jueves, 6 de junio de 2013

PAN: acotemos a gobernadores; entrevista con Gustavo Madero

PAN: acotemos a gobernadores; entrevista con Gustavo Madero

“No tengo frente a mí un gobierno comprometido con la democracia”, asegura el dirigente panista

Pascal Beltrán del Río y Leticia Robles de la Rosa
06/06/2013 06:55
PAN: acotemos a gobernadores; entrevista con Gustavo Madero

CIUDAD DE MÉXICO, 6 de junio.- Al final “acabamos alimentando al monstruo que nos iba a tragar”, critica Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, al recordar cómo los gobernadores se aprovecharon de los sexenios panistas para obtener poder y dinero.
En entrevista con Excélsior, adelanta que su partido impulsará una reforma política para acotar ese poder de los gobernadores.
“No tengo frente a mí un gobierno comprometido con la democracia; no tengo un PRI preocupado por erradicar la cultura autoritaria”, advierte.
Además, rechaza que exista un divorcio entre él y el ex presidente Felipe Calderón, con quien dice que tiene una relación institucional.
Sobre Ernesto Cordero, explica que su destitución como líder de los senadores respondió a la preocupación que le generó el hecho de que quería constituir su propia expresión política, al margen del partido.
PRI, sin compromiso con la democracia: Gustavo Madero
Una reforma política debe generar que todos los partidos tengan un piso parejo en los comicios de 2015, afirma el panista, quien acusa que por la falta de rendición de cuentas se acabó “alimentando al monstruo”.
El reto de la reforma política está en acotar a los gobernadores, quienes aprovecharon la alternancia para obtener poder y dinero, mientras el PAN terminó por alimentar “al monstruo” que lo iba “a tragar”, asegura Gustavo Madero Muñoz, líder de Acción Nacional.
Ese poder de los mandatarios estatales y la indiferencia del PRI ante tales excesos le deja claro que “no tengo frente a mí un gobierno comprometido con la democracia; no tengo un PRI que en sus gobiernos estatales esté preocupado por erradicar la cultura autoritaria del partido hegemónico, expansivo, que lo viví, lo sufrimos durante décadas del siglo pasado, pero que sigue estando muy vigente en los estados del país”.
En entrevista con Excélsior, Madero adelanta que a partir del 8 de julio, una vez concluidos los comicios, tomará algunos días de reflexión para decidir si va por la reelección en el PAN.
Rechaza que exista un divorcio entre él y el ex presidente Felipe Calderón, con quien dice que tiene una relación institucional, con coincidencias en objetivos, pero divergencias en las formas.
También aclara que la destitución como coordinador del PAN en el Senado de Ernesto Cordero, principal representante del grupo político de Felipe Calderón, no respondió a una motivación personal, sino a la preocupación que le generó el hecho de que quería constituir su propia expresión política, al margen de su partido.
Has dicho que el PRI está agarrando aire para volver a las mismas prácticas de antes. ¿Es todo el PRI o qué parte del PRI?
—Es un tema que nos cuesta trabajo como sociedad ver si ya quedó atrás toda esta cultura. Más que el PRI, es toda una cultura priista, así déjame llamarle, porque se incubó durante 70 años que gobernó el PRI a nivel federal. Después incluso la mayoría de los partidos la replicamos en mayor o menor medida, todos los partidos.
“Pero esta cultura sigue estando presente en el país. A mi juicio se refugió en los gobiernos estatales con mayor intensidad, porque controlan ellos a los Congresos locales.
“Entonces lo que yo viví, lo que vivimos la mayor parte del tiempo del siglo pasado a nivel federal hoy lo ves en réplicas en gobiernos locales, en mayor o menor medida, pero en todos. Siempre está y esto es algo que a mi juicio es una asignatura pendiente de nuestro país para avanzar en la democracia.”
¿Cómo cambias una cultura?
— Las culturas se cambian por generaciones y una generación tarda 25 años, y por eso lo que hay que hacer es empezar a tener nuevas prácticas políticas. Cuando llega el PAN al gobierno su obligación es tener una nueva práctica política, porque si repite la misma, entonces la cultura se perpetúa, se sigue practicando.
¿Y lo hizo? ¿El PAN cambió la práctica?
