lunes, 5 de noviembre de 2012

Reforma Laboral, los arreglos del poder (Primera Parte)

Reforma Laboral, los arreglos del poder (Primera Parte)

Escrito por el 04 noviembre 2012 a las 4:00 pm

Reportaje  original publicado en Proceso No. 1879.
En medio de la disputa entre las dos cámaras del Congreso de la Unión por las modificaciones a la reforma laboral y las diferencias que afloraron entre los coordinadores de las bancadas priistas, Manlio Fabio Beltrones en Cámara de Diputados, y Emilio Gamboa Patrón, en el Senado, los equipos de transición de Enrique Peña Nieto y del presidente saliente Felipe Calderón llegaron a un arreglo político para evitar que la iniciativa se “enfriara” en San Lázaro y para que se apruebe y promulgue antes de que termine el sexenio.
Los equipos de Enrique Peña Nieto y Calderón se reunieron para aclarar que más del 90 por ciento de la reforma se había aprobado y debía ser promulgada, al tiempo que el responsable del equipo de transición para la reforma laboral, Alfonso Navarrete Prida negoció y operó con los coordinadores Beltrones y Gamboa Patrón para aclarar que Peña Nieto “no tiene pensado presentar una iniciativa distinta” al asumir la presidencia de la República.
Consultado por Proceso, Navarrete Prida confirmó que existió esta reunión con los ambos coordinadores el 30 de octubre y que desde el equipo peñista la posición es que “lo aprobado en ambas cámaras satisface las prioridades” de una reforma laboral.
“Esta reforma contribuirá al crecimiento económico del país; generará mayores empleos formales; y plantea un equilibrio entre los distintos factores de la producción: empresarios, autoridades y trabajadores”, enumeró Navarrete Prida al enumerar las “prioridades y expectativas” de la reforma.
-¿Va a enviar otra iniciativa de reforma laboral Peña Nieto? –se le cuestionó.
-El presidente electo no tiene pensado enviar una iniciativa distinta. Peña Nieto lo que tiene interés es que se concrete la reforma laboral, que se discuta en ambas cámaras bajo el principio de respeto al artículo 123 constitucional y que no se haga una reforma por lucro, vanidad o cálculo político.
-¿Aunque haya perdido su carácter de iniciativa preferente?
-Para el presidente electo éste no es un tema a discusión. La parte que está aprobada en ambas cámaras es más del 90 por ciento de la iniciativa. Lo importante es que se publique, al margen de que se llame preferente o no.
Ex procurador del Estado de México en el gobierno de Arturo Montiel y al inicio de la administración peñista, Navarrete Prida también insistió que “hay una iniciativa que ya pasó por ambas cámaras, que está en pleno tránsito legislativo conforme a la Constitución, el artículo 71 y 72 de la Constitución, que ya tiene una aprobación de más del 90 por ciento, que legalmente ya no se puede volver a discutir”.
Bloque Legislativo PAN-PRD
En medio de estos arreglos políticos entre el peñismo y los coordinadores de las bancadas del PRI en el Congreso, el PRD y el PAN anunciaron que mantendrán un “bloque legislativo” no sólo para el tema de la reforma laboral sino “para todo el sexenio” entrante, tal como afirmó el presidente panista Gustavo A. Madero.
Alentados por el resultado de la alianza que concretaron en el Senado para incorporar 4 cambios a la minuta proveniente de la Cámara de Diputados por una mayoría de 66 votos contra 62 del bloque PRI-PVEM, los opositores del blanquiazul y del perredismo afirmaron que frente al próximo sexenio “no hay una fuerza dueña del país, de modo que los acuerdos tendrán que ser asumidos por las distintas organizaciones políticas, no una sola”.
A la reunión en un restaurante de la Ciudad de México, asistieron Ernesto Cordero, Luis Alberto Villarreal y Gustavo Madero, por el PAN, así como Jesús Zambrano, Silvano Aureoles, Miguel Barbosa, Dolores Padierna y Alejandra Barrales, por el PRD, y el ex regente capitalino Manuel Camacho Solís, actual senador por el  Movimiento Ciudadano. De última hora, ninguno de los cinco senadores del PT decidió acudir al encuentro.
Ambas fuerzas acordaron que el bloque legislativo tendrá como objetivo “ser un contrapeso contra excesos de autoritarismo que pretendan una regresión a prácticas absolutistas” y que no sólo será para el tema de la reforma laboral sino “para todo el siguiente sexenio”, según Gustavo Madero, dirigente nacional panista.
Consultados por Proceso, algunos de los asistentes consideraron que tanto para el PAN como para el PRD es importante la conformación de esta alianza porque “al PAN ya no lo condenan como partido a estar aterido a Peña Nieto, a pesar de los acuerdos con Calderón”, mientras que “el PRD ya no se limitará a ser una oposición testimonial y podrá incidir en las iniciativas legislativas”.
Especialmente, al PAN le interesa la alianza en materia de anticorrupción, mientras que el PRD buscará incidir para frenar una reforma energética, tal como la ha planteado el equipo de Peña Nieto.
La conformación del bloque legislativo PAN-PRD se gestó justamente en el Senado de la República,  cuando la ex asambleísta capitalina Alejandra Barrales y el ex secretario del Trabajo calderonista Javier Lozano, ambos secretarios en la Comisión del Trabajo presidida por el priista Ernesto Gándara Camou, comenzaron una serie de negociaciones para cambiar la minuta de la reforma laboral proveniente de la Cámara de Diputados.
Al PAN le interesaba incorporar los temas de transparencia y democracia sindical que fueron eliminados en la votación de San Lázaro, mientras el bloque de legisladores de izquierda, si bien votaron en contra de la reforma, en lo general, acordaron impulsar los temas de Acción Nacional, a cambio de que se aprobara el 388-bis.
El bloque de ambos partidos provocó que fracasara la operación política planeada por Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI, para que la minuta se aprobara “en sus términos”, sin ninguna modificación.
Distintos legisladores y testigos de la negociación confirmaron a Proceso que Gamboa se concentró en convencer, mediante dinero o prebendas como el reparto de comisiones, a los senadores del PT y a otros legisladores para que no se unieran al bloque de PAN-PRD. Fueron cuatro votos claves que modificaron la correlación de fuerzas en el Senado.
La alianza también generó inconformidad entre los representantes empresariales. Una semana antes de que se votara en el Senado, el dirigente del CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani, y el abogado empresarial Tomás Natividad, presionaron a los legisladores del PRD y del PAN para que aprobaran la minuta proveniente de la Cámara de Diputados “sin modificar una sola coma”.

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