para comprar el oro, desdolarizándose de
facto, un movimiento sensible en tanto que el dólar está en guerra de
divisas contra el rublo. En diciembre de 2015, Rusia mantenía 92.000
millones de dólares en bonos del Tesoro de Estados Unidos, contra
132.000 millones en enero de 2014.
Más
significativamente, después de que la gobernadora del Banco Central
ruso, Elvira Nabiullina, declaró en mayo de 2015 que no veían ninguna
necesidad de comprar toda la producción nacional de oro al poder
satisfacer fácilmente sus necesidades en el mercado abierto
internacional, algo que disminuiría las reservas de rublos, se ha dado
un aparente giro de 180º. El Banco central de Rusia está comprando ahora
toda la producción doméstica de oro. Sólo cuando los objetivos
mensuales están cumplidos proceden a importar. Nabiullina afirmó
recientemente que “creemos que es necesario en términos de un colchón
financiero para el Estado ante incertidumbres externas”.
Es
muy significativo porque Rusia, cuyas reservas de oro del Banco Central
fueron robadas durante la época del Yeltsin a principios de la década
de 1990, ha crecido hasta convertirse en la segunda potencia extractora
después de China. Es un apoyo fundamental a su industria minera aurífera
y al rublo.
China y Kazajstán también
Sólo
unas cantidades ligeramente menores de oro ha comprado China en pasados
los últimos meses, Y lo mismo está realizando Kazajstán. En los últimos
40 meses, Kazajstán ha estado aumentado sus reservas de oro. Kazajstán
es miembro de la Unión Económica Euroasiática, junto a Rusia,
Bielorrusia, Armenia y Kirguizistán. Bielorrusia también ha incrementado
sus reservas de lingotes.
China compró otras 17
toneladas de oro en enero y comprará un total de 215 toneladas este año,
aproximadamente igual que Rusia. De agosto a enero de 2016 China añadió
101 toneladas de oro a sus reservas. Las compras anuales de más de 200
toneladas por el Banco Popular de China superarían las tenencias totales
de oro de todos los países del mundo, exceptuando 20 de ellos según el
Consejo Mundial del Oro. Sus reservas han crecido un 57% desde 2009,
según datos revelados en julio de 2015. Los analistas de mercados creen
incluso que esta cantidad de oro está siendo políticamente disminuida
para que no se disparen las alarmas demasiado fuerte en Washington y
Londres.
Kirguizistán, Rusia y China son también
miembros de la Organización para la Cooperación de Shangai. Estos países
euroasiáticos forman parte también del gigantesco proyecto chino “Un
cinturón, un camino” que a veces se denomina la Nueva Ruta de la Seda
Económica, un proyecto para tejer toda Eurasia con redes de
ferrocarriles de alta velocidad y desarrollar nuevos y grandes puertos
grandes a fin de cambiar el mapa económica euroasiático. El año pasado
China anunció que estaba diseñando las líneas ferroviarias de la Ruta de
la Seda para permitir a las reservas de oro rusas y de Asia central,
ahora carentes de infraestructura para desarrollo, llegar a ser
económicamente atractivas para estos países.
Las
divisas de Rusia, China y los países euroasiáticos se están moviendo
para llegar a ser “tan buenas como el oro”, un término que se aplicaba
al dólar estadounidense hace seis décadas. El hecho de que Rusia también
tiene un extremadamente bajo índice deuda/Producto Interior Bruto, un
18% comparado con el 103% de los Estados Unidos EUU, el 94% de los
países de la zona euro de la UE y el más de 200% de Japón es un hecho
que las agencias occidentales de calificación comprometidas en la guerra
financiera del Tesoro estadounidense contra la Federación Rusa ignoran
convenientemente. Rusia tiene una economía mucho más saludable que la
mayoría de los países occidentales, que declaran que Rusia es un Estado
fallido.
F. William Engdahl es
consultor de riesgo estratégico y conferenciante, es licenciado en
Políticas por la Universidad de Princeton.
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