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La puesta en marcha repentina de las operaciones militares de Rusia en
Siria el mes pasado captó los Estados Unidos y los actores regionales
por sorpresa.
Se inició con un anuncio que define el objetivo principal de la misión
como una confrontación con el Estado Islámico (ISIS) en cooperación con
el gobierno sirio del presidente Bashar Assad. La estrategia consiste en tres componentes. En primer lugar, Rusia está ampliando sus instalaciones militares en Siria. En segundo lugar, Rusia mantiene su compromiso con la supervivencia del régimen de Assad y su lucha contra el ISIS en Siria. En tercer lugar, Rusia anunció un intercambio de inteligencia acuerdo de corredor y el vuelo con Irán e Irak.
Hasta ahora, los gobiernos y los comentaristas occidentales se han
centrado en el primer y segundo componentes de la nueva estrategia de
Rusia.
La tercera parte, sin embargo, es igualmente importante para el curso
de los acontecimientos geopolíticos en la región y merece un análisis
más detallado.
El equilibrio de poder se inclina
Este acuerdo tiene dos objetivos importantes. Mejora la capacidad de los tres gobiernos en su lucha contra ISIS. También crea una valiosa ruta de vuelo entre Rusia y Siria.
Dado que algunos países europeos, como Bulgaria, han cerrado su espacio
a los vuelos militares rusas, el acceso a Siria a través de Irán e Irak
es crucial para la estrategia de Oriente Medio de Moscú. Rusia ya ha utilizado el espacio aéreo de Irán e Irak no sólo para los vuelos a Siria, pero también para disparar misiles de crucero desde el mar Caspio en varios objetivos sirios. Si bien hasta ahora el objetivo de esta cooperación de Rusia con Irán e Irak es relativamente modesto, puede tener importantes consecuencias para las relaciones de Estados Unidos con ambos países. También será importante para Turquía y el relativo equilibrio de poder en la guerra de poder en curso entre Irán y los países sunitas lideradas por Arabia. El impacto de esta estrategia rusa en Irak será principalmente en la política interna y el equilibrio relativo de poder entre facciones rivales en Bagdad. Para Irán, por otro lado, la cooperación con Rusia afectará principalmente el entorno de la política exterior y la dinámica de sus actuales tensiones con Estados Unidos y Arabia Saudita. Echemos un vistazo a algunas de estas implicaciones con más detalle.
Irak: una batalla de benefactores
La decisión de Irak para participar en este acuerdo fue apoyado por sólo algunas facciones en escena política fragmentada de Irak. Los desacuerdos acerca de unirse a este acuerdo representaban el último episodio de la lucha entre el primer ministro de Irak chiíta, Haider Abadi, que busca una mayor coordinación con los Estados Unidos, y sus rivales chiíes, que desconfían del papel de Estados Unidos y prefieren confiar en Irán ( apoyo chiíta). Estas facciones creen que los EE.UU. podría haber hecho más para combatir ISIS y militantes sunitas. También abogan por estrechar los lazos con Irán y ahora Rusia. Durante el último par de meses, Abadi buscó fortalecer su posición mediante la adopción de una agenda reformista y el aumento de la coordinación con los militares de Estados Unidos en la batalla de Anbar. Él se estaba acercando a la adopción de una versión del plan de Estados Unidos para establecer los Guardias Nacionales Provinciales como una fuerza autónoma sunita. Milicias apoyadas por Irán en las Fuerzas movilización popular (PMF) rechazaron esta iniciativa e incluso emitieron una declaración común oponerse a una mayor participación de Estados Unidos en el esfuerzo militar contra ISIS. En este contexto, el acuerdo parece haber desafiado el curso que Abadi ha tomado recientemente, lo que plantea serias dudas sobre el grado en que el primer ministro controla las principales decisiones militares. Un informe publicado el 30 de septiembre por el diario libanés Al-Akhbar, que es conocido por estar cerca de Hezbollah respaldado por Irán, confirmó la creciente tensión entre Abadi y sus rivales. Según el informe, Abadi estaba tratando de minimizar el alcance de la cooperación en este acuerdo y reducirlo al intercambio de inteligencia. También insistió en tener plena autoridad en la designación de los representantes de Irak en el comité común que se estableció en Bagdad y contó con representantes militares de los cuatro países (Rusia, Siria, Irak e Irán). Este informe también afirma que la comisión estará encabezada por el cónsul militar de Irán en Bagdad. A su vez, los grupos de poder dentro de la PMF, tales como la Organización Badr y otras milicias chiítas apoyados por Irán, exigido para tener derecho a elegir a sus propios representantes. La propia Rusia ha buscado por mucho tiempo para restaurar su relación estratégica y militar con Irak. En los últimos años, Rusia ha ofrecido una gran variedad de equipos militares a Irak que los EE.UU. han negado a vender (como helicópteros militares en 2013 y los aviones de combate Su25s). Si Rusia demuestra ser eficaz en la mejora de la seguridad de Irak contra ISIS y militantes sunitas, sus vínculos militares y económicos