¿Por qué Israel está en alianza con Jabhat al-Nusra?
por Alexander Azadgan – El
pasado mes, Jabhat al-Nusra (también conocido como el Frente al-Nusra),
el brazo de al-Qaeda en Siria, anunció que estaba cortando lazos con
al-Qaeda y se renombraba a sí misma como Jabhat al-Fatah al-Sham (El
frente por la conquista de Siria).
En un video, el líder del grupo, Abu Mohamed
al-Jolani, explicó que la asociación del grupo con al-Qaeda permitió que
potencias extranjeras interviniesen en el conflicto sirio por
calificarles como grupo terrorista islámico.
The Guardian citó a Al-Jolani diciendo
que el cambio de nombre tiene la intención de “quitar la excusa usada
por la comunidad internacional –encabezada por Rusia- para bombardear y
desplazar a los musulmanes en el levante: Están apuntando contra el
frente al-Nusra, por estar asociado con al-Qaeda”.
Después explicó que la nueva política era un
intento para quitar al grupo de la lista de terroristas internacionales y
permitirle ser percibido como una alternativa más aceptable y
“moderada” que su principal competidor, el ISIS.
Al-Nusra comparte ciertos objetivos comunes con el
ISIS en buscar el derrocamiento del gobierno legítimo y secular del
presidente sirio, Bashar Al-Assad, y reemplazarlo con uno
salafista/wahabista. También ha expresado odio por los EEUU y otros
gobiernos occidentales aunque esté siendo apoyado por los EEUU y la
OTAN. Escribiendo para National Interest en noviembre de 2015, el
analista geopolítico, Daniel DePetris, explicó:
“Como sus competidores yihadistas del
ISIS, al-Nusra está compuesta de individuos altamente motivados y
comandantes a los que nada les gustaría más que golpear en los EEUU o en
objetivos en Europa. Jabhat al-Nusra comparte la misma interpretación
minoritaria salafí-yihadista del islam que el ISIS, desprecia a todos
los grupos religiosos fuera de la comunidad sunní mayoritaria de Siria, y
se ha dedicado al mismo tipo de atrocidades que ha hecho Abu Bakr
al-Baghdadi del ISIS, el terrorista internacional vivo más buscado”.
Aunque ha enfocado sus ataques más directamente
contra las fuerzas del gobierno sirio y sus centros físicos y simbólicos
de poder, mantiene una crueldad similar al ISIS. En su Informe Mundial
de 2016, Human Rights Watch mencionó que ambos grupos “fueron
responsables de violaciones sistemáticas y extensas, incluyendo el
ataque a civiles, secuestros, y ejecuciones” en Siria. Tanto ISIS como
Al-Nusra imponen reglas estrictas y discriminatorias sobre mujeres y
chicas, y han reclutado activamente a niños-soldado, según el informe.
¿Pantalla de humo o estrategia?
En su reciente cambio de marca, al-Nusra también
parece estar evaluando los cálculos políticos de la guerra impuesta
contra Siria y admitiendo las recientes ganancias por las fuerzas del
gobierno sirio y sus aliados (Irán, Hezbollah, y Rusia). Con el
presidente Assad fortaleciendo su posición y las fuerzas rebeldes en
desorden, al-Jolani puede que esté haciendo una oferta para unificar a
la posición proyectando una imagen menos terrorista al mundo exterior.
El líder del frente al-Nusra,
al-Jolani, anunció en un video mensaje publicado el jueves 28 de julio
de 2016 que el grupo militante está cambiando el nombre, y afirma que no
tendrá más lazos con al-Qaeda.
Sin embargo, todavía no está claro lo que
significa realmente esta aparente ruptura con al-Qaeda. En el anuncio
del nuevo nombre del grupo, al-Jolani estuvo acompañado por un asociado
de alto nivel de Ayman al-Zawahiri, el actual líder de al-Qaeda, creando
la impresión de que los cambios son más tácticos que estratégicos.
Ayman al-Zawahiri, jefe de al-Qaeda, pronunció una declaración en un
video que fue visto en internet.
Smadar Perry, un periodista israelí conocido por
tener estrechos vínculos con las fuentes de inteligencia israelíes,
incluso insinuó que el Mossad Israelí incitó que al-Nusra fuese por este
nuevo camino. En una pieza de opinión publicada por YNet el lunes,
Perry escribió:
“Puede ser que esta separación sea solo
una pantalla de humo, y que al-Julani se mantendrá en contacto con
al-Qaeda en secreto. Puede ser también que Jabhat al-Nusra haya recibido
un análisis de inteligencia desde cierta organización que le dijo que
se prepare para el día después de que Assad abandone el poder”.
