Israel comienza la liberación de los primeros 26 presos palestinos
- Son parte de los 103 reos que Israel liberará para retomar el proceso de paz
- Las negociaciones empiezan este miércoles lastradas por las nuevas colonias
RTVE.es 13.08.2013 - 21:44h
Israel ha comenzado la transferencia a Gaza y Cisjordania de los primeros 26 presos palestinos que cumplen condena por delitos anteriores a los acuerdos de Oslo de 1993, unas horas antes de que se reinicien las negociaciones de paz directas entre las partes.
Los veintiséis, de un total de 103 que Israel dejará en libertad mientras avancen las conversaciones de paz, se fueron reunidos el lunes en la cárcel Ayalón y este martes por la noche han sido montados en camionetas para ser conducidos a los pasos de Erez, en Gaza, y Betunia, en Cisjordania.
Según medios locales citados por las agencias internacionales, pocos minutos después de salir de la cárcel ya estaban en los pasos fronterizos. Y ello después de que un grupo de activistas israelíes de derechas intentaran bloquear el paso a las camionetas, según el diario "Yediot Aharonot", que añade que la policía los ha dispersado.
Según el plan previsto, 14 serán entregados en la franja y los 12 restantes en Ramala, donde serán recibidos en la mukata, sede de la presidencia, por el líder palestino, Mahmud Abás. "Las celebraciones comenzarán a medianoche, y serán recibidos por el presidente, sus familiares y por los palestinos" en general, informó en un comunicado el ministro de Asuntos Civiles, Hussein A-Shej.
La luz verde a su salida de prisión la ha dado este mismo martes el Tribunal Supremo de Israel, al rechazar el último de los recursos presentados por asociaciones de víctimas del terrorismo para que prohibiese al Gobierno de Benjamín Netanyahu seguir adelante con la excarcelación.
Veintiuno de los presos fueron condenados por la muerte de israelíes o por ser sospechosos de colaborar con el enemigo, mientras los restantes por su implicación en intentos de asesinato o secuestro. La mayoría ha cumplido más de 20 años entre rejas.
Por su parte, los palestinos, que los ven como luchadores por la libertad, argumentan que los que van a ser liberados actuaron en tiempos de conflicto, antes de que las dos partes rubricaran el primer acuerdo interino de paz en 1993.
"Gracias a Alá por las negociaciones de paz con Israel, gracias a Alá", decía a Efe la palestina Neemi Mansur, mientras aguardaba con enorme excitación la liberación de su hijo Ismat Mansur, encarcelado hace dos décadas.
Bajo la mediación de Estados Unidos, israelíes y palestinos deben reanudar las negociaciones este miércoles, por primera vez en tres años, y la liberación de los presos fue uno de los gestos de buena voluntad que Abás demandó a Israel antes del encuentro previo que mantuvieron en julio en Washington.
Pero la liberación de Mansur y de los otros 25 presos se producirá después de que Israel haya anunciado también en los últimos días la construcción de 2.100 viviendas en territorio ocupado, una medida destinada a aplacar la indignación en el ala derechista del Gobierno de Netanyahu.
"Todos estos anuncios de planes aprobados hace tiempo tienen el único objetivo de perturbar las conversaciones", ha dicho Pepe Alalu, concejal de la Municipalidad de Jerusalén del partido pacifista Meretz. De hecho, los anuncios han enfurecido a los palestinos, que acusan a los israelíes de sabotear el diálogo antes de empezar.
La política seguida por Israel con los palestinos podría definirse como "una de cal y otra de arena", si bien la liberación de presos no ha estado tampoco exenta de críticas en la ANP por no incluir reclusos de Jerusalén Este o residentes en Israel o por el procedimiento unilateral seguido para su excarcelación.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, descartó ayer en Bogotá que los anuncios de nuevas colonias sean un "contratiempo" y precisó que eran "algo esperado hasta cierto punto".
