El Senado de Estados Unidos convirtió en ley las nuevas sanciones contra Rusia, Irán y Corea del Norte y la creación de un límite concreto al poder del presidente Donald Trump de levantarlas unilateralmente más adelante. Por 98 votos contra dos, los senadores aprobaron las sanciones antes del inicio del receso legislativo de verano, lo que ahora deja la sensible medida en manos de Trump, quien debe promulgarla o vetarla. La aprobación tiene lugar un día después de que la Cámara de Representantes diera media sanción al proyecto. La Comisión Europea reconoció esta semana su preocupación ante la posibilidad de que Estados Unidos ampliara sanciones contra Rusia y que esas medidas afecten al sector energético europeo.
Horas antes de la votación, uno de los voceros de la Casa Blanca aseguró que aún existe una posibilidad de que Trump vete la ley, aunque no aclaró si es una decisión tomada, en una conferencia de prensa difundida por la cadena de noticias CNN. En el Senado, sin embargo, la posibilidad de un enfrentamiento con el presidente no fue esbozada, al menos públicamente, y el proyecto de sanciones avanzó sin más problemas, primero en comisión y después en el pleno. La ley avanzó igual de rápido en la Cámara baja en los últimos días, pese a las críticas de la Unión Europea y China, quienes advirtieron a Washington que la medida afectará sus intereses comerciales. La ley establece sanciones para cualquier compañía, incluyendo las de otros países, “que contribuyan al desarrollo, mantenimiento, modernización o reparación” de las infraestructuras rusas para la exportación de hidrocarburos.