La Casa Blanca tiene dificultades para comprar
este reemplazo. Están en un periodo de prueba con EEUU, dijo un portavoz
oficial, sin descartar totalmente la posibilidad de que combatientes
locales se unan a la coalición anti-ISIS encabezada por los americanos.
Si hacen un espectáculo de fuerza en el cambio, y
la disociación de Jabhat al-Nusra conduce a un futuro debilitamiento de
al-Qaeda en Afganistán, y si Israel proporciona su supuesta inteligencia
sobre al-Julani –Hezbollah y Assad juran que ése es un agente del
Mossad- al-Nusra puede convertirse en otra pieza del puzzle que es la
nueva Siria.
En la versión original en hebreo del
mismo análisis, Perry mencionó la probabilidad de que Siria sea dividida
en “tres o cuatro cantones”. Esto ha sido siempre el objetivo para Tel
Aviv, que ve a Siria como uno de los pocos estados árabes restantes, que
pueden amenazar sus intereses y seguridad.
Soldados israelíes aseguran un área donde un
mortero fue disparado durante choques entre rebeldes sirios y las
fuerzas gubernamentales del presidente Bashar Al-Assad en la provincia
de Quneitra y que golpeó en una comunidad en los altos del Golán
ocupados por Israel. Por primera vez en la guerra civil siria,
terroristas conectados con Al-Qaeda están posicionados en la puerta de
Israel.
En la visión totalmente torcida de Israel, la paz
en su frontera norte estaría garantizada si Siria puede ser dividida en
facciones en guerra. Es una aproximación defendida desde el comienzo de
la guerra civil en 2011 por Daniel Pipes, un ultraderechista,
pro-israelí, y neo-con, que sirve como presidente del Middle East Forum,
un laboratorio de pensamiento sionista. Argumentando que “la
continuidad del conflicto sirio ofrece beneficios para occidente”,
explicó:
“Ya que los islamistas sunníes combaten
a los chiíes, ambos lados están debilitados, y sus rivalidad letal
merma sus capacidades para molestar al mundo exterior. Para las minorías
inquietas e inspiradoras (sunníes en Irán, Kurdos y Chiíes en Turquía),
la lucha continuada en Siria también podría debilitar a los gobiernos
islámicos”.
Más adelante mencionó:
“Nada en las constituciones de los
estados occidentales les obliga a participar en cada conflicto exterior;
quedarse fuera de este se probará que es un movimiento inteligente.
Además del beneficio moral de no ser responsable por los horrores aún
por venir, estar lejos permite a occidente que finalmente ayude a sus
únicos verdaderos amigos en Siria, los liberales del país”.
En un correo electrónico de 2012 publicado por
WikiLeaks, Hillary Clinton ofreció una variante enfocada en Irán de esta
aproximación:
“El mejor modo de ayudar a Israel para
hacer frente a la creciente capacidad nuclear de Irán es ayudar a que la
gente de Siria derroque al régimen de Bashar Assad”.
La alianza al-Nusra-Israel
Por último, a Israel no le importa mucho lo que
ocurra en Siria siempre que pueda mantener un protectorado títere junto a
su frontera en los altos del Golán. Israel empezó ocupando y
administrando la región en la guerra de los seis días de 1967, y
oficialmente se anexionó los altos del Golán en 1981. Israel continúa
rechazando la devolución del territorio a Siria a pesar del casi
universal consenso sobre que la ocupación es ilegal bajo derecho
internacional. Es más, el descubrimiento allí de posibles depósitos de
gas, ha coincidido con un incremento en la expansión de los
asentamientos israelíes en años recientes.
Examinando la alianza al-Nusra-Israel en la
región, está claro que las conexiones entre las dos partes han sido
sumamente estrechas. Israel mantiene un campamento fronterizo para las
familias de los combatientes sirios. Algunos periodistas han documentado
que comandos de las Fuerzas de Defensa Israelí entraron en el
territorio sirio para encontrarse con rebeldes sirios.
Otros han fotografiado encuentros entre personal
militar israelí y comandantes de al-Nusra en el cruce de Quneitra, la
línea de alto el fuego que separa el territorio controlado por los
sirios y el territorio ocupado por Israel en los altos del Golán.
Personal de la ONU también documentó a vehículos rebeldes sirios recogiendo suministros desde el lado israelí:
“La publicación trimestral de la UNDOF
[United Nations Disengagement Observer Force] informa que las retiradas
revelan un patrón en curso de la coordinación con esos grupos armados
[al-Nusra]”.
