miércoles, 26 de junio de 2013

¿Puede la Ciudad de México ser una Smart City?

¿Puede la Ciudad de México ser una Smart City?

¿En qué parte del camino se encuentra nuestro país en la construcción de ciudades inteligentes? Te presentamos un panorama
Publicado por Redacción el Miércoles 26-06-2013 // Dinero en Imagen

¿Puede la Ciudad de México ser una Smart City?

Publicado por Redacción el Miércoles 26-06-2013
CIUDAD DE MÉXICO.- Según el Estado de las Ciudades de América Latina y el Caribe 2012 publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2012, la región es fundamentalmente urbana, siendo alrededor del 80% de su población quienes habitan en grandes ciudades, como la Ciudad de México.
Hablar de ciudades inteligentes en un contexto latinoamericano puede ser muy distinto al dibujado por naciones europeas o altamente desarrolladas. La capacidad de conexión, por ejemplo, puede no ser tan prioritario como el crecimiento urbano ordenado y el uso eficiente de recursos energéticos y naturales, la sustentabilidad de las actividades humanas y el manejo eficiente de los recursos además de un acceso total a servicios públicos de calidad.
Una ciudad es un ecosistema complejo que se conecta en función a quienes la habitan y para hacer su funcionamiento parte de un futuro inmediato, sin embargo, existen iniciativas que buscan hacer las ciudades más eficientes. En el caso de la Ciudad de México, el Laboratorio para la Ciudad, iniciativa del Gobierno del Distrito Federal (GDF) creado desde Febrero de 2013 y operando desde hace algunas semanas pretende ser un área de innovación cívica y creatividad urbana en el Distrito Federal.
Gabriella Gómez-Mont y Clorinda Romo, responsables de esta iniciativa aseguraron en entrevista con Dinero en Imagen que con su proyecto Ciudad Digital, buscan hacer cada vez más estrecha la brecha digital para los habitantes del D.F. “no es tanto el acceso que se tenga a internet, sino más bien las herramientas de las que se dispone” señaló Gómez-Mont, quien detalló que están en búsqueda y apoyo de tecnologías y nuevas herramientas para la ciudad.
Asimismo, Romo detalló que están trabajando con cinco secretarías de la ciudad para insertar el programa de Código para la Ciudad para generar nuevas plataformas a disposición de la ciudad de México. “El poder trabajar en conjunto con el gobierno (ciudadanía y gobierno) abre las posibilidades para que no sólo exista un diálogo, sino la creación de proyectos y su implementación para vivir mejor la ciudad” señaló.
El primer proyecto en el que trabajan desde Laboratorio para la Ciudad es Código para la Ciudad,  un proyecto que busca a seis programadores ciudadanos interesados en mejorar las plataformas disponibles en el GDF.
Vivienda Verde, aún falta camino por recorrer
Del total de emisiones de CO2 en México, el sector residencial es responsable por 7% de ellas. Este fenómeno aunado a la creciente demanda de vivienda en zonas como el Distrito Federal representa un reto para el gobierno y desarrolladoras para ofrecer casas sustentables.
Hasta enero de 2012 se habían construido 600,000 viviendas sustentables bajo el concepto de hipoteca verde. De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social esto representó un 48% de ahorro en el consumo de electricidad y gas para los usuarios, así como 1.5 toneladas de dióxido de carbono que se dejaron de emitir a la atmósfera.
No obstante, un estudio del Centro Mario Molina destaca la existencia de una sustentabilidad media-baja en la vivienda de interés social en el país, un dato extraído a través de un análisis aplicado en 35 conjuntos habitacionales de vivienda de interés social en las zonas metropolitanas de Tijuana, Monterrey, Valle de México y Cancún.
En el Valle de México existe un  Índice de Sustentabilidad de la Vivienda y su Entorno (ISV) de 42 puntos, “el cual es severamente impactado por la falta de infraestructura para tratar el agua, representando 15% de sus impactos ambientales totales”, precisa el documento.
Sin embargo, instituciones como el Infonavit han logrado avances importantes en la materia pues con la puesta en marcha del programa ‘Hipoteca Verde’ en 2011, todos los créditos otorgados incluyen un monto adicional para que el derechohabiente pueda comprar ecotecnologías, es decir, accesorios ahorradores de agua, luz y gas, como llaves, focos y calentadores solares.
El monto que se otorga se determina de acuerdo con el sueldo del trabajador:

