viernes, 10 de mayo de 2013

Capitales golondrinos no son perniciosos, pero preocupa su salida abrupta: BdeM

Capitales golondrinos no son perniciosos, pero preocupa su salida abrupta: BdeM
Roberto González y Juan Antonio Zúñiga
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de mayo de 2013, p. 25
El precio del dólar llegó ayer a su mínimo nivel en 20 meses y se ubicó abajo de los 12 pesos por unidad por primera vez desde el 5 de agosto de 2011, dentro de una paridad en la cual la moneda mexicana se ha revaluado por el ingreso de unos 20 mil 500 millones de dólares dirigidos a la compra de bonos emitidos en pesos por el gobierno federal en el transcurso del año.
La divisa estadunidense se vendió ayer a 11.9599 pesos en las grandes operaciones interbancarias, tras una revaluación de 7.1 por ciento de la moneda mexicana respecto a la paridad que tuvo con el dólar al término de 2012.
En tanto, el banco central indicó que el saldo de bonos gubernamentales en poder de inversionistas del exterior ascendió a 153 mil 700 millones de dólares al término del primer trimestre de 2013 y presentó un estudio en el que refuta la lesividad que puede implicar la presencia de esas divisas en la economía mexicana.
No existe evidencia, sostuvo el Banco de México, de que el sostenido ingreso de capitales de corto plazo al país sea pernicioso para la estabilidad financiera o que genere burbujas en el precio de los activos que se negocian en el mercado local.
En particular, apuntó, la apreciación cambiaria observada hasta ahora ha sido congruente con la fortaleza de la economía y las posturas de política monetaria entre México y sus principales socios comerciales. Asimismo, los flujos de capital se han dirigido hacia el mercado de deuda pública y no se han traducido en “descalces cambiarios en las hojas de balance de los intermediarios financieros.
De un análisis detallado se desprende que los recursos del exterior no se han acumulado en los balances de los intermediarios financieros del país, por lo que han sido absorbidos principalmente por el sector privado, sostuvo. La evidencia apunta a que estos recursos están siendo utilizados para financiar la adquisición de activos fuera del país, afirmó.
La inversión de extranjeros en bonos gubernamentales que se negocian en el mercado financiero mexicano llegó a una marca histórica de un billón 150 mil millones de pesos, cantidad que prácticamente multiplicó por seis la registrada en 2008, que fue de 200 mil millones de pesos, reportó el banco central en el Informe sobre la inflación enero-marzo de 2013, publicado el miércoles pasado.
Después de la crisis financiera internacional que inició en 2008, las condiciones en la mayoría de los países avanzados se han caracterizado por una situación fiscal frágil y la necesidad de apoyar la actividad económica. En este contexto, la política monetaria en estos países se ha tornado muy acomodaticia. La abundante liquidez en los mercados internacionales ha contribuido a un incremento importante de flujos de capital hacia las economías emergentes, explicó
Si bien dichos flujos proporcionan importantes beneficios a las economías receptoras, ya que permiten complementar el ahorro interno con el externo y financiar proyectos de inversión, también han generado inquietud sobre las implicaciones que puedan tener sobre los tipos de cambio y los precios de los activos y, consecuentemente, sobre la actividad económica. Adicionalmente, existe preocupación sobre la posibilidad de salidas abruptas, planteó.
Desbalances financieros
De acuerdo con el banco central, el incremento en los flujos de divisas que ha recibido el país en inversiones de cartera –es decir, en instrumentos financieros y no en activos productivos– se ha destinado, principalmente, a la inversión de extranjeros en valores públicos, en especial los emitidos en el mercado interno, en pesos, y a mediano y largo plazos, y en el mercado accionario.
El incremento reciente en la participación de extranjeros como inversionistas en bonos emitidos por el gobierno obedece a factores como la búsqueda de rendimientos de inversionistas externos, en un contexto internacional de amplia liquidez, y el desarrollo del mercado mexicano de valores internos. Otra de las razones, aseguró, es que esos capitales se sienten atraídos por los sólidos fundamentos del marco macroeconómico de México.
Los recursos que han llegado del exterior en los años recientes no se han acumulado en los balances de los intermediarios financieros del país, por lo que han sido absorbidos principalmente por el sector privado, sostuvo el banco central. La evidencia apunta a que estos recursos están siendo utilizados para financiar la adquisición de activos fuera del país. En particular, en los últimos cuatro años se ha observado un incremento significativo en los flujos de inversión directa de mexicanos en el exterior. Además, los recursos del exterior han facilitado la acumulación de reservas internacionales, afirmó.
Acciones preventivas
En el reporte, el banco central plantea la necesidad de estar atentos a las posibles reversiones de estos flujos de capital debido a sus potenciales efectos adversos sobre la actividad económica y la estabilidad financiera. Para mitigar esos riesgos, asegura, las autoridades mexicanas han tomado diversas medidas de política, entre las que cita:
La puesta en marcha de forma anticipada de la nueva normatividad internacional para mejorar los requerimientos mínimos en la calidad del capital de los bancos; reforzar la supervisión financiera de los participantes en el mercado; ampliar y diversificar las fuentes de financiamiento del gobierno federal; reducir los costos de la deuda pública y ampliar sus plazos de vencimiento; una mayor acumulación de reservas internacionales.
Para el caso de México no existe evidencia de que las entradas de capital que se han registrado en los últimos años sean perniciosas en términos de estabilidad financiera y/o para la evolución de los precios de los activos, concluyó el banco central.

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