sábado, 10 de noviembre de 2018

"Peña Nieto y su gabinete demostraron ser una cleptocracia rupestre y cínica"


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"Peña Nieto y su gabinete demostraron ser una cleptocracia rupestre y cínica"

 

 

Mónica Maristain

Daniel es antes que nada periodista y como tal ha recibido el Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo en la categoría de caricatura, con Rogelio Naranjo como jurado. Su primer libro fue Haiga sido como haiga sido. El sexenio de Calderón (2012) y ahora nos toca estos seis años que se han hecho doce. Parecía que nunca a iba a terminar y aquí están las 100 caricaturas, no menos, 250, para conmemorar esta época inolvidable.

Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- “Es difícil imaginar algo más perverso, grotesco y ridículo que el mundo de la política mexicana”. Ese es el slogan de Grijalbo para vender Ya supérenlo, de Daniel Camacho, un libro impresionante y que a riesgo de ver, uno mira mira boquiabierto, para decir: ¡qué inspiración!
Claro que el monero de Reforma, nacido en Guadalajara hace 47 años, ha tenido a un personaje central que todos los días parecía decirle: –Tú trabajarás. A ti no te faltará el trabajo. Como si fuera uno de esos santos a quienes pedir chamba y bienestar, Enrique Peña Nieto todos los días inspiraba a Camacho, ese muchacho que empezó a hacer caricaturas como mecanismo de defensa frente a sus compañeros de escuela.
Daniel es antes que nada periodista y como tal ha recibido el Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo en la categoría de caricatura, con Rogelio Naranjo como jurado. Su primer libro fue Haiga sido como haiga sido. El sexenio de Calderón (2012) y ahora nos toca estos seis años que se han hecho doce. Parecía que nunca a iba a terminar y aquí están las 100 caricaturas, no menos, 250, para conmemorar esta época inolvidable.
Tiene textos de Alexandra Zapata Hojel, Enrique Provencio, Gastón García Marinozzi, Guadalupe Loaeza, Guillermo Fadanelli, Jorge Javier Romero, José Woldenberg, Luis Muñoz Oliveira, René Delgado y Roberto Zamarripa.

–¿Alguna vez pensaste que ibas a poder decirle adiós a Enrique Peña Nieto y decir hola a una nueva circunstancia?
–Sí. Conforme fue empezando a cometer tantos errores, no sólo él sino su gabinete, con un descaro y un cinismo que demostraron ser una cleptocracia rupestre. Les encuentran una casa blanca y sale la señora a decir que había salido de su trabajo. Al poco tiempo, hace ese show de que me investiguen el secretario de hacienda y descubren a los pocos días que el secretario de hacienda, Luis Videgaray, tenía una casa con el mismo modus operandi. No entendieron que habían gobernado durante 71 años y los mandaron al carajo por corruptos. Están haciendo todo lo posible para que Andrés Manuel López Obrador ganara de calle, ganara caminando. Peña Nieto cumplió su palabra. Dijo que iba a mover a México y el 1 de julio lo movió.
–Además fue el gobierno de la muerte
–Es una tragedia lo que está viviendo nuestro país. Cuando terminó el sexenio de Felipe Calderón yo decía de broma que se me había acabado la tinta roja, el tema es que ahora se hizo una tinta guinda, ensuciada por las fosas. Hay una impunidad total, de complicidades, de almas desalmadas, de personas que se dedican al crimen con bajos instintos…es tremendo lo que sufren las madres de los desaparecidos en este país.
–Hoy leía un titular que decía que cada una hora muere un joven en México…
–Es una tristeza como país en lo que nos hemos convertido a nivel inseguridad. Las personas del crimen organizado no tienen respeto por la vida de nadie. El título de este libro ¡Ya supérenlo!, es para recordarle a Enrique Peña Nieto, después de toda una barbaridad de frases que nos iba soltando, la insensibilidad total se dio en esa frase que le dijo a los padres de los desaparecidos en Ayotzinapa. ¡Ya supérenlo!, es un emblema en esta administración. ¿Eso le puedes decir a un familiar que ha perdido a su hijo!

Un libro para reír frente a todo lo que nos hace llorar. Foto: Grijalbo
–No hay cuestionamientos, además
–No se cuestiona, no duda, creen que están haciendo lo correcto. Es un tema de no poder ponerse en el lugar de las víctimas. Las víctimas no son la cantidad incontable de desaparecidos, sino los hermanos, las madres, los padres, los amigos…
–¿Estamos gobernados por una banda de psicópatas?
–No soy psicólogo ni sociólogo, pero me duele en el alma abrir el periódico y ver que hay muertos en cualquier rincón del país. El dolor de perder a alguien es terrible.
–Son espectaculares los dibujos
–Gracias. La caricatura es una idea a quién voy a criticar. El mono de la portada estaba con mi amigo Alejandro Páez y uno de los comentarios fue: –Tiene todavía dos años y ya se le fue el sexenio, ¿qué sigue? Ya está escondido atrás del sillón presidencial. Esa fue la idea.
–¿Crees que él ha mirado el libro?
–Me gustaría que lo viera para ver si el mexicano tiene o no sentido del humor. Este personaje no tiene sentido del humor para reírse de sí mismo. Vive en una burbuja de genuflexos, a quienes él dice que “me están criticando por la corrupción” y ellos contestan: -No señor, esos son unos cuantos.

No hay atajo. Foto: Cortesía
–Andrés Manuel no vive adentro de una burbuja, eso lo diferencia de otros políticos
–Es cierto. Andrés Manuel ha recorrido muchas veces todo México. No tengo filias ni fobias. Mi corazón late a la izquierda. Mi voto es secreto, pero es evidente. Voy a criticar a los hombres del presidente electo cuando cometan errores. Si Enrique Peña Nieto hubiera sido un buen Presidente no lo hubiera dibujado tanto, pero lo dibujé mucho. Él era una inspiración todos los días. Le debo agradecer porque por sus errores yo pude trabajar como caricaturista.

Si Enrique Peña Nieto hubiera sido un buen Presidente no lo hubiera dibujado tanto, pero lo dibujé mucho, dice Daniel Camacho. Foto: SinEmbargo
–¿Hay un odio hacia él?
–No. No tengo fobias. La vida es compleja como para estar viviendo con odios. Yo hago crítica con mi trabajo. En este libro documento lo que fue el sexenio que padecimos, para hacer reír al lector.
–Bueno, pero tú trabajas en Reforma, formas parte de “la prensa fifí”
–Es uno de los errores de Andrés Manuel. No puedes decirle a un lector, etiquetarlo, como gobernante. En su momento, todos los que lo critiquemos podemos ser “fifí” y no está bien. Con la libertad de expresión, no te metas.
–¿Qué piensas de la caricatura en México?
–Soy un monero que reconoce que en nuestro país hay un muy buen nivel de caricatura. En Jalisco, Guadalajara, levantas una piedra y aparece un monero. Jis, Trino, Falcón, El Chavo, son excelentes caricaturistas. Yo de muy chico iba al puesto de periódicos a leer mi diario y ahí descubrí a Naranjo, a Helio Flores. Respeto mucho a caricaturistas de La Jornada, de Reforma, el trabajo de hoy es un oficio complejo, en un país donde pocos lectores siguen comprando el periódico impreso. Los portales digitales ojalá fueran muy leído en las redes sociales, pero no es así, leen titulares, leen fake news, memes, nos hemos convertido en memelandia. Yo los aplaudo, pero al mismo tiempo es banalizar todo.

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