— Creo que nos faltó eso. Tener mayor capacidad de empoderamiento de la sociedad civil. Sí lo hizo en mayor democracia, sí lo hizo en mayor transparencia, en mayor libertad de expresión de los medios de comunicación, sí lo hizo en el mayor empoderamiento de la sociedad civil. Sin embargo, creo que todavía falta mucho.
“México es un país donde necesitamos más ciudadanía. Sigue siendo un país donde nos desen-
tendemos mucho como sociedad una vez que elegiste a un gobierno y lo único que haces es criticarlo en el café, hasta ahí, en la sobremesa de la casa, pero en la participación activa como sociedad para acompañarlo, exigirlo, presentarle propuestas y demandas todavía nos falta mucho.”
¿Por qué negociar con ese PRI que de acuerdo con muchos sólo está utilizando el Pacto por México para lavarse la cara y tener un bono para gobernar?
— Es un gran dilema. Es una decisión muy compleja, porque el primer impulso es decirle no, no colaboro, pero es algo que nosotros criticamos al PRI en su papel como partido opositor estos 12 años, que no colaboró con los gobiernos del PAN para darles mayoría y profundidad a las reformas que necesitaba el país.
“El primer dilema que tiene el PAN es ‘¿voy a actuar igual que el PRI?’ Y pues la primera respuesta que nos dimos es ‘no’. El PAN quiere ser un partido responsable y distinguirse del PRI en esta forma de trabajar. Al mismo tiempo no puedo yo sentarme allí enseguida del Presidente, porque parece que estoy avalando, dándole un aval a todas estas prácticas que está habiendo, surgiendo como si fueran manchas de viruela en todo el país.”
Eso debe quitarte el sueño
— Nos quita el sueño, definitivamente. Es un reto que necesitamos colaborar, porque el PAN cree en esas reformas, cree en lo que está escrito en el Pacto por México, creemos que es bueno para México y para los mexicanos. Nosotros lo propusimos y no podemos dejar de creer en eso, porque no somos gobierno... sería inconsistente, sería un partido totalmente oportunista.
“Pero al mismo tiempo estamos sufriendo y padeciendo esta cultura autoritaria del partido hegemónico, expansivo, que lo viví, lo sufrimos durante décadas del siglo pasado, pero que sigue estando muy vigente en los estados del país.
“Hoy tenemos 14 elecciones, y prácticas como utilizar los programas sociales para comprar y cooptar el voto es algo que se utiliza y que hay que combatir y erradicar. El control de los Congresos locales para autorizar endeudamientos irresponsables y para autorizar y aprobar las cuentas públicas de estos gobiernos que autorizaron también es un modus operandi que lo veo en todo el país y que nos está costando a los mexicanos y, sobre todo, a los habitantes de todas estas entidades como Coahuila, Nuevo León, Quintana Roo, etcétera.
“El control de los medios locales al más viejo estilo, que no sucede nada que no sea aprobado por una autoridad estatal, que es el patrocinador de todos estos medios, es algo que impide la formación de opinión pública crítica, informada, participativa. La cooptación de los miembros de los partidos de oposición por parte de gobernadores también es una práctica que veo en varios estados, que tratan de cooptar, comprar miembros, dirigentes y candidatos de PAN y PRD.”
¿Y ése es el reto de la reforma política?
— Sí. Exacto.
Acotar el poder de los gobernadores.
— Ése es el reto. El reto es llegar a las elecciones de 2015 con un marco normativo que garantice un piso más parejo, que hoy no lo tenemos. Un piso más parejo para todos. Y aquí no estoy tratando de perjudicar al PRI y beneficiar al PAN o al PRD, no. Lo que quiero es que sea parejo para todos y hoy no lo estoy sintiendo.
“Lo que pasa es que el PRI gobierna y domina en 22 estados. Entonces es básicamente el referente mayor para esta reforma, pero necesitamos cambiar esta situación para que la democracia siga desdoblándose.
“Muchos se fueron con la finta de que en el 2000 ya hubo alternancia y entonces México ya tenía la prueba superada de que el partido hegemónico quedó atrás, el partido monopólico. La verdad es que eso era el puro cascarón, la pura parte de afuera. Si tú entrabas en el interior de la política seguías viendo que el PRI era dominante en la mayor parte de los estados, de los Congresos, incluso del Congreso (de la Unión).”
