lunes, 9 de mayo de 2016

La UE, Rusia y China deben trabajar juntos para luchar contra la hegemonía occidental

La UE, Rusia y China deben trabajar juntos para luchar contra la hegemonía occidental

AHMED RAJEEVpor Ahmed RajeevIntroducción
Que quede claro, el bloque ruso quiere una victoria rápida en Siria cuando Occidente y sus socios regionales, como Arabia-Turquía, quieren prolongar la guerra con el fin de poner en práctica su plan de alcance mundial y regional de política de triple contención.
La política de triple contención
Muchos expertos occidentales admitiquen que los EE.UU. ya tienen una política de doble contención para contener a China y Rusia militar, cultural y económicamente. Curiosamente, su política de contención doble se está desarrollando como una política de triple contención desintegrando un poderoso bloque regional, la Unión Europea.
Es bastante asumible que las elites políticas occidentales sabían muy bien desde el principio que la política de contención de Rusia y China también tenía un enorme potencial de contener a la UE. En otras palabras, una unión Europea desintegrada también puede suponer cierto valor y la amenaza económica para Rusia y China.
La Unión Soviética se desintegró antes de la formación de la UE, y después de la formación de la UE, la Rusia post-soviética se ha hecho más fuerte en la práctica del capitalismo. Si la UE hubiera existido antes de la caída de la Unión Soviética, ésta nunca se hubiera desintegrado. Es cierto que la UE aparece comoun escudo y un campo de oportunidades para la seguridad y la economía de la Rusia post-soviética, aunque Estados Unidos tiene una influencia significativa en la UE.
Por otro lado, Rusia, China y Europa tienen su propio interés geopolítico, así como conflictos de intereses en Asia y Europa. Ha habido varias tensiones acerca de la influencia en Europa del Este entre la UE y Rusia, aunque la mayor parte de las tensiones son generadas por los Estados Unidos. China quiere construir la ruta de la seda para conectar Europa y Asia, lo que crea la suficiente presión para la política occidental en relación con el Oriente Medio. Aunque Rusia y China aparezcan como un bloque alternativo, hubo una guerra fronteriza de siete meses entre los dos países en 1969. Los Estados Unidos, como superpotencia mundial excepcionalista, puede jugar fácilmente con las tres partes a través de los sistemas monetarios y militares globales ultraimperialistas, donde la diplomacia de los Estados Unidos, con su enorme sistema de medios de comunicación, legitima la totalidad de sus acciones.
Tres fases del colonialismo
Los lectores deben recordar que fue la civilización europea la que inyectó una serie de sangrientas y duraderas divisiones en Oriente Medio por las ambiciones imperialistas de saquear una civilización menos avanzada. Como una civilización avanzada, los europeos utilizaron todos sus actualizados instrumentos para explotar la diplomacia, la economía y la opresión militar en el Medio Oriente. Durante la IGM, con el llamado acuerdo Sykes Picot, Oriente Medio cayó en la trampa sin fondo de la civilización occidental. Desde entonces, el Oriente Medio colonial estableció el escenario para el Oriente Medio neo-colonial. Después de la II Guerra Mundial, una gran parte de Oriente Medio (por ejemplo, Arabia, Qatar y Turquía) comenzó a emerger como una zona ultra-colonial dirigida por Estados Unidos. Y una pequeña parte (por ejemplo, Siria, Libia e Irak) mantuvo una relación neocolonial con la Unión Soviética. Después de la caída soviética a principios de los noventa, la zona ultra-colonial de Oriente Medio corrió para recuperar la influencia política regional con la ayuda militar masiva de los EE.UU.. Como resultado, los EE.UU. invadieron Irak y dieron un claro mensaje a la región de que ellos eran la única superpotencia global operativa. La caída soviética hizo a Occidente más agresivo en la aplicación de su política en Oriente Medio. Sin embargo, después de la guerra contra Irak en 2003, cuando su programa irakí fue muy silenciosamente pirateado por dos potencias regionales, el Irán chiita y la sunita Arabia Saudí, Occidente se sentió frustrado y comenzó su política de la Primavera árabe para destruir su programa anterior mediante la creación del suficiente caos en Irak y Siria.
Los conflictos entre las potencias mundiales
