martes, 28 de mayo de 2013

El caso Unefon, “vendetta” de Lozano (Primera Parte)

El caso Unefon, “vendetta” de Lozano (Primera Parte)



Primera parte del Reportaje original publicado en Proceso, No. 1908.
Jorge ALvarez Hoth
Jorge Alvarez Hoth.
Un nuevo caso de “justicia” al estilo calderonista, más cercano a la venganza y a la persecución política, fue enmendado por la Secretaría de la Función Pública del actual gobierno peñista. La dependencia revocó el pasado 13 de mayo por “notoriamente improcedente” la sanción que la misma secretaría ordenó el 26 de octubre de 2012, treinta y cinco días antes de que terminara el sexenio de Felipe Calderón, en contra de Jorge Alvarez Hoth, ex subsecretario de Comunicaciones en el gobierno de Vicente Fox.
La resolución original de la Secretaría de la Función Pública le ordenó el 26 de octubre al ex funcionario foxista pagar 550 millones de pesos y lo inhabilitó de cualquier cargo durante diez años, al considerarlo responsable del “pago indebido” por la misma cantidad a la empresa telefónica Unefon, en noviembre de 2006.
Alvarez Hoth, ex coordinador de la precamapaña presidencial de Santiago Creel en 2012, decidió solicitar la revocación de la resolución el 16 de noviembre de 2012. Seis meses después, la SFP revocó la resolución emitida por el entonces director general de Responsabilidades y Situación Patrimonial de la SFP, Alfonso Víctor Sáenz.
Lo paradójico es que el caso de Unefon, único en la historia de las telecomunicaciones del país, ya había sido resuelto mucho antes por la propia Auditoría Superior de la Federación en 2008. En su informe sobre la cuenta pública, la ASF estableció que no hubo irregularidad en el pago de 550 millones de pesos a la empresa de telefonía inalámbrica, entonces propiedad de Ricardo Salinas Pliego, y que el origen de la disputa con Unefon radicó en el otorgamiento “indebido y sin facultad para ello” de dos prórrogas autorizadas en 1998 y 1999 por el entonces presidente de la Cofetel, Javier Lozano Alarcón, y por el titular de la SCT, Carlos Ruiz Sacristán, quienes le permitieron a la empresa diferir el pago de 80 por ciento de una contraprestación de 2 mil 620 millones de pesos en el otorgamiento de 18 títulos de concesión (ver Proceso, Nos. 1639 y 1642).
Salinas Pliego, en ese año, había insistido en el pago de los restantes 46 millones de pesos de un total de 596 millones, según la resolución emitida por el Tribunal Superior de Justicia Fiscal y Administrativa, así como otros 3 mil 57 millones de pesos por “actualizaciones”, intereses acumulados y recargos.
En noviembre de 2009, la propia Secretaría de la Función Pública absolvió al entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano, y también a Jorge Alvarez Hoth por el pago de los 550 millones de pesos a Unefon.
Sin embargo, el 2 de agosto de 2011, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes promovió un “juicio de lesividad” en contra de Alvarez Hoth.  La Primera Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa desechó en marzo de 2012 esta demanda.
No contentos con esta resolución, en octubre de 2012, el consejero jurídico de la presidencia de la República, Miguel Alessio, el entonces precandidato presidencial del PAN, Javier Lozano, promovieron ante la SFP otro procedimiento sancionador en contra de Alvarez Hoth argumentando “nuevas irregularidades” en el caso de Unefon.
Entrevistado por Proceso, Alvarez Hoth no dudó en considerar su caso como “un claro ejemplo del abuso de autoridad por parte de todos los integrantes del grupo calderonista” y específicamente responsabilizó a Javier Lozano Alarcón, actual senador en rebeldía en contra del dirigente nacional panista Gustavo Madero, como el responsable de esta “persecución y vendetta política”.
“Les gusté como chivo expiatorio. Lozano violó la ley y usó el poder como lo usa ahora para perseguir y condenar a todos los que no formen parte del núcleo claderonista”, advirtió Alvarez Hoth.
“Los voy a demandar penalmente y evalúo otras acciones legales correspondientes por daño moral, así como daños y prejuicios. ¿Creen que me pasé 6 años perseguido por los calderonistas y voy a dejarla pasar así nomás?”, reviró el ex subsecretario foxista.
-¿Por qué revivieron el caso en octubre de 2012, a unos meses de que terminara el sexenio calderonista?
-La gota que derramó el vaso fue que ayudé a Santiago Creel en su campaña interna por la candidatura presidencial. Los calderonistas son excluyentes, mesiánicos. Creyeron que yo buscaba llegar al Congreso a través de una candidatura y Lozano lo convenció de detonar de nuevo el caso.

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