Las conversaciones han levantado también ampollas en Gaza, donde el gobierno del movimiento islamista Hamás advirtió de que Abás no está autorizado para negociar con Israel.
Israel ha comenzado la transferencia a Gaza y Cisjordania de los primeros 26 presos palestinos que cumplen condena por delitos anteriores a los acuerdos de Oslo de 1993, unas horas antes de que se reinicien las negociaciones de paz directas entre las partes.
Los veintiséis, de un total de 103 que Israel dejará en libertad mientras avancen las conversaciones de paz, se fueron reunidos el lunes en la cárcel Ayalón y este martes por la noche han sido montados en camionetas para ser conducidos a los pasos de Erez, en Gaza, y Betunia, en Cisjordania.
Según medios locales citados por las agencias internacionales, pocos minutos después de salir de la cárcel ya estaban en los pasos fronterizos. Y ello después de que un grupo de activistas israelíes de derechas intentaran bloquear el paso a las camionetas, según el diario "Yediot Aharonot", que añade que la policía los ha dispersado.
Según el plan previsto, 14 serán entregados en la franja y los 12 restantes en Ramala, donde serán recibidos en la mukata, sede de la presidencia, por el líder palestino, Mahmud Abás. "Las celebraciones comenzarán a medianoche, y serán recibidos por el presidente, sus familiares y por los palestinos" en general, informó en un comunicado el ministro de Asuntos Civiles, Hussein A-Shej.
La luz verde a su salida de prisión la ha dado este mismo martes el Tribunal Supremo de Israel, al rechazar el último de los recursos presentados por asociaciones de víctimas del terrorismo para que prohibiese al Gobierno de Benjamín Netanyahu seguir adelante con la excarcelación.
Veintiuno de los presos fueron condenados por la muerte de israelíes o por ser sospechosos de colaborar con el enemigo, mientras los restantes por su implicación en intentos de asesinato o secuestro. La mayoría ha cumplido más de 20 años entre rejas.
Por su parte, los palestinos, que los ven como luchadores por la libertad, argumentan que los que van a ser liberados actuaron en tiempos de conflicto, antes de que las dos partes rubricaran el primer acuerdo interino de paz en 1993.
"Gracias a Alá por las negociaciones de paz con Israel, gracias a Alá", decía a Efe la palestina Neemi Mansur, mientras aguardaba con enorme excitación la liberación de su hijo Ismat Mansur, encarcelado hace dos décadas.
Bajo la mediación de Estados Unidos, israelíes y palestinos deben reanudar las negociaciones este miércoles, por primera vez en tres años, y la liberación de los presos fue uno de los gestos de buena voluntad que Abás demandó a Israel antes del encuentro previo que mantuvieron en julio en Washington.
Pero la liberación de Mansur y de los otros 25 presos se producirá después de que Israel haya anunciado también en los últimos días la construcción de 2.100 viviendas en territorio ocupado, una medida destinada a aplacar la indignación en el ala derechista del Gobierno de Netanyahu.
"Todos estos anuncios de planes aprobados hace tiempo tienen el único objetivo de perturbar las conversaciones", ha dicho Pepe Alalu, concejal de la Municipalidad de Jerusalén del partido pacifista Meretz. De hecho, los anuncios han enfurecido a los palestinos, que acusan a los israelíes de sabotear el diálogo antes de empezar.
La política seguida por Israel con los palestinos podría definirse como "una de cal y otra de arena", si bien la liberación de presos no ha estado tampoco exenta de críticas en la ANP por no incluir reclusos de Jerusalén Este o residentes en Israel o por el procedimiento unilateral seguido para su excarcelación.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, descartó ayer en Bogotá que los anuncios de nuevas colonias sean un "contratiempo" y precisó que eran "algo esperado hasta cierto punto".
Las conversaciones han levantado también ampollas en Gaza, donde el gobierno del movimiento islamista Hamás advirtió de que Abás no está autorizado para negociar con Israel.
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