Por otra parte, Rusia considera que tiene una participación importante en Oriente Medio, ya que la Unión Soviética tenía algunos estados neocoloniales en el Oriente Medio. Impulsado por la crisis de Ucrania en su fronteras, Rusia comenzó su acción militar en Siria para redefinir su imagen como una superpotencia mundial y para ganarse el respeto de Occidente. Occidente teme esta imagen de superpotencia de Rusia. Esa imagen de Rusia tiene la eficiencia histórica suficiente como para detener los avances geopolíticos occidentales sin consolidar. Para evitar dicha imagen Occidente se precipitó en la guerra en el Medio Oriente en los años 90 y en este nuevo milenio, pero no pudo completar su trabajo debido a la última crisis estructural global que tuvo lugar desde 2008. Hay argumentos según los cuales el crecimiento económico chino es uno de los principales elementos que crearon tal profunda recesión global. Curiosamente, cuando la superpotencia excepcionalista había fallado continuamente en resolver la crisis estructural, se creó un vacío de confianza a la hora de tratar un tema tan catastrófico. La falta de confianza para resolver la crisis estructural también provocó voces alternativas como las de Rusia y China, que proponen la solución de un nuevo orden mundial multipolar reteniendo a Occidente y su poder de influencia. Para contrarrestar la política de contención triple, China ha estado manteniendo una presión y un control sustancial sobre el bloque occidental y, por otro lado, Rusia empieza a mostrar su nueva tecnología militar en la guerra contra las fuerzas de los apoderados de Occidente que respaldan a los terroristas en Siria. Rusia también prevé un par de bloques internacionales y regionales para contrarrestar el enfoque occidental. La Unión Eurasiática es uno de ellos, centrado en Moscú. El programa de la Unión Euroasiática también ha tratado de conectar con la ruta de la seda china, o proyecto One Belt One Road [“Un cinturón, una ruta”]. Es bien conocido por todas las partes que el proyecto OBOR chino, o la Unión Euroasiática rusa, podrían ser ambos desactivados si las guerras del Medio Oriente entran poco a poco en Europa.
La próxima etapa
Occidente no quiere a China sentada al margen del tablero de ajedrez de Oriente Medio. Quiere que China participe en este conflicto. Si gana el bloque ruso en la guerra de Siria, eso cambiará por completo el juego de Oriente Medio. La victoria cortará la sustancial influencia de actores regionales tales como Arabia Saudí y Turquía, y, finalmente, esos países se desintegrarían por las divisiones sectarias. Por lo tanto, en última instancia, el conflicto de intereses chino-ruso en el Oriente Medio puede bloquear suficientemente la influencia de Rusia en el Medio Oriente. Si los presentes actores regionales fracasan en atrapar a Rusia en el atolladero de una guerra prolongada en el tiempo, que podría suponer una catástrofe económica y de seguridad para Rusia, Occidente intentará forzar a China a iniciar la reclamación de sus intereses en Oriente Medio. Para hacer frente a tal situación posible de amigos que se convierten en enemigos, Rusia y China deberían darle vida a sus actividades diplomáticas para un buen entendimiento mutuo y de futuros compromisos en relación con los intereses en Oriente Medio.
El papel de la crisis de los refugiados en la política de triple contención
Es un hecho histórico que la guerra crea refugiados. El mundo lo sabe bien. Durante la IIGM muchos europeos huyeron de su casa a los países vecinos e incluso a los continentes vecinos, a pesar de que tenían muy mal sistema de comunicaciones. Pero esos sistemas de comunicación comparativamente pobres no pudieron detener a los europeos a la hora de huir de su hogar hacia continentes lejanos.
Sin embargo, en nuestros días, el Occidente dirigido por los Estados Unidos, aprovechó la oportunidad para diseñar el reverso de esa cuestión de los refugiados, de modo tal que la gente de un caótico Oriente Medio pudiera huir a Europa introduciendo una carga suficiente en el tejido social europeo. Con tales flujos, Europa caerá en pedazos. Para superar la actual crisis estructural global y para contener a Europa, China y Rusia, los EE.UU. optaron por el desmantelamiento de Europa, ya que es mucho más vulnerable a una desintegración que Rusia o China.
Hay otro hecho interesante, y es que la crisis de los refugiados es una crisis para Europa, pero no es realmente una crisis para Turquía. La crisis de los refugiados Europea llegó a Turquía como una bendición de los EE.UU. para manejar y regular las necesidades turcas. Ahora, la UE es completamente dependiente de Turquía en cuanto a su seguridad con respecto a la afluencia de refugiados.
Conclusión
El caos en constante desarrollo de Oriente Medio allana los caminos de la hegemonía occidental en retirada para controlar de forma remota los acontecimientos detrás de la cortina. Occidente se encuentra en una posición de avance a un nivel macro, ya que tiene un sistema geopolítico  más fuerte que los otros. Pero en el nivel micro están perdiendo terreno rápidamente en la atmósfera geopolítica del mundo. También es hora de que la Unión Europea reconozca a sus verdaderos amigos y enemigos. Un amigo nunca te empujará hacia una crisis existencial. Por otro lado, Europa debería considerar a Rusia como un buen vecino. Es una exigencia de los tiempos para los europeos, los rusos y los chinos resolver la actual crisis, que se lleva a cabo a lo largo del cinturón de la guerra. Será más prudente si estas partes pueden disolver los recelos de unos contra otros y luchar contra un enemigo común para ofrecer la paz a su propio pueblo. De lo contrario, el cinturón de la guerra se ampliará día tras día para destruir varias civilizaciones orgánicas.
Fuente: Katehon.

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