Según el informe de diciembre de 2014, la UNDOF
observó a dos soldados israelíes “abriendo la cerca y permitiendo que
dos individuos pasaran desde el lado sirio al lado israelí” el 27 de
octubre. A diferencia de muchos combatientes vistos cruzar al lado
israelí, esos individuos no estaban heridos y el propósito de su visita
queda como un misterio.
La UNDOF “observó esporádicamente a
miembros armados de la oposición interactuando” con militares israelíes
al otro lado de la línea de alto el fuego, expone el informe.
El siguiente informe de la UNDOF, publicado en
marzo, menciona que las fuerzas de la ONU fueron testigos de soldados
israelíes entregando ayuda material a grupos armados de la oposición
siria. Estas eran presumiblemente suministros y equipamiento diseñado o
bien para ayudar a los rebeldes en su lucha contra las fuerzas
gubernamentales sirias, o bien para mejorar las comunicaciones entre las
fuerzas rebeldes e Israel.
La estrategia israelí del “divide y vencerás”
El apoyo israelí para los grupos terroristas
radicales es una estrategia a largo plazo que es explotada en múltiples
teatros. Su propósito final es debilitar a un fuerte enemigo.
En términos de Hezbolá, Israel no había anticipado
que el grupo militante libanés crecería hasta convertirse en un enemigo
mucho más poderoso y peligroso que el PLO había sido nunca en el
Líbano.
Soldados israelíes caminan cerca de la frontera
con Siria, cerca del sitio de los ataques aéreos israelíes de abril de
2015, en los altos del Golán controlados por Israel.
La estrategia funcionó mejor en
relación con Hamás porque nunca ha sido capaz de dominar a Fatah. Los
dos han mantenido una recelosa y agotadora batalla de voluntades durante
décadas, con ninguno siendo capaz de expulsar al otro. Esto ha creado
una ruptura que ha debilitado sustancialmente a los palestinos y su
causa. Aún más, Hamás ha preparado su mira sobre Israel también y se ha
convertido en un enemigo incluso más militante de lo que Fatah nunca
fue.
Así, la estrategia israelí de forjar una alianza
con al-Nusra y fortalecerla para poder realizar una formidable lucha
contra Assad, es parte y parcela de un objetivo a largo plazo para
dividir Siria. Israel espera erróneamente que estos grupos extremistas y
salvajes dominarán la región del Golán y mantendrán ahí la estabilidad y
seguridad. Sin embargo, Israel ignora lo que casi siempre ocurre con
estos gólems: Una vez que son creados, hacen su propia vida. El creador
pierde el control de su creación, que causa estragos e incluso se vuelve
contra él.
Justo como ocurrió a Rabbi Judah Loew de Praga y
al doctor Frankenstein de Mary Shelley, así ocurrió con la alianza de
los EEUU con los muyahidines afganos, y las alianzas israelíes con sus
propios delegados árabes.
La alianza de Israel con al-Nusra también marca el
total cinismo de su aproximación. Mientras el resto del mundo designa a
los grupos terroristas, y los combate para prevenir ataques terroristas
en suelo occidental, Israel mira únicamente por su propio provecho. Hay
un viejo proverbio que dice: “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”,
pero en el manual de estrategias de Israel, el proverbio dice: “El
enemigo de mi amigo puede ser sin duda mi amigo”. Esto suena
especialmente cierto cuando los líderes israelíes advierten al mundo
sobre la amenaza de la jihad global mientras que también se acomodan con
estos salvajes yihadistas en su propio rincón del mundo. La hipocresía
no podría ser más profunda, haciendo de Israel uno de los más grandes
estados patrocinadores del terror.
Los países europeos y los EEUU parece
que ignoran deliberadamente el abrazo táctico de Israel al movimiento
yihadista. La administración Obama incluso está preparando la firma de
un inmenso acuerdo de gasto militar con Israel que supondrá ayuda de
EEUU por valor de 3.000 millones de dólares al año. El primer ministro
israelí, Benjamin Netanyahu, demandó 5.000 millones de dólares por año
en un acuerdo de 10 años de vigencia, y la suma final probablemente se
establezca en algún punto intermedio.
Solamente Israel se sale con la suya en tal nivel
de disonancia cognitiva en su alianza con los EEUU. Cualquier otro
aliado que dependiera tan profundamente de Washington para su seguridad y
existencia no osaría peligrar esa relación por la forja de una alianza
con un enemigo de los EEUU. Pero no Israel, que forja su propio camino
sin importar los intereses de los otros, incluso de sus mejores amigos.
¡Tal es la verdadera naturaleza de la entidad sionista.
Fuente: Katehon.
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