miércoles, 18 de junio de 2014

El petróleo mexicano toma un respiro ante el conflicto en Irak



El petróleo mexicano toma un respiro ante el conflicto en Irak



2014-06-18




SONIA CORONA, El País

El aumento de los precios del petróleo en el mundo por la incertidumbre en torno al conflicto bélico en Irak ha dado un respiro a la industria petrolera de México. El barril de crudo de la mezcla mexicana de exportación ha alcanzado este martes los 101,23 dólares, una subida de casi tres dólares en el último mes. Una buena noticia para la petrolera estatal, Petróleos Mexicanos (Pemex), que en los últimos meses ha sufrido importantes pérdidas por la baja producción y la caída de las exportaciones.

El alza del precio de la mezcla mexicana abre una oportunidad para el país de obtener mayores compensaciones por el petróleo pero de manera temporal, reconoce el economista del Colegio de México, Gerardo Esquivel. “Es un efecto positivo desde el punto de vista recaudatorio y en los ingresos del Estado, el aumento del precio del petróleo puede ser transitorio y está respondiendo a una circunstancia muy específica en una parte del mundo, pero tampoco puede verse de manera estructural como un sustituto de las pérdidas”, señala.

El aumento en el precio del barril mexicano si bien alivia momentáneamente a las finanzas públicas de México, no compensa de forma significativa la incapacidad de la petrolera para producir más, explica Esquivel. Desde 2004, la producción de petróleo en México ha mantenido un declive del 10% --actualmente tiene una producción de 2,5 millones de barriles diarios-- del que no ha podido recuperarse. Parte del mal que le impide a Pemex caminar hacia el crecimiento, menciona el economista del Colmex, es la carga fiscal de la petrolera donde un 79% de las ganancias van a las arcas del Estado.

Para Dante San Pedro, abogado energético y exfuncionario de la Secretaría de Energía, es precisamente el Estado mexicano quien se beneficia del alza del barril de petróleo por el conflicto en Irak. “La renta petrolera la extrae el régimen fiscal, entonces esta utilidad a quien beneficia es al país, no a Pemex”, señala. A pesar de que la petrolera estatal ha insistido que una de las razones de sus pérdidas es la caída del precio del barril, San Pedro explica que aunque la compañía puede obtener cierta utilidad de esta alza no podrá sacar más provecho por su limitada producción de barriles de petróleo.

Pemex no tiene capacidad para aumentar su producción, insisten Esquivel y San Pedro, al menos no hasta que la reforma energética --aprobada en diciembre de 2013 y cuyas leyes secundarias se discuten ahora en el Congreso mexicano- esté en marcha en México. El Gobierno mexicano ha estimado que la producción pueda llegar a los 3,3 millones de barriles diarios en 2018. Pero la petrolera estatal y el Estado deberán lograrlo por separado, augura San Pedro: “No queda claro que Pemex vaya a aumentar su producción con la reforma energética, me queda claro que la reforma lo que pretende es que haya otros jugadores que hagan que México produzca más crudo, no necesariamente Pemex”.

La tensión en Irak ha crecido en los últimos días y los insurgentes apuntan hacia objetivos energéticos como estrategia. El país es el segundo productor de petróleo del mundo con 3,3 millones de barriles diarios. El lunes, los rebeldes tomaron el control del oleoducto de Kirkuk-Ceyhan, al norte del país, que tiene la capacidad de transportar unos 310.000 barriles al día, y este martes la mayor refinería de petróleo en Baiji ha sido cerrada aunque el Ejército iraquí tiene aún el control de las instalaciones, informa Reuters.

El conflicto en Irak, coinciden los especialistas, no tendrá un más que un efecto momentáneo en los precios del crudo. “Lo ideal es que suba el precio del barril por demanda y no por conflictos, porque los conflictos pueden tener vicisitudes que no están dentro del control de las elecciones del mercado”, comenta Miriam Grunstein, abogada energética e investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Grunstein descarta que México pueda aprovechar el momento en Oriente Próximo para ampliar y diversificar sus exportaciones, que hasta ahora están enfocadas principalmente hacia Estados Unidos.

Al cierre de 2013, el precio del barril mexicano se mantuvo en 98,61 dólares y durante los primeros meses de 2014 mantuvo un promedio de 94 dólares por barril, según datos de la petrolera mexicana. Las pérdidas de Pemex durante el primer trimestre de este año fueron de 2.744 millones de dólares, siete veces más que las del mismo periodo del 2013, acompañadas de un panorama oscuro en el que el precio de la mezcla mexicana se redujo un 12,1%, la producción de crudo no superó los 2,5 millones de barriles diarios, y el valor de las exportaciones ha sido menor a 3.000 millones de dólares.

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