¿Fue más cómodo para el PAN seguir en lo mismo?
— Lo que pasa es que tampoco se tenía la capacidad material para hacerlo, porque acuérdate que nunca se tuvo mayoría en el Congreso y lo que se hizo fue que se refugió en los Congresos locales.
“Inmediatamente después de 2000 los gobernadores se agrupan, forman la Conago y son el poder, el alter ego que se le pone al presidente Vicente Fox para negociar. Cualquier reforma en el Congreso pasaba por los diputados que controlaban los gobernadores y a partir de ahí se empiezan a dar una serie de transferencias de recursos de lo Federal a lo estatal, sin los contrapesos, sin transparencia.
“Esto fue necesario para la gobernabilidad, pero fue un retroceso, porque se acrecentó, se exacerbó más este poder sin contrapesos de los gobernadores. De tal manera que hoy llegas y se siente esa visión del poder patrimonial, esa visión de que el poder público es patrimonio de quien está ahí. Ahora está peor que nunca y creo que éste es un reto que tenemos en México.”
¿Fue un error permitir al PAN, en lo que le tocaba, la transferencia de recursos y la menor transparencia en los estados?
— Sin contrapesos y sin rendición de cuentas sí. Al final del día acabaste alimentando al monstruo que te iba a tragar. Es un poco lo que le pasó a Francisco I. Madero en 1910. Gana la Presidencia en noviembre, pero deja intacto todo el sistema de la cultura y el sistema porfiriano, incluso el Congreso, y a los 15 meses lo derrota el mismo sistema ¿Por qué? Porque no lo desmanteló.
“El reto es llegar al poder para ir construyendo una nueva cultura y un nuevo sistema político. Por eso, cuando firmamos el addendum (del Pacto por México), pusimos como uno de los compromisos el darle preeminencia a la reforma político-electoral. Esto va a permitir empezar a solucionar este problema histórico, que lo compartimos todos los partidos.
“Es un problema que nos hace daño a todos, y aunque ganes una elección con estas prácticas, estamos perdiendo democráticamente.”
César Camacho, dirigente nacional del PRI, dice que los reclamos que has hecho últimamente, igual Jesús Zambrano (PRD), tienen que ver con que se están curando en salud con las derrotas que van a tener el 7 de julio ¿Qué contestas?
— Pues ninguna de las dos. Vamos a ganar. El PAN va a ser el único partido que va a avanzar significativamente. Respecto de 2012, el PAN es el único que va a crecer y lo vas a percibir el día 8 de julio. Vamos a conservar lo que tenemos y a acrecentar donde no estamos ganando.
“No es por ahí. También dice que hay que presentar pruebas. Hemos presentado videos, grabaciones, testimonios, denuncias y no pasa nada. Si no fuera porque uno trae ahí esta brega de eternidad, de estar insistiendo en que las cosas cambien, la tentación de claudicar y de rendirse es muy grande, pero hay que seguirle.
“Es frustrante que ante pruebas tan claras, la primer reacción sea tratar de minimizarlas, de echarles tierra y capas para que entren al olvido, en esta cultura de que cada noticia se come a la anterior, entonces estos temas de-
saparecen de la agenda y de la conciencia de la gente, pero también la impunidad, ¿Qué estás haciendo? Nada. ¿Quién está en la cárcel?
“Ahorita tratan de lavarse las manos con Granier. Yo quisiera ver al procurador general de la República y quisiera ver al Presidente de la República, no oportunistamente, tratar de deslindarse, porque le puede afectar en un proceso electoral, sino con ganas de no utilizar la justicia selectiva y oportunista.
“El caso de Elba Esther está muy bien, pero hay mucha cola para otros, que se puede seguir actuando con la misma consistencia y pareciera más que son modos autoritarios para decir ‘aquí estoy yo y se me alinean todos’, que un compromiso para combatir la corrupción.”
¿Se ha cumplido el texto del addendum, es decir, los compromisos que asumieron?