con Irak se fortalecerán a expensas de las facciones pro-occidentales de la élite política iraquí. Por otra parte, si el conflicto se intensifica y Rusia exige más apoyo logístico y fuerza terrestre de Irak, la capacidad del gobierno para dar cabida a los dos estadounidenses y rusos implicaciones militares y mantener una estrategia coordinada anti-ISIS sería muy debilitado. El gobierno dominado por los chiíes podría utilizar la participación de Rusia, que viene sin obligaciones a su política interna, para hacer frente a las presiones de Estados Unidos a adoptar una política más inclusiva hacia los suníes. Pero si Irak aumenta su dependencia del apoyo ruso, pro-estadounidense posición de Abadi puede debilitarse y así podría su capacidad de sobrevivir políticamente. Por lo tanto, si esta coordinación no produce resultados rápidos, bien podría causar divisiones más internos. Todas las sonrisas, pero a favor de los Estados Unidos la posición de Abadi pueden debilitarse por la cooperación de Irak con Putin.Reuters
Irán: la creciente influencia sobre Rusia y la región
Existen diferencias entre los conservadores de línea dura y la facción más pragmática que lidera el presidente Hassan Rouhani sobre el alcance de la cooperación entre Irán y Rusia. Sin embargo, no parece haber habido poca oposición al acuerdo para compartir inteligencia y permitir el acceso de Rusia aviones militares al espacio aéreo iraní. A través de una serie de visitas de militares de alto rango en los últimos meses, Irán alentó a Rusia a tomar un papel más activo en apoyo del régimen sirio. También jugó un papel decisivo en la obtención de la cooperación de Irak. Si la participación de Rusia en Siria se intensifica, lo que parece ser el caso, tendrá que ampliar su cooperación militar con Irán. Esto le dará a Irán más influencia en sus relaciones económicas y militares con Rusia. Ya hay indicios de que las operaciones aéreas rusas contra los opositores al régimen de Assad se complementarán por las tropas de tierra adicionales que Irán y sus aliados regionales proporcionarán. En estas circunstancias, Rusia será más probable que acepte la solicitud de larga data de Irán para el sistema de defensa aérea S-300 y otros sistemas avanzados. El acceso a la rusa (y quizás chinos) armas avanzadas reduce el riesgo de enfrentar una sorpresa ataque militar por sus adversarios regionales (Israel y Arabia Saudita) de Irán. Además, si los EE.UU. concluye que Irán ha violado el acuerdo nuclear reciente, le resultará más difícil a buscar el apoyo de Rusia para una nueva ronda de sanciones internacionales, siempre y cuando Rusia se basa en Irán por el éxito de sus operaciones en Siria. Por la misma razón, Rusia es probable que aumentar las defensas de Irán en contra de cualquier intento por parte de los EE.UU. para llevar a cabo la operación militar contra los activos nucleares de Irán si el acuerdo fracasa. Necesidad de Rusia para Irán ayude en su esfuerzo por salvar Assad puede dar este último más influencia si el acuerdo nuclear reciente va hacia el sur.Reuters La cooperación de Irán con Rusia reforzará también su posición en la guerra de poder en curso con Arabia Saudita y sus aliados. No sólo va a ser más difícil para Arabia Saudita y Turquía para eliminar el régimen de Assad, pero van a ser más reacios a escalar el nivel de las actuales tensiones con Irán. Anteriormente, si la guerra de poder con Arabia Saudita fueron con derivar en una confrontación militar directa, los saudíes habrían tenido la sartén por el mango militarmente por confiar en el apoyo de los Estados Unidos contra un Irán aislado. Es por esta razón por la que Irán ha cuidadosamente evitado una escalada con Arabia Saudita y se abstuvo de hacer frente a sus operaciones militares en Bahrein y Yemen. Vínculos militares más estrechos con Rusia y el acceso al hardware militar ruso avanzados podrían, sin embargo, alterar el equilibrio de poder y hacer que Irán más dispuestos a desafiar las operaciones saudíes contra sus aliados. Finalmente, Irán también podría ser capaz de conseguir el apoyo de Rusia para varias otras demandas. Durante más de una década, por ejemplo, Irán ha tratado de unirse a la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) como miembro pleno, pero Rusia y China han aceptado sólo como nación observadora. Rusia ahora es más probable que apoyen la candidatura de Irán para ser miembro pleno. Si Irán es admitido como miembro de pleno derecho, entonces será capaz de confiar más en el apoyo estratégico de Rusia y China en futuras tensiones con los EE.UU. y sus aliados europeos.
La línea de fondo
Durante el tiempo que las operaciones militares de Rusia en Siria continúan, tendrá que contar con la cooperación de Irán e Irak. Como resultado de ello, tendrá que ser más sensibles a las demandas de estos países para el apoyo diplomático y militar. Este apoyo de Rusia, a su vez, fortalecer la posición regional de Irán y sus aliados en Irak, y es probable que se debilite el primer ministro Abadi y reducir su influencia en las decisiones políticas nacionales y extranjeros.
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