Pero la edificación de viviendas con estas características toman cada vez mayor relevancia, por ello diversas normas pretenden impulsar su desarrollo, tales como las Normas Oficiales Mexicanas para la Eficiencia Energética; Normas Ambientales del Gobierno del DF; el Código de Edificación de Vivienda de la Comisión  Nacional de Vivienda y la NOM Eólica y Fotovoltaica de la Semarnat.
Movilidad y transporte
La movilidad en una Smart City es fundamental para el desarrollo de la misma si tomamos en cuenta que el uso del auto tiende a continuar como el medio principal de transportación.
Son ya muchas armadoras las que han puesto sus esfuerzos en desarrollar autos inteligentes, provistos de tecnologías que son capaces de estacionarse de forma autónoma o incluso, interactúen con otros vehículos.
Un ejemplo de ello es un experimento, a cargo del Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan, probó una tecnología que permite que los vehículos y la infraestructura vial se comuniquen para reducir los choques y mejorar el tránsito, siendo de las marcas participantes Ford, General Motors, Honda, Hyundai-Kia, entre otras.
Pero, ¿y quienes no tienen auto?, la gran parte de la población debe movilizarse en medios de transporte eficientes, sustentables y que sean multimodales.
En Smart Cities la tendencia del transporte público es el BRT (Bus Rapid Transit), conocido en la Ciudad de México como el Metrobús. El sistema BRT se convertido en ejemplo, sobre todo de sustentabilidad, ya que son capaces de emitir hasta 110 mil toneladas menos de emisiones de CO2 al año a la atmósfera.

Intentan mejorar la movilidad
Existen algunas iniciativas y startups en la ciudad de México que buscan mejorar la situación de movilidad en la metrópoli, ya sea por medio de transporte público, evitando el tráfico o promoviendo el uso de transporte alternativo.
Carrot, por ejemplo, brinda la opción de compartir un auto basado en la renta del mismo en ocasiones que el usuario lo necesite y como complemento del transporte público, reduciendo las emisiones y mejorando la movilidad al ser utilizado de modo alterno. En la misma tesitura, Aventones es un proyecto en línea que coordina personas a nivel empresarial para que compartan el auto, buscando mejorar la convivencia, fomentar la responsabilidad y ahorrar en insumos y emisiones.
Por su parte, existen diversas aplicaciones que buscan mejorar la movilidad partiendo del vehículo preferido del usuario. UrbanDF brinda servicios sobre el tráfico, transporte público e incidentes viales, así como servicios de alerta sísmica y noticias de la ciudad. Uno de sus fundadores, Hugo Stevens aseguró para Dinero en Imagen que tener información relevante es lo que construye una ciudad inteligente. “A pesar de que UrbanDF requiere un desarrollo tecnológico para atender a cientos de miles de usuarios, al final la diferencia la hace la gente que lee, platica y participa a través de la aplicación pero también a través de otros medios” señaló.
Mientras tanto, aplicaciones como Wikicleta, que se basa en un sistema de crowdsourcing para la creación de rutas amigables para los ciclistas, o MapmyRide buscan que el transporte no motorizado sea más eficiente y atractivo para quienes se mueven por la ciudad.
Y es que según datos del Observatorio de Movilidad Urbana en septiembre de 2011, 79% de los viajes en el país se realizan en transporte público, bicicleta o a pie, pero el 85% del transporte público utiliza motores que funcionan con combustibles fósiles altamente contaminantes.
En su libro Las ciudades invisibles, Italo Calvino señala que es cada vez más difícil vivir a una ciudad como tal “¿Qué es hoy la ciudad para nosotros? Creo haber escrito algo como un último poema de amor a las ciudades”. Sin embargo, el recurso tecnológico, la evolución de la consciencia ciudadana y el creciente deseo de bienestar sustentable son la prueba inequívoca de que, para una Ciudad como la de México, basta imaginar y poner a echar a andar una idea para que los cambios vayan desarrollándose poco a poco.

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