sábado, 12 de julio de 2014

La represión, el miedo de todos los poblanos

La represión, el miedo de todos los poblanos

EL AUTOR

Enrique Núñez Fuente Intolerancia

Lo que hoy publica Intolerancia Diario es la primera entrega de una serie de reportajes relacionados con la represión gubernamental que ejerce el morenovallismo en Puebla.


Este serial nos permitirá comprender y comparar los actos represores de anteriores gobiernos con los que hoy nos enfrentamos los poblanos, con la desagradable conclusión de que hoy Puebla vive escenarios similares a los que vivieron nuestros coterráneos en los inicios de los años setenta.


Casualmente, fue en esos años cuando el abuelo de nuestro actual gobernador ocupó el cargo del Ejecutivo, mismo que perdió por los excesos de su gobierno en contra de las fuerzas opositoras, principalmente ubicadas en la Universidad de Puebla.


Los invito a seguir con detenimiento esta investigación de los reporteros de este rotativo, toda vez que de ella se desprende la esencia del actual gobernador de Puebla.


No se necesita ser un sociólogo, politólogo o incluso psicólogo para descubrir la mente psicópata de quien hoy tiene en sus manos el poder estatal.


El recuento de los daños en materia de represión deja muy malparado al gobernador del estado, particularmente por la nula tolerancia a los actos de inconformidad a su gobierno.


Para comprender las circunstancias de represión que se viven en Puebla basta con darle un breve repaso al reportaje que hoy firma Jorge Castillo y al cual se añadirán otras investigaciones del cuerpo de reporteros de Intolerancia Diario para comprender que hoy, más que nunca, vivimos bajo un gobierno inminentemente represor.


Basta con hablar con quienes vivieron y padecieron los gobiernos de gobernadores señalados como represores, pues declaran que lo que hoy impera en la administración morenovallista supera a los excesos de gobiernos como los de Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett y el propio Mario Marín.


Según su dicho, estos gobernadores respetaban acuerdos y generaban elementos de diálogo para resolver conflictos.


Nada comparado a lo que hoy se vive en Puebla, en donde el encarcelamiento para cualquier inconforme es parte del modus operandi de este gobierno.


El encarcelamiento de Simitrio, a finales de los ochenta, por parte de Piña Olaya, que escandalizó a las clases populares en aquellos años, es un juego de niños con las prácticas represivas morenovallistas que hoy tienen en la cárcel cuando menos a una veintena de personas que intentaron manifestar su inconformidad al régimen morenovallista.


El último ejemplo lo vivimos la semana pasada, cuando la Secretaría de Seguridad Pública detuvo a seis de los más de mil 200 manifestantes en Tehuacán por haber desaparecido los registro civiles en la juntas auxiliares, a los cuales les fijaron una fianza de medio millón de pesos por cabeza.


A estas personas se les vence el término constitucional este miércoles, sin que tengan la menor posibilidad de alcanzar su libertad porque son simples campesinos que acudieron a esta manifestación para intentar evitar que sus trámites se fueran hasta la cabecera municipal, con todos los gastos que esto representa.


Evidentemente, esta fianza impedirá que salgan los seis tehuacaneros detenidos, los cuales deberán sacar agua de las piedras para poder pagar esta fianza.


Si partimos que un jornal se paga a 50 pesos, y que al año trabajan 300 días, tenemos que tendrían que trabajar 20 años para pagar el monto de su fianza.


En pocas palabras, todo fue armado para que estos campesinos no salgan libres y así poner una medida ejemplar para todos aquellos que intenten sublevarse a las acciones del gobierno de Moreno Valle.


Y al igual que en Tehuacán, existe un sinfín de acciones que requerirían del apoyo de las agrupaciones que velan por los derechos humanos, para impedir que la represión siga siendo el modus operandi del gobierno morenovallista.


No se pierdan las investigaciones periodísticas que inician este día y que seguirán en las próximas ediciones de Intolerancia Diario.


No tienen desperdicio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario