CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una muerte vino a corroborar que la familia del embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez Fernández, es socia de una filial de Odebrecht en México.
El pasado viernes 10 falleció el ingeniero Guillermo Gutiérrez Salinas, accionista y presidente del Consejo de Administración de Grupo Idesa, socio de la firma brasileña Braskem, el “brazo petroquímico” de Odebrecht.
Gutiérrez Salinas era el papá del actual embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez, uno de los tantos funcionarios que en las dos últimas décadas han hecho una amalgama de los gobiernos del PAN y del PRI.
Otro de sus hijos, Patricio Gutiérrez Fernández, fue mencionado en particular en las esquelas publicadas bajo las firmas de Braskem y Braskem Idesa. El hermano del embajador en Washington fue nada menos que el director financiero del consorcio Braskem Idesa S.A.P.I, la alianza entre Braskem y Grupo Idesa, del que la familia Gutiérrez aparece como la principal propietaria con 26% de las acciones.
Patricio es ahora el delegado del Consejo de Administración de Grupo Idesa.
La familia Gutiérrez no es ninguna improvisada en el sector. El abuelo, Pascual Gutiérrez Roldán, fue director de Pemex en el gobierno de Adolfo López Mateos, y fundador de la empresa dedicada a la fabricación de plásticos y materiales sintéticos y que, en sociedad con Braskem, le fue asignada Etileno XXI, en Nanchital, Veracruz, el complejo petroquímico más grande de México.
La planta Etileno XXI se inauguró en abril del año pasado, luego de una década de negociaciones que implicó a los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, pero el contenido del contrato se clasificó como reservado durante 20 años.
Lo que ha trascendido es que Pemex quedó reducido a un mero proveedor de etano a precios presumiblemente castigados respecto al mercado internacional. El etano es la materia origen del polietileno, utilizado en la millonaria industria del plástico.
Odebrecht es investigada en Estados Unidos acusada de haber corrompido a políticos de América Latina a cambio de la obtención de millonarios contratos en el sector energético.
En el caso de México, el conglomerado brasileño está acusado en Washington de haber pagado 10.5 millones de dólares a funcionarios entre 2010 y 2014, incluido el periodo de la campaña presidencial de 2012. Entre ellos está “un alto funcionario” de Pemex, cuyo nombre también se mantiene en secreto.
Exejecutivos de la empresa brasileña ahora procesados han mencionado al exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya. El 20 de octubre, Lozoya ganó una pelea significativa cuando fue cesado Santiago Nieto, hasta entonces fiscal de delitos electorales.
Nieto dejó saber que sus indagatorias llegaban hasta el periodo electoral de 2012, cuando Lozoya fue coordinador de vinculación internacional del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto.
En Washington, centro de las acusaciones contra Odebrecht, el embajador Gutiérrez está colocado en un conflicto de interés en el que los negocios de su familia están de por medio, por más que Braskem Idesa asegure que su sociedad es ajena a los sobornos de Odebrecht. Hasta ahora no se ha demostrado lo contrario.
@jorgecarrascoa