— Yo te diría: ninguno. Nosotros en el semáforo de alertas tempranas que hemos puesto, de contingencia democrática, hemos presentado 32 denuncias. Ninguna se ha atendido, resuelto. El tema de los delegados sigue ahí. Vimos la cuenta de cheques de la que repartían en estas reuniones de Veracruz, que estamos con información que nos dan, nos dicen que probablemente sea la misma de la que sacaron los 25 millones de pesos el año pasado y que se incautaron en Toluca.
“Este tipo de falta de resultados no te hablan más que de una actitud soberbia y no sé si entre complaciente y cómplice, porque estás diciendo ‘no te preocupes Rosario, no pasa nada.’”
¿El Pacto está condicionado a lo que ocurra en los procesos electorales?
— Ahí hay una trampa al tratar de generar un condicionamiento. A ver, el condicionamiento está así: si no tengo un gobierno del otro lado que esté comprometido con la democracia, el combate a la corrupción, obviamente con ese gobierno no vas a poder confiar ni trabajar.
¿Las elecciones son una medida?
— Sí y el comportamiento de los gobernadores, de las autoridades y del mismo gobierno federal ante estas denuncias,hoy nos está dando las primicias de que no va a actuar de una manera comprometida con la democracia y la transparencia y el combate a la impunidad, porque hasta ahora, a 55 días de que el 17 de abril presentamos un caso muy armado de comprobación de una maquinación electoral fraudulenta, no ha habido nada, absolutamente nada, de parte de la autoridad. Deja tú de la PGR, porque te dicen es autónoma la PGR, de la Secretaría de la Función Pública. Ellos podrían estar actuando, integrando expedientes, porque son funcionarios federales manejando recursos federales.
“¿Qué están haciendo? Nada. Y esto sí es consistente con el ‘no te preocupes Rosario’. La falta de resultados, de actuación, pues sí corresponde a esa expresión que le salió de lo más profundo al Presidente de la República cuando dice ‘no te preocupes Rosario, son descalificaciones de los que les preocupan las elecciones’.
“De lo que estamos hablando son delitos electorales y que debe el gobierno actuar para cumplir y hacer cumplir la ley, y no lo está haciendo.”
¿Qué tiene que pasar y cuánto tiene que pasar para que diga sí tengo un gobierno comprometido con la democracia enfrente o no lo tengo y según entiendo me levanto del Pacto?
— Yo te diría, ahorita estoy claro que no tengo un gobierno comprometido con la democracia. No tengo un Partido Revolucionario Institucional que en sus gobiernos estatales esté preocupado por erradicar esta cultura. La replica y la solapa. Esto a mí como panista, pues es nuestra brega de eternidad, es de nuestras banderas más originarias, el ir contra estas prácticas y esto nos aglutina, nos une.
“Yo sí veo, incluso entre la sociedad, que hay un resurgimiento, una vuelta de los ojos de los ciudadanos hacia el PAN, para volverle a dar respaldo para que siga combatiendo estas prácticas y veo ahorita un mayor apoyo hacia el Partido Acción Nacional, del que veía hace algunos meses o años.”
Cuando se ven los casos de presunta corrupción que hay con ex funcionarios del PAN, ¿qué crees que piensa la ciudadanía del partido y qué piensas tú?
— Lo lamento mucho y hay que combatirlo siempre. El PAN no quiere solapar a nadie. Quiere que se investigue a todos los funcionarios de cualquier partido, para que podamos seguir construyendo confianza.
“A mi juicio, y lo compartirán otros, el que estos casos se presenten en el PAN yo lo distingo. Es mi percepción, del caso del PRI, porque creo que allá es por sistema, una forma de ser, es una cultura. Y en el caso del PAN la cultura es distinta, se nos han dado algunos casos, algunas de estas desviaciones, actos de corrupción y hay que combatirlos, pero lo que me rehúso a creer es que sea el sistema predominante del PAN para ser gobierno o para ser partido.”
Así como César Camacho dice que Granier dé la cara, ¿tú dirías que César Nava dé la cara?
— Sí. Yo creo que la está dando. Hasta donde yo sé, para ponerlo en contexto, es un tema que lleva más de diez años. Mediáticamente tiene todavía capacidad de generar mayores dividendos y réditos, pero judicialmente es un tema superado en la justicia mexicana, y que en el caso de Estados Unidos todavía no hay ni siquiera una notificación o una denuncia. Hay una mención simplemente. Pero claro, que dé la cara, que se defienda, y si tiene algún tipo de responsabilidad, él o cualquier otra persona de mi partido, que responda ante la justicia.
