martes, 12 de septiembre de 2017

México. Estamos en el socavón


kaosenlared.net

México. Estamos en el socavón


Por OLEP
¿Quiénes ganan?
carretera Cuernavaca-Acapulco
Hay quienes dicen que lo barato sale caro, pero en el capitalismo lo que ya es caro puede costar aún más caro. El llamado “Paso Express”, construido en la carretera Cuernavaca-Acapulco, supuestamente tenía como objetivo “aumentar la seguridad de los usuarios, para reducir el riesgo de accidentes por las características físicas actuales de la superficie de rodamiento, así como de las dimensiones del carril y acotamientos. [Además sería] una vía de mayor velocidad de operación que ayude a impulsar el crecimiento de las actividades comerciales entre los municipios ubicados en esta zona”.
La magna obra tuvo un costo de 2 mil 200 millones de pesos, el doble de su presupuesto original. Había sido inaugurada en abril de 2017 por el presidente, el gobernador de Morelos y el secretario de comunicaciones y transportes, quien aseguró que la nueva vialidad estaba construida para durar al menos 40 años. Sin embargo, el pasado 12 de julio se abrió un socavón en el que cayó un automóvil con dos personas a bordo, quienes quedaron bajo toneladas de tierra que los fueron asfixiando gradualmente, ya que fueron rescatados más de cinco horas después.
En 1981, durante el sexenio de Alfredo del Mazo como gobernador en el Estado de México (Edomex), Gerardo Ruiz Esparza inició su carrera política, primero como subsecretario y luego como secretario de gobierno de dicha entidad. Desde entonces, su carrera política ha sido favorecida: de 1993 a 1997 fue director administrativo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 1997 fue coordinador general de la campaña por la jefatura de gobierno de Alfredo Del Mazo y de 1999 a 2005 fue director administrativo de la Comisión Federal de Electricidad. En años recientes, de 2006 a 2012, fue secretario de comunicaciones del gobierno de Enrique Peña en el Edomex y estuvo a cargo de las obras del Circuito Exterior Mexiquense (en donde, entre otros accidentes, una carambola de 80 vehículos dejó cinco muertos el 24 de diciembre de 2015) y del Viaducto Elevado Bicentenario. Ambas obras fueron construidas con la participación del grupo Higa (ligado a la familia Calderón Hinojosa), quien financió, entre otras acciones no conocidas, la infame Casa Blanca de Angélica Rivera y la casa de campo de Luis Videgaray en Malinalco, Estado de México.
En 2012 Ruiz Esparza fue nombrado por el presidente Peña como secretario de comunicaciones y transportes del Gobierno Federal. En el año 2013 viajó a China para encontrarse con altos funcionarios del gobierno y representantes de distintas industrias de telecomunicaciones y transportes, como la China Railway Construction Corporation, que en noviembre de 2014 ganó la licitación para la construcción del tren México-Querétaro. Sin embargo, dicha licitación fue cancelada horas después de su adjudicación y de la defensa a ultranza, ante los medios de comunicación y el Congreso, de parte del secretario Ruiz Esparza, a causa de la filtración a los medios del financiamiento de la Casa Blanca por parte del Grupo Higa que, en conjunto con las empresas GIA-A, de Hipólito Gerard —familiar político de Carlos Salinas de Gortari—, Promex, de Olegario Vázquez Aldir, y China Railways Construction Corporation, así como la Constructora Teya, participaban en el proyecto de 59 mil millones de pesos.
A más de un mes de la muerte de dos personas, aún no ha habido nadie que se responsabilice. ¿Cuántas muertes justifican las grandes ganancias que se están llevando las empresas constructoras? ¿En beneficio de quiénes se están haciendo estas obras? No contentos con el auténtico desastre que la desmedida ambición de la burguesía ha generado, no han querido dar explicaciones al pueblo. Como resultado, sólo tenemos una obra inútil, cara y mal hecha, sin que ninguno de los funcionarios involucrados hayan sido sancionados. Mientras tanto, los trabajadores debemos conformarnos con tener que transitar en estos auténticos pasos de la muerte.
Mientras la burguesía gobierne y sean los capitalistas quienes dominen nuestro país, los que definen quién nos gobierna y en qué se gastan los recursos de la nación, volveremos a ver episodios como éste. ¿Quiénes están beneficiándose con estas obras? Arriba ya vimos algunos de los nombres, pero resaltan los expresidentes Felipe Calderón y Carlos Salinas, así como los grupos empresariales que ellos dirigen. Para ellos la vida de los trabajadores no vale nada, lo único que importa es que puedan repartirse sus millonarias ganancias y que sigan siendo los amos y señores de esta tierra.
Pero en algo se equivocan: esta tierra nos pertenece a los trabajadores, pues somos nosotros quienes la hemos creado, somos nosotros la columna vertebral de este país. Debemos tomar las riendas de nuestro futuro y el primer paso para ello es la conformación de un gobierno del pueblo para el pueblo tal como lo hemos planteado en nuestro Programa Mínimo de Lucha. Sólo cuando el pueblo tenga el poder podremos edificar una nueva nación, sin hambre, justa y libre.
NOTA: Este artículo fue publicado en el No. 28 de FRAGUA , órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Septiembre-Octubre 2017.
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