Siete de cada diez mexicanos temen a la inseguridad en sus ciudades
La percepción sobre un México más violento aumenta en el último año, según una encuesta del Inegi
Los mexicanos no se sienten seguros en sus ciudades: le
temen, sobre todo, a robos y asaltos; tienen miedo de ir a un cajero
automático, al banco o de usar el transporte público. Esta es la
radiografía que la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU)
revela según los datos de septiembre de 2016 que obtuvo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El análisis señala que el 71,9% de la población considera que vive en
una ciudad insegura, más que en septiembre de 2015 cuando el 68% de los
ciudadanos dijo temer a los crímenes.
El INEGI desarrolló la encuesta en 48 ciudades de México y
encontró que los lugares donde los mexicanos se sienten más inseguros
son Ecatepec (Estado de México), Coatzacoalcos (Veracruz), Acapulco
(Guerrero) y el oriente de la Ciudad de México. El cuestionario es un
reflejo de la creciente situación de violencia de estas urbes. El 95,3% de los habitantes de Ecatepec, uno de los municipìos más inseguros y peligrosos del país,
reconoce que caminar tranquilo por sus calles es la excepción a la
regla. En Coatzacoalcos, donde se desarrolla buena parte de la industria
petrolera, los cárteles del narcotráfico han sembrado el temor entre
sus habitantes. Y la ola de violencia en Acapulco, antiguo refugio de
celebridades, ha enterrado su éxito turístico.
La otra cara de la moneda son la ciudades menos inseguras
donde apenas el 30% de la población ve algún destello de violencia y
crimen. Mérida (Yucatán), Tepic (Nayarit), Puerto Vallarta (Jalisco) y
Durango (Durango) se han convertido en oasis de seguridad donde algunos
mexicanos se han mudado en busca de paz.
Un 79,6% de la población teme que al acudir a sacar dinero sean asaltados
Al momento de determinar el lugar más inseguro del país los
mexicanos lo tienen claro: los cajeros automáticos. Un 79,6% de la
población teme que al acudir a sacar dinero sean asaltados. Después está
la red de transporte público con 71,7% y las sucursales bancarias con
un 65,9%. En todo los casos, la zozobra que padecen los mexicanos está
en la posibilidad de ser víctimas de un atraco. El transporte público se
ha convertido en los últimos años en un lugar recurrente de asaltos,
generalmente masivos y algunos con consecuencias fatales. Los mexicanos
encuestados perciben en las calles de sus barrios un aumento en el
consumo de alcohol, robos con violencia y vandalismo.
La encuesta
no deja en una buena posición a las autoridades mexicanas. El 21,8% de
la población considera al Gobierno como un agente efectivo que combate
el delito. Les reclaman problemas como los baches en las calles, el
aumento de la delincuencia y la carencia de alumbrado público. Y con el
tiempo han depositado su confianza, en cuanto a seguridad, a las Fuerzas
Armadas. La institución mejor evaluada ha sido la Marina (82%), seguida
del Ejército (79,5%) y la Gendarmería Nacional (67,9%). La policía se
ha convertido incluso en una institución que genera temor entre la
población, ante el incremento de la corrupción en sus filas y su
vinculación con algunos grupos de delincuencia organizada.
La encuesta comenzó a hacerse en la década de los años 90 en la
Ciudad de México y el Estado de México como resultado de la ola de robos
y secuestros que se registró en la época. Hace más de una década, y
como resultado de la ola de violencia asociada con el narcotráfico, el
INEGI amplió el número de ciudades involucradas en la medición hasta
llegar a 48.
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