El gasto en combate a la corrupción crece pero el problema persiste: estudio
“En México se han invertido cada vez más recursos y, sin embargo, tanto la percepción de la corrupción como de la impunidad siguen en aumento”, afirma la segunda edición del reporte Anatomía de la corrupción, en el que también participó la investigadora María Amparo Casar.
La investigación analiza cómo desde 2004 hasta la fecha, mientras ha subido el dinero asignado a las instituciones relacionadas con el combate al problema, los índices de México en esta materia se mantienen prácticamente iguales.
Tal es el caso de las mediciones elaboradas por Transparencia Internacional (TI), en las que el país ha tenido altibajos, así como de diversas encuestas. Una de ellas corrió a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) e indicó que 51% de los mexicanos cree que la corrupción es el principal pendiente de la agenda pública, sólo debajo de la violencia y la inseguridad.
En los 12 años revisados, las instituciones en cuestión pasaron de recibir 2,255 millones de pesos a 4,381 millones de pesos. En tanto, México sólo subió del lugar 36 al 35 en el Índice de Percepción de la Corrupción de TI.
Por ejemplo, el incremento en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) fue de 215 millones de pesos a 938 millones de pesos. En el caso de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), fue de 613 millones a 2,120 millones.
Mientras tanto, los recursos para la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y contra la Administración de Justicia, de la Procuraduría General de la República (PGR), crecieron 211% al pasar de 8.5 millones a 26.5 millones de pesos.
Pese a esto, “se gasta más pero no se gasta mejor”, concluye el estudio.
El informe señala también que, cuando los niveles de percepción de corrupción son elevados en una democracia, restan legitimidad a las decisiones del gobierno. Lo mismo ocurre con las instituciones encargadas de prevenir, castigar y corregir o reparar los actos de corrupción, pues “son justamente de las que mayormente desconfía la población”.
De acuerdo con el Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia Internacional 2013, los partidos políticos y la policía, seguidos por los servidores públicos y los poderes Legislativo y Judicial, son las instituciones con la peor percepción.
El reporte de MCCI se da a conocer mientras México da sus primeros pasos para echar a andar un nuevo Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), diseñado para articular la actuación de diferentes organismos y lograr un más efectivo combate a un problema que, según expertos, frena la competitividad y afecta la imagen del país en el exterior.
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