¿Quién sostiene las riendas de Europa?
Foto: EPA
“Agosto en Bruselas es tradicionalmente temporada muerta –explica EU-Infothek
el propósito de un análisis detallado que ha publicado–. En la sede de
la UE reinan los ánimos vacacionales, los miembros de la Comisión
Europea se preparan para descansar, ofreciendo de este modo una
magnífica oportunidad para apreciar sus cualidades profesionales y la
correspondencia al cargo que ocupan”.
La principal
conclusión es realmente deprimente. La mayoría aplastante de los
comisarios –afirma EU-Infothek–, responde por asuntos que en modo alguno
se corresponden con su nivel profesional. Desde luego, la experiencia
profesional y las habilidades de algunos comisarios no suscitan dudas
algunas, pero constituyen una minoría. En cambio, los que están
dispuestos a abordar cualquier problema, no disponiendo para ello de las
mínimas cualidades profesionales, realmente abundan e incluso están de
sobra.
Por ejemplo, el político belga Karel De Gucht
quien hizo espectaculares zigzagueos en su trayectoria. A partir de
1980, durante catorce años fue diputado al Parlamento Europeo, luego de
lo cual pasó a ser senador en su tierra natal. Posteriormente, fue
designado ministro de asuntos exteriores de Bélgica. En 2009, al ser
destinado por el Gobierno a la sede de la UE en Bruselas, asumió la
responsabilidad por el desarrollo y la ayuda humanitaria. Ello no
obstante, pasados tan sólo dos meses, por razones absolutamente
inexplicables fue designado comisario de Comercio. Igualmente
policromática es, según EU-Infothek, la trayectoria europea del español
Joaquín Almunia. Exprofesor de Derecho Laboral en la Universidad de
Harvard, luego, ministro de Trabajo y Empleo, primero fue nombrado para
el cargo de comisario de Economía y Finanzas y en 2010, para el de
Competitividad. Los motivos se desconocen.
Igualmente
multifacéticas son las áreas de aplicación de las dotes de Viviane
Reding, representante de Luxemburgo. Habiendo obtenido la licenciatura
en Antropología y trabajado de periodista, durante 10 años ella ocupó el
cargo de comisario de Educación, Cultura y Deportes; luego, pasó a
ocupar el cargo de comisario de comunidad de información y, a partir de
2010, el de Justicia y Derecho Internacional. Y el nombramiento, en
2008, de la baronesa Catherine Ashton
primero para el cargo de comisario de Comercio y, pasado un año, alta
representante para la Política Exterior de la Unión Europea seguirá
siendo el mayor misterio del presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Barroso, ironiza la edición digital, ya que esta señora no ha
tenido absolutamente nada que ver con la política exterior.
No creo que sea necesario seguir aduciendo los enigmáticos nombramientos en la Comisión Europea, mencionados por EU-Infothek.
Lo
único que nos queda es asumir la conclusión irónica en el sentido de
que por ahora, la distribución de los cargos en la Comisión Europea
semeja una lotería o actuaciones circenses y que después de las
elecciones al Parlamento Europeo a celebrarse el próximo año, es preciso
acabar con esta práctica. Las competencias de la comisión actual
expiran en octubre de 2014. Mientras tanto, varios políticos y expertos
acusan a la Comisión Europea de la falta de democracia, la abultada
plantilla de comisarios y empleados con sueldos injustificados. El
experto ruso Serguéi Utkin destaca también otro aspecto del problema:
—Los
comisarios son muy diferentes. Aun cuando un país pueda resultar
incapaz de avalar a un especialista dotado que sea relevante en el
ambiente europeo, de todas formas tiene que promover a alguien. De ahí,
los deplorables resultados. Por lo que a las personalidades concretas se
refiere, los mismos Herman Van Rompuy y Catherine Ashton, criticados
por un insuficiente actividad y escasa imagen pública, fueron elegidos
por los países miembros precisamente porque nadie los conocía. Ahora los
líderes tienen que vérselas con los resultados.
Al
comentar las discusiones sobre la necesidad de reducir la plantilla o,
al contrario, aumentarla, Rainer Brüderle, jefe de la facción del
Partido Democrático Liberal en el Bundestag, ha destacado en la
entrevista radial:
—Tenemos
el presidente de la Comisión Europea, el presidente del Consejo de
Europa, alta representante para la Política Exterior de la Unión
Europea. Tenemos el presidente del Parlamento europeo y veintiocho
comisarios. Los cargos son suficientes, quienes escasean son las
personas capaces de resolver problemas.
¿Quiénes comprobarán las capacidades de los comisarios que siguen conduciendo el coche europeo?
ach/as/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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