jueves, 11 de diciembre de 2014

Enfoque AFP: torturas y Guantánamo, las venas abiertas de EE UU


Enfoque AFP: torturas y Guantánamo, las venas abiertas de EE UU

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AFP – Las heridas siguen abiertas y el debate es álgido. Trece años después del 11 de setiembre, EEUU sigue siendo sacudido por la controvertida herencia de su “guerra contra el terrorismo”: desde qué hacer con los presos, hasta cómo impedir que se repitan las torturas.
Las explosivas revelaciones del documento publicado el martes por el Senado recuerdan que Estados Unidos está lejos aún de pasar la página de ese episodio, mientras se discute la permanencia del remanente de tropas en Afganistán o Irak e incluso la pertinencia de enviar a soldados sobre el terreno para combatir a los yihadistas del grupo Estado Islámico.
“No se trata de nuestros enemigos, se trata de nosotros. Se trata de lo que hemos hecho, lo que somos y lo que queremos ser“, resumió punzante el senador republicano John McCain, de 78 años.
Al elogiar el reporte esta veterano senador, excandidato presidencial, pronunció una vibrante diatriba contra la tortura, de la que él mismo fue víctima como prisionero de la guerra de Vietnam.
McCain subrayó también cómo su país no puede esquivar la ráfaga de cuestionamientos que todavía subsisten sobre los efectos del 11 de septiembre y la estrategia adoptada luego por la Casa Blanca, y apoyada también por el Congreso, los medios, los partidos, parte de los intelectuales y asumida en forma pasiva por una opinión pública que tradicionalmente no cuestiona la política exterior.
“McCain subrayó también cómo su país no puede esquivar la ráfaga de cuestionamientos que todavía subsisten sobre los efectos del 11 de septiembre y la estrategia adoptada luego por la Casa Blanca”
“¿Cuáles eran nuestras políticas? ¿Cuáles nuestros objetivos? ¿Qué resultados obtuvimos? ¿Salimos fortalecidos? ¿Debilitados? ¿Esas políticas tienen algún impacto todavía?”, señaló.
La verdad es a veces una píldora difícil de tragar. En ocasiones nos pone en dificultades, en casa y fuera del país. Puede ser usada por nuestros enemigos, pero los estadounidenses tienen derecho a ella, a pesar de todo”, advirtió.
Privación del sueño, aislamiento y confinamiento, simulación de ahogamiento: el informe parlamentario es una requisitoria implacable contra los métodos usados por la CIA contra un centenar de detenidos, en el marco de un programa secreto que incluía los llamados pozos “negros”, fuera del país.
El documento hace también un balance implacable sobre la ineficacia de esos interrogatorios, que “en ningún momento” permitieron obtener informaciones sobre amenazas de atentados inminentes.

“Viejas heridas”

¿Este informe marcará -como lo espera el secretario de Estado John Kerry, “el fin de un capítulo” de la historia estadounidense? Nada es menos seguro.
Aunque no son homogéneas, como lo prueba la posición de John McCain, las divisiones según las líneas políticas siguen siendo profundas.
El senador republicano Saxby Chambliss criticó el martes la publicación del informe, afirmando que “reabre viejas heridas”, deplorando que cuando “el mundo arde” una comisión haya consagrado cinco años y 40 millones de dólares a un programa que ha terminado hace más de ocho años.
Pero esta inmersión en el pasado suscita también interrogantes sobre el futuro. Varias organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, con Amnesty International a la cabeza, reclaman que se juzgue a los responsables de las torturas, un extremo descartado por el departamento de Justicia.
En un minucioso editorial sobre las “mentiras” de la CIA, el New York Times anticipa, y lamenta, que el documento probablemente no tenga consecuencias. “Los republicanos, que controlarán pronto el Senado, criticaron el informe, como si hablar de la tortura, y no la tortura en sí, fuera nefasto para el país”.
Más allá del problema de la tortura, la onda expansiva provocada por esta investigación realizada durante tres años por la comisión de Inteligencia del Senado, podría también contribuir a alimentar otros debates.
El aparato de inteligencia estadounidense, cuyo alcance fue revelado por Edward Snowden, provocó estupor en Estados Unidos y en el mundo, continúa siendo un tema sensible.
“El aparato de inteligencia estadounidense, cuyo alcance fue revelado por Edward Snowden, provocó estupor en Estados Unidos y en el mundo, continúa siendo un tema sensible”
Un proyecto de reforma que busca actualizar y modificar la Patriot Act, la ley aprobada con urgencia luego de los atentados del 11 de setiembre, fue bloqueado a mediados de noviembre por los republicanos en el Senado.
Según Micah Zenko, del Council on Foreign Relations (CFR), un centro de análisis con sede en Nueva York, ahora los líderes estadounidenses deben mostrar más transparencia sobre otro caso de la “guerra contra el terrorismo”: el programa de eliminación “específica” de sospechosos por medio de drones, en Pakistán, Somalia o Yemen.
Si los 119 detenidos que fueron sometidos al programa de interrogatorios secretos merecen que se diga la verdad, ¿los 3.500 muertos por ese medio no lo merecen también?”, inquirió.

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