El gobierno ruso no descartó que durante el bombardeo que su ejército haya matado el 28 de mayo pasado en la ciudad de Al Raqa, bastión del Estado Islámico (EI) en Siria, al líder de esa organización, Abu Bakr Al-Bagdadi. Tanto el Kremlin como la coalición militar encabezada por Estados Unidos en Siria confirmaron que en ese ataque murieron más de 300 personas pero aclararon que aún no pudieron establecerse las identidades.
La caída del líder de la organización jihadista había sido anunciada en las primeras horas de hoy, aunque el rumor comenzó a circular hace 19 días, cuando la fuerza aérea rusa concretó un ataque con cazabombarderos Sukhoi Su-34 y Su-35 sobre en un edificio donde, según la información de inteligencia previa, se concretaría una reunión de responsables del EI en la que participaba Al Bagdadi.
El resultado fue la muerte inmediata de varios "altos dirigentes" de esa organización, una "treintena de jefes de guerra y hasta 300 combatientes", según se especificó. Pero "por el momento no hay una confirmación al cien por cien de la muerte de Al Bagdadi", señaló esta mañana el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, desde Moscú.
Un portavoz de la coalición antiyihadista dirigida por Estados Unidos, Ryan Dillon, también dijo que no podía confirmar "por el momento" la muerte del líder del EI. Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos -que desde el Reino Unido informa sobre lo que casa día sucede en Siria y que apoya al ejército rebelde que combate al presidente Bashar Al Assad- fue más allá y afirmó que “no tiene registrado ningún ataque de los rusos en esa fecha en las áreas mencionadas".
También desde las Fuerzas de Élite Sirias, una milicia árabe entrenada por Estados Unidos, se aseguró que "no existen indicios" sobre la supuesta muerte del autodenominado califa del Estado Islámico. El portavoz de esas fuerzas, Mohamed Jaled Shaker, declaró a EFE que se está desarrollando una ofensiva para "liberar" la ciudad de Al Raqa, considerada la capital del califato autoproclamado por el EI en Siria e Irak el 29 de junio de 2014.
No es la primera vez que se da por muerto a Al Bagdadi. La "última prueba de vida" de él se difundió en noviembre pasado cuando el EI publicó un presunto mensaje de audio con su voz para arengar a los seguidores de la organización, aunque su autenticidad no pudo ser comprobada. Se dijo que había huido de Mosul, otro feudo del EI en Irak, sin precisar su destino.
El autoproclamado califa del EI en Siria e Irak mantiene en jaque los estados de esa región del Oriente y a la perpleja comunidad internacional. Nacido en la ciudad iraquí de Samarra, en 1971, Ibrahim Awad Ibrahim Ali al Badri al Samarrai -su verdadero nombre- tiene estudios universitarios y ejerció como imán durante años, antes de unirse a la resistencia armada contra la ocupación estadounidense de Irak en 2003.