Publicado 1 noviembre, 2016 por Leonardo Del Grosso
Este viernes los ministros de Exteriores ruso, Serguei Lavrov; el sirio, Walid Muallim y el iraní, Mohammad Yavad Zarif, celebraron una cumbre en Moscú para discutir la crisis siria y los recientes acontecimientos vinculados a la misma.
No cabe duda de que la escalada llevada a cabo por los enemigos de Siria y el fracaso de los sucesivos ceses el fuego causado por los incumplimientos de EEUU en relación a sus compromisos suscritos con Rusia hacen necesario elevar la coordinación entre Rusia, Irán y Siria para hacer frente a los planes norteamericanos de división y aislamiento de Siria. De este modo, este encuentro fue diferente de otros que precedieron y estos actores se muestran ahora determinados a seguir claras vías políticas y militares para poner fin a la crisis.
Rusia ha continuado advirtiendo al mundo occidental de los peligros que entraña su política hipócrita de apoyar a los grupos terroristas dividiéndolos entre “moderados” y “radicales”. Estos terroristas consideran la guerra de Siria como un punto de inicio para extender sus acciones a Europa, América y Asia, pero por razones que tienen que ver con su seguidismo a EEUU y la obediencia a los lobbies sionistas algunos gobiernos, como el de François Hollande en Francia, prefieren sacrificar a cientos de sus ciudadanos antes que desviarse de su línea antisiria.
En este sentido, Rusia ha establecido una cúpula protectora sobre Siria con el despliegue en el territorio de este último país de los sistemas S-300 y S-400 y el despliegue en las costas del país árabe de una poderosa flota, que incluye al portaaviones Almirante Kuznetsov y el crucero lanzamisiles Piotr Velikii (Pedro el Grande). Los recientes ensayos de misiles nucleares rusos no son tampoco ajenos a la crisis siria y constituyen un poderoso recordatorio a EEUU de que sus peligrosas políticas podrían crear una grave crisis que pondría en cuestión su propia supervivencia.
El último envío de helicópteros rusos a Siria deja ver claro también que Rusia está dispuesta a resolver la crisis por medios militares si hiciera falta.
Irán está dispuesto asimismo a incrementar la ayuda militar a Siria. Las recientes maniobras de aviones de combate iraníes son una muestra de la disposición de este país a participar más activamente en la defensa de Siria.
Además, la célula de Bagdad, en la que participan Siria, Rusia, Iraq e Irán, continúa funcionando a pleno rendimiento y reuniendo datos de inteligencia que sirven al diseño de operaciones militares. La coordinación entre Moscú, Damasco y Teherán es la mejor garantía de que los planes de EEUU para dividir y aislar a Siria y rebajar la influencia de Rusia e Irán en Oriente Medio acabarán en fracaso. Hay que considerar aquí también las señales que indican la mayor predisposición de China a participar más activamente en los desarrollos que tienen lugar en la región.
De este modo, la cooperación tripartita resulta fundamental para la derrota del terrorismo en Oriente Medio y el fracaso de los planes de sus patrocinadores, a la cabeza de los cuales está Arabia Saudí, pero también dos “respetables” gobiernos occidentales, como el norteamericano y el británico, que nunca han dudado en utilizar el terrorismo cuando buscan debilitar a los gobiernos de países independientes que no siguen sus dictados. La comunidad internacional debe ser consecuente y apoyar los esfuerzos de Siria, Rusia e Irán para erradicar finalmente esta plaga que azota el mundo. No puede haber ninguna solución política en Siria y en la región sin una clara y rotunda victoria sobre los grupos terroristas, incluyendo los falsos “moderados” que los países occidentales han intentado vender como una fuerza opositora.
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