viernes, 23 de febrero de 2018

Bitcoin y criptomonedas son libertad, la inteligencia artificial comunismo (según Peter Thiel)


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Bitcoin y criptomonedas son libertad, la inteligencia artificial comunismo (según Peter Thiel)

 

Alejandro Nieto González @vacasueca

Peter Thiel es uno de los personajes más polémicos de Silicon Valley. Co-fundador de Paypal, usó el dinero de la venta para crear un hedge fund global con el que controla inversiones en el mundo del capital riesgo. Fue uno de los primeros accionistas de Facebook y forma parte de su consejo de administración.
Sin embargo últimamente es más conocido por el apoyo al Presidente de EEUU, Donal Trump, en la campaña electoral, debido a que la mayoría de las personalidades de Silicon Valley apoyaban a Hillary Clinton. Y por eso está en el punto de mira todo lo que dice y hace: es un ganador y con opiniones nada convencionales.

Peter Thiel, las criptomonedas y la libertad individual

Recientemente, en un debate público, afirmó que "las criptomonedas son libertarias". Uno de los motivos por los que Peter Thiel apoyó a Trump es porque el Presidente Republicano está cerca de sus ideales libertarios, donde el individuo y su libertad individual están por encima del Estado.
Para Thiel las criptomonedas como Bitcoin permiten transacciones comerciales de una forma incontrolable por el Estado y Hacienda, y por eso pueden ser una herramienta muy potente para sus ideales libertarios. Es más, los fondos no se pueden confiscar sin averiguar las claves privadas que protegen los monederos individuales.

Inteligencia artificial y comunismo

En cambio, otra de las tendencias de Silicon Valley, la inteligencia artificial, está, según Thiel, en el otro lado del espectro político. La inteligencia artificial permite un control masivo por parte del Estado, cosa que era imposible hasta la fecha. El sueño de cualquier Estado Comunista es el control centralizado de la economía, y esto no es posible sin el procesado rápido y preciso de ingentes cantidades de información.
Por eso, asegura Thiel, los Estados Comunistas, como China, están muy contentos con la inteligencia artificial y no tanto con las criptomonedas. Porque el machine learning sirve a su objetivo de control total de los ciudadanos y en cambio las criptomonedas otorgan a estos vías de escape.

Una visión sesgada

Por supuesto en el debate en el que expresó estas ideas Thiel tuvo un adversario, el fundador de Linkedin, Reid Hoffman. Este replicó que las criptomonedas podrían ser un instrumento de la anarquía y la inteligencia artificial, en cambio, del imperio de la ley.
Efectivamente, y aquí expreso mi opinión personal, las criptomonedas pueden ser muy disruptoras y servir no solo para actividades delictivas, sino también para escapar del control de las Haciendas Públicas. Y no hay que olvidar que los Estados modernos son la mejor forma de organización colectiva que conocemos, nunca hasta hoy hemos logrado un nivel de prosperidad tan alto.
En cambio la inteligencia artificial puede ser un instrumento para que estos Estados funcionen mejor, tomando decisiones en base a mejores datos y evitando catástrofes. Puede sonar a que a nivel individual se pierde libertad, es cierto. Desde luego si la utopía del comunismo tenía algo de atractiva se desmoronó precisamente por una aplicación sumamente imperfecta, repleta de corrupción (siempre recuerdo aquello de que si los Alemanes no lograron hacer funcionar eficientemente un Estado Comunista, nadie puede).
Quizá un Estado organizado entorno a una inteligencia artificial sea la pesadilla de un libertario, pero podría traernos niveles de prosperidad todavía más altos y llevar a una aplicación práctica aquello de "la libertad individual acaba cuando empieza a afectar la de los demás".
Sinceramente, entre un mundo libertario y anárquico, con un Estado incapaz de recaudar impuestos y controlar actos delictivos, regido por la avaricia individual de cada uno y otro controlado por una inteligencia artificial buscando el bien de la Humanidad, me quedo con el segundo. Lo siento, Peter. Asimov me convenció hace tiempo.


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