Gazpromneft extraerá petróleo en Iraq
Collage: La Voz de Rusia
Líderes de la extracción de petróleo a nivel
mundial están participando de manera activa en la realización de
proyectos en el territorio iraquí, pese a que los riesgos políticos y
jurídicos siguen siendo bastante altos. Sin embargo, las ventajas
también son evidentes. Las empresas rusas se muestran extremadamente
cautelosas en la toma de decisiones relacionadas con la cooperación con
Bagdad. Solo se empieza a trabajar, si se puede garantizar la seguridad
absoluta, subraya el presidente de la Asociación de Empresas de la
Industria Petrolera, Guennadi Shmal:
—Las
reservas de petróleo en Iraq son unas de las más importantes del mundo.
Además, goza de unas condiciones geológicas favorables, de modo que
suelen beneficiarse con proyectos en Iraq, Arabia Saudí y Kuwait. Dado
que Arabia Saudí, por ejemplo, es un país bastante cerrado, Iraq tiene
un gran atractivo para las empresas rusas. Lo cierto es que son pocos
los días que transcurren sin algún atentado, pero en cuanto a la
industria de extracción de petróleo todo parece estar más o menos bajo
control en los últimos años.
El director del
Instituto Nacional de Energía, Serguéi Pravosúdov, tiene una visión
bastante diferente de los proyectos en Iraq y de los riesgos que
conllevan. Formalmente el país es indivisible, pero de hecho las zonas
del norte y Kurdistán son una especie de autonomías libres de firmar
contratos de explotación de yacimientos de petróleo en su territorio.
Las condiciones que ofrecen son mejores que las del gobierno central.
Gazpromneft tiene firmados contratos con Kurdistán y con el gobierno
central. El contrato de la explotación del yacimiento de Badra fue
firmado con las autoridades del país, explica el experto:
—Lo
que ocurre es que la petrolera no se queda el producto para venderlo,
sino que se le abona un determinado interés por los volúmenes extraídos.
Dado que el coste de producción en Iraq es uno de los más bajos del
mundo, trabajar allí es rentable. En cuanto a las dificultades, todos
los días tenemos noticias de nuevos atentados.
Es
importante tener en cuenta que en el país no cesan los enfrentamientos
entre chiíes y suníes. El problema está en lo intensos que seguirán
siendo, porque de ello dependerá el volumen de las inversiones. En caso
de estallar la guerra civil, será complicado continuar con la
extracción. En todo caso, los costos se dispararán, porque habrá que
reforzar las medidas de seguridad, señala el experto. Es el principal
factor de riesgo en Iraq.
Sin embargo, tres importantes
petroleras rusas ya han salido al mercado iraquí, lo que demuestra que
el clima inversor en el país está mejorando. Las autoridades iraquíes,
por su parte, están trabajando de forma intensa para atraer las
inversiones y garantizar la seguridad, señala Guennadi Shmal:
—Creo
que no es el final, todo lo contrario, muchas empresas rusas, sobre
todo las que trabajan en la perforación de los pozos de petróleo como,
por ejemplo, la Compañía Siberia Norte están interesadas en trabajar en
Iraq y el volumen de trabajo es considerable.
Antes
de que en 1991 entrara EEUU y en Iraq estallara la Guerra del Golfo, en
el país trabajaban varias decenas de miles de técnicos rusos. En cuanto
a Gazpromneft, llegó a Iraq junto con Lukoil y antes de proceder a la
extracción ha invertido en los pozos y en la prospección y realizado
otros proyectos. Está previsto que la explotación del yacimiento de
Badra dure veinte años.
ach/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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