CIUDAD DE MÉXICO (apro).–La lucha de los padres de los normalistas desaparecidos no cesa luego de 40 meses del suceso que cimbró al país y al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Al contrario, los padres le dejaron un mensaje claro al presidente a unos meses de que concluya su mandato:
“Peña debe saber que no nos iremos de esta ciudad hasta que el gobierno dé respuesta a 40 meses de sufrimiento, de dolor, de no saber en dónde están nuestros hijos. Las madres de los 43 acá estaremos”.
Es la voz de la mamá de Miguel Ángel Hernández, uno de los normalistas desaparecidos aquel 26 de septiembre del 2014, quien en el mitin frente al Hemiciclo a Juárez no contiene el llanto, ni la rabia por lo sucedido aquella tarde trágica.
Ante decenas de normalistas que viajaron desde Guerrero para apoyar a los padres de familia en la primera marcha del año, que partió del Ángel de la Independencia al monumento de mármol blanco dedicado al Benemérito de las Américas, la madre soltó:
“Cuando oscurece nos preguntamos en dónde están nuestros hijos. Amanece y también renace la esperanza. Luchamos día con día”.
El contingente partió desde las 4:30 de la tarde aproximadamente. A su paso, no se registró acto alguno de provocación y los comercios y hoteles no cerraron sus cortinas. Sólo había cortes momentáneos a la circulación.
Cayó la noche y con ella el recuerdo de los jóvenes desaparecidos. María Martínez, otra de las madres, relató que muchos de los padres han tenido que abandonar la lucha momentáneamente porque cayeron enfermos o porque la obligación de mantener a más hijos los obliga a trabajar.
“El gobierno espera que nos cansemos, que nos rindamos, pero eso nunca va a su suceder. Al contrario, exigimos investigaciones para el cuartel militar de Iguala, detención a los policías y a Ángel Aguirre quién también es responsable de las desapariciones”, exigió la señora María.
Inmediatamente vino la consigna al aire: “¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
También se levantaron pancartas que reprocharon a Peña Nieto la corrupción en su gabinete, la falta de claridad en las investigaciones, y la negligencia de la clase política.
“¡No están solos, no están solos, no están solos!”, apoyaron con gritos los estudiantes.
Llegó el turno al micrófono de la madre de familia Blanca Luz, quien después de que las lágrimas apagaron su voz, recobró fuerzas y sentenció:
“Han pasado 40 meses de mantener la esperanza de ver a mi hijo. Es muy doloroso lo que sufre una madre. Nosotros reímos, pero por dentro el corazón está destrozado”.
Se hizo un silencio ante sus palabras.
Ya casi al final del acto, sobre Avenida Juárez y a 40 meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el mensaje al gobierno es el mismo que el primer día de lucha: “¡Ahora se vuelve indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables!”.