Washington lanza su ataque contra los BRICS
Paul Craig Roberts
Counterpunch
Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por Julio Fucik
Después
de haber eliminado a la presidenta reformista de Argentina, Cristina
Fernández de Kirchner, Washington ahora se dispone a eliminar a la
presidenta reformista de Brasil, Dilma Rousseff.
Washington
utilizó a un juez federal para ordenar a Argentina sacrificar su
programa de restructuración de su deuda externa con el objeto de pagar a
los fondos buitres el valor total de los bonos en mora que los fondos
buitre habían comprado por unos cuantos centavos de dólar. A estos
buitres se los catalogó como “acreedores” que habían otorgado
“préstamos” sin tener en cuenta que no se trataba de “acreedores” y que
no habían otorgado préstamo alguno. Eran oportunistas a la caza de
dinero fácil que fueron utilizados por Washington para deshacerse de un
gobierno reformista.
La presidenta Cristina
Fernández de Kirchner resistió y, por lo tanto, tenía que irse.
Washington inventó la historia de que la presidenta había encubierto un
supuesto atentado iraní en Buenos Aires en 1994. Esta fantasía
inverosímil, sobre la que no existe ninguna evidencia de participación
iraní, fue suministrada por uno de los agentes de Washington a la
oficina del fiscal del estado y un dudoso evento ocurrido hace 22 años
fue utilizado para sacar a la Kirchner del camino del saqueo
estadounidense de Argentina.
En Brasil, Washington
ha utilizado insinuaciones de corrupción para conseguir que la
presidenta Rousseff sea acusada por la cámara baja. Las evidencias no
son necesarias, solo las acusaciones. Todo esto no guarda ninguna
diferencia con las “armas nucleares iraníes”, “las armas de destrucción
masiva” de Saddam Hussein; el empleo de “armamento químico” por parte
del presidente Assad o como en el caso de la presidenta Rousseff meras
insinuaciones. El Secretario General de la Organización de Estados
Americanos, Luis Almagro, señaló que “la presidenta Rousseff no ha sido
acusada de nada”. Las oligarquías apoyadas por EEUU están sencillamente
utilizando el juicio político para sacar a una presidenta que no pueden
derrotar electoralmente.
En resumen, se trata de un
movimiento de Washington contra los BRICS. Washington está tratando de
poner en el poder político a un partido de derecha que Washington
controle con el propósito de poner fin a la creciente relación de Brasil
con China y Rusia.
La gran ironía es que el
proyecto de ley de juicio político fue presidido por el corrupto
presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, que recientemente fue
descubierto que tiene acumulados millones de dólares en cuentas secretas
en un banco suizo (quizás pagos recibidos de parte de Washington) y que
cometió perjurio cuando negó tener cuentas bancarias en el exterior. SE
puede leer esta sórdida historia en
http://www.globalresearch.ca/us-complicity-after-vote-to-remove-brazils-president-key-opposition-figure-holds-meetings-in-washington/5521059.
Los
“crímenes” de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y de la
presidenta Dilma Rousseff son sus esfuerzos para que los gobiernos de
Argentina y Brasil representen a los pueblos de Argentina y Brasil y no a
sus respectivas oligarquías y a Wall Street. En Washington esto
constituye un delito grave ya que Washington utiliza a las oligarquías
para controlar a los países de América del Sur. Siempre que los
latinoamericanos elijan un gobierno que los represente, Washington
derribará al gobierno o asesinará al presidente.
Washington
está cerca de poner a Venezuela de nuevo bajo el control de su
oligarquía criolla, que es su aliada. Los presidentes de Ecuador y
Bolivia también están en la mira. Una de las razones por qué Washington
no permitirá a su perrito faldero británico honrar el asilo que Ecuador
concedió a Julián Assange, es porque Washington tiene la esperanza de
tener a su propio agente como presidente de Ecuador en cuya eventualidad
el asilo otorgado a Assange será revocado.
Washington
siempre ha bloqueado las reformas en América Latina. Los pueblos
latinoamericanos continuarán siendo siervos de EEUU hasta tanto no
elijan gobiernos con tan abrumadoras mayorías que estos puedan enviar al
exilio a las traidoras oligarquías, cerrar las embajadas
norteamericanas y expulsar a todas las corporaciones estadounidenses.
Cada país latinoamericano que soporte la presencia norteamericana en su
territorio no tiene otro futuro que la servidumbre.
Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro de EEUU y editor asociado de The Wall Street Journal.
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