jueves, 24 de enero de 2013

Libre sin ser inocente

Libre sin ser inocente
La primera sala de la SCJN, con una votación de 3 contra 2, amparó a cassez; sánchez cordero modificó su proyecto de última hora
 
Todos parecían tener prisa ayer: los ministros de la Corte, la embajada de Francia, las autoridades del penal de Tepepan y la propia Florence Cassez. Apenas pasaron siete horas con unos 45 minutos entre el inicio de la sesión de la Primera Sala de la Corte y el momento en que la mujer acusada de secuestro pisó el último peldaño de la escalinata del avión de Air France que la regresó a su país.
Desde las 12:45 horas, cuando la sala presidida por Jorge Mario Pardo Rebolledo inició la sesión, Cassez ya tenía lista su maleta negra en el Penal Femenil de Tepepan; y la embajada: el auto en el que la trasladaría al aeropuerto y, por supuesto, el pase de abordar.
En menos de dos horas la Corte ordenó la libertad de la ciudadana francesa acusada de secuestro, y tres horas y media más tarde ella salió del penal en un vehículo de la embajada francesa, acompañada de su padre, Bernard Cassez, y el cónsul general de Francia en México, Gerard Martin. Eran las 18:02 horas.
Enfilaron directo a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional del Distrito Federal, donde a las 21:05 despegó el vuelo 439 de Air France, con destino al Charles de Gaulle, en París.
La rapidez con la que se resolvió su caso en la Corte quedó evidenciada en las 24 cuartillas a las que se redujo la versión estenográfica de la sesión; la del 21 de marzo de 2012 tenía 72.
Pero ayer todos parecían tener prisa. Y para decretar la liberación de Cassez se rescató precisamente ese dictamen del ministro Arturo Zaldívar con un amparo “liso y llano” por la violación a sus derechos humanos (a asistencia consular, a puesta inmediata a disposición del MP).
La ministra ponente de ayer, Olga Sánchez Cordero, presentó primero un proyecto que preveía eliminar testimonios clave contra la ciudadana francesa y darle amparo para que se le dictara nueva sentencia, pero los otros cuatro ministros se opusieron.
Sin embargo, la clave para destrabar el asunto la dieron los ministros Zaldívar y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena —integrante de nuevo ingreso en la Corte—, pues si bien rechazaron el proyecto presentado ayer, expresaron abiertamente que apoyarían otorgar el amparo “liso y llano”, lo cual implicaba ordenar la liberación inmediata.
Entonces la lógica matemática se impuso, en ese instante, a la lógica jurídica: si se cambiaba el proyecto se alcanzaría la mayoría para liberar a la francesa, y Sánchez Cordero lo supo de inmediato.
“Propongo a esta sala cambiar los resolutivos de mi proyecto, si el ministro Zaldívar no tiene inconveniente reincorporaría las consideraciones que expuso en el inicialmente discutido (el del 21 de marzo de 2012)”, anunció Sánchez Cordero a sus compañeros.
Aclaró que en su nueva propuesta “no se va a hacer ningún pronunciamiento sobre la culpabilidad o la inocencia de la quejosa, así entonces, Presidente —le dijo a Pardo Rebolledo mirándolo de reojo—, propondría a esta sala la concesión de un amparo liso y llano y ordenar de inmediato la libertad de la quejosa, con base en las consideraciones del proyecto del ministro Zaldívar”.
Entonces fueron directo a la votación: a favor, la ministra ponente, Alfredo Gutiérrez y Arturo Zaldívar; en contra, Jorge Mario Pardo Rebolledo y José Ramón Cossío Díaz. En ese momento eran las 13:40 horas y el auto diplomático ya iba rumbo a Tepepan con la certeza de que “hoy mismo la regresamos a París”.
Isabel Miranda de Wallace y Ezequiel Elizalde también mostraron prisa para abandonar la Corte poco antes de la votación, pues sabían lo que se avecinaba.
El hombre, acusador de Cassez, de cabello con corte tipo militar, iba con los puños apretados: “Sufrí 65 días y ella vivía como reina en la cárcel, entonces ahora que le den puerta abierta a Caletri, a Daniel Arizmendi… Yo le digo a todo el pueblo de México: ármense, tengan un arma y no le hagan caso al gobierno porque vale para puro gorro”.
La excarcelación de Cassez ocurrió a las 18:02. Una camioneta roja salió de la puerta de aduana de la prisión y sirvió de anzuelo para distraer a los medios. La ciudadana francesa viajaba atrás en una camioneta blanca, detrás de la que corrieron en estampida fotógrafos y reporteros.
Unos pocos quedaron en las inmediaciones de la prisión femenil reportando aquella imagen, en la que se había instalado el llanto de Michel Valadez, esposa de quien fue víctima mortal de Los Zodiaco (la banda a la que, se acusaba, pertenecía Cassez), quien había ido a esa cárcel a protestar por la liberación. “Es enojo, la burla que siento, vine porque me siento muy triste, muy decepcionada con la PGR y la AFI, que la dejaran libre. No lo podía creer… ¡Maldita, maldita asesina!”.
Pero para entonces los vehículos aceleraban rumbo a Periférico a 120 kilómetros por hora y avanzaron casi sin parar, hasta llegar al hangar de la Policía Federal.
A las 20:32, debajo del ala del Boeing de Air France, apareció Florence Cassez. Iba con su padre, con una botella de agua en una mano y un bolso en la otra. Subió cada uno de los peldaños con prisa, con mucha prisa… y sin mirar atrás.

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