El acercamiento de la universidad de La Matanza a Mauricio Macri arrancó no en esta elección sino en la anterior, cuando fue electo Presidente de la Nación. Los contactos para que hiciera la visita que concretó ayer, también, y se intensificaron el último año.
Hubo muchas gestiones para que Macri desembarcara en territorio hostil, aunque la Universidad, con su rector, Daniel Martínez, buscó un vínculo más allá del ADN peronista de la casa de estudio y de la comunidad. De hecho hay quienes ayer, durante la visita, recordaban en voz baja que fue castigada en tiempos kirchneristas y que necesitan fondos para llevar adelante un programa de inclusión universitaria no solo para los estudiantes del partido sino para los que están llegando desde Liniers y Versalles, en la Capital. El bicicletero repleto deja en claro que muchos de los estudiantes llegan de cerca y que, o por elección o por bajos recursos, usan ese medio de transporte.
Tras el recorrido por las instalaciones y la inauguración del Centro de Desarrollo e Investigaciones Tecnológicas, algunos testigos aseguraban que el Presidente, acompañado por el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro, quedó impactado con el orden y las dimensiones de la Universidad y por la recepción en un distrito esquivo pero donde Cambiemos está marcando fuerte presencia con visión electoral.