¿Ya decidiste si vas a buscar la reelección como jefe nacional del PAN?
—Te soy muy franco: no. Quiero estar preparado por si digo que sí, pero honestamente quiero, pasando la elección, hacer un balance. Honestamente yo creo que estoy haciendo cosas en el PAN para corregir muchas de las cosas que hemos venido acumulando.
“El padrón lo depuramos, porque se engrosó de una manera poco conveniente para un partido como el nuestro. Los estatutos los estamos cambiando. El volver a tener la agenda de la transición que caracteriza al PAN, de seguir impulsando los cambios del sistema político, del sistema económico. Todo eso creo que es bueno. Incluso creo que los resultados electorales van a ser positivos.
“Después del 8 de julio voy a tomarme unos días para hacer una valoración personal y tomar esa decisión, por el bien del partido. No estaría pensando en el bien particular mío, sino en el bien del partido.”
Afuera se simplifica que si el PAN gana Baja California y la capital de Puebla, entonces Madero tiene gas para otro periodo. ¿Es así de sencillo?
— No. No es así de sencillo y ésa es otra trampa y te voy a decir por qué. Porque se trata de poner, y lo pone el PRI, donde ellos están poniendo todos los torpedos, todos los recursos del PRI. Tienen dos objetivos, la alcaldía de Puebla y la gubernatura de Baja California. Todos los recursos ahí están orientados.
“Yo te diría que el balance agregado del 8 de julio va a ser que el PAN es el único partido que crezca a nivel nacional. Reducirlo a una capital o a una gubernatura se me hace que es una trampa mediática, de simplificación, para ver si Gustavo Madero va a tener oxígeno para continuar. No es así. No es así de simple.”
Desde afuera también se ve una ruptura, que no es reciente, con el ex presidente Felipe Calderón. Dime tu versión, ¿cuál es tu relación con él?
— Absolutamente institucional. Yo siempre he apoyado, apoyé al Presidente en sus funciones, como senador, como coordinador de los senadores y como presidente del partido. Siempre, el partido y tu servidor estuvimos apoyándolo absolutamente.
“El tema del entendimiento, de cómo debe actuar el partido en estos momentos, puede haber algunas diferencias, pero incluso yo te diría, pueden ser más de forma que de fondo. Escuché una expresión del ex presidente Felipe Calderón en favor del Pacto, en el sentido de que los contenidos son parte de nuestra agenda y nuestra cultura. El PAN siempre ha sido un partido responsable para colaborar.
“Si te vas a la sustancia, al fondo, no hay una distancia, un conflicto, una visión diferente. Tal vez en la forma, en la estrategia, en la comunicación, en la interlocución pueda haber algunos puntos distintos de algunos panistas, pero en el fondo no lo hay.”
No creo que haya sido un tema personal lo que te llevó a sustituir al líder en el Senado.
— No. Ése fue un tema de funcionamiento institucional. Lo que estamos tratando de estructurar es un partido articulado, con congruencia, consistencia y sinergia entre todos sus actores, sus partes, sus órganos, y en el caso de la coordinación de los senadores había un problema de funcionamiento institucional que lo corregí de acuerdo a mis facultades. No es nada personal ni con Ernesto ni con nadie.
“Es un tema que como presidente del partido necesito que las expresiones y la coordinación que se dé del partido con los senadores mantengan la mayor fluidez y la correa de transmisión opere lo más eficazmente posible. Ésa es una oportunidad de mejora que yo identifiqué y que yo actué en consecuencia.”
¿Cuándo te diste cuenta que tenías que proceder con el cambio?
— Cuando entendí que en la concepción de Ernesto sí estaba en la convicción de que el grupo parlamentario de los senadores debía ser su propia expresión política distinta a la del Comité Ejecutivo Nacional del PAN y de los diputados. Cuando eso se empieza ya a demostrar, dices ‘oye, eso no nos va a ayudar a nadie’. No puede haber una concepción balcanizada del PAN. Tiene que haber una concepción armónica, sistémica y con sinergia.

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