Fidel Castro llega a los 90 años, pese a 637 conspiraciones en su contra
El líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, nació el 13 de agosto de 1926.
Foto: Xinhua
Cerca de 170 de estos planes han sido desarticulados directamente por los órganos de seguridad del Estado cubano, con las pruebas que confirman el intento de magnicidio.
Dentro de ellas, cargas explosivas utilizando C3 y C4, sustancias químicas y venenosas en una veintena de oportunidades, así como armamento de todo tipo.
Dentro de este armamento ha habido morteros, ametralladoras, lanza cohetes, bazucas, fusiles con miras telescópicas, granadas, revólveres, pistolas y cuchillos.
La mayoría de estas maniobras, que iniciaron a finales de la década de 1940, cuando Fidel comenzó a destacar como dirigente estudiantil con firmes posturas en contra de los regímenes dictatoriales de la época, han estado dirigidas y financiadas por el gobierno de Estados Unidos.
Concretamente, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, siglas en inglés) de ese país, reconoció en 1975 que habían organizado directamente ocho complots para asesinar a Fidel desde 1960.
De acuerdo con documentos desclasificados de la CIA, algunos de estos complots quedaron en la etapa de planificación.
El analista del Centro de Investigaciones de la Seguridad del Estado cubano, Pedro Etcheverry, detalló en entrevista con Xinhua que uno de estos planes inclusive comprendía la participación de figuras de la mafia estadounidense.
“Esto bastaría para acusarlos de terroristas y magnicidas, porque nunca a la Revolución se le ha ocurrido atentar contra la vida de alguien porque es contrario a nuestros principios”, dijo.
El investigador subrayó que no fueron ocho, “fueron cientos los planes que fracasaron y por eso tenemos vivo a nuestro Comandante en Jefe a punto de cumplir 90 años”.
Etcheverry mencionó en este sentido que junto a la labor sistemática de los órganos de seguridad, jugó un papel decisivo la temprana denuncia realizada en múltiples ocasiones por el pueblo de la isla, que siempre ha estado “vigilante y dispuesto” a defender la integridad física de sus máximos líderes.
Otros factores también favorecieron al fracaso de esos planes, como es el caso de la cobardía demostrada por algunos ejecutores, quienes admirados e intimidados a veces ante el paradigma que representa el dirigente político caribeño, y otras temiendo por sus propias vidas, desistieron de seguir con los atentados.
“Podemos decir igualmente que en ocasiones ha escapado de milagro y gracias a la suerte o quién sabe a qué más, porque se trata de un hombre que ha demostrado tener la razón en lo que dice, que su lucha es justa a favor de la causa de los más humildes”, aseveró.
Pedro Etcheverry recordó dos ejemplos que revelan el peso del factor suerte en lo que se ha convertido ya en una leyenda de supervivencia.
Tal es el caso de los cuatro intentos de asesinato planificados durante la visita realizada por Fidel a Chile en 1971, todos fallidos por diversos motivos.
Uno de ellos porque un carro de la caravana que trasladaba al líder político cubano desconectó casualmente el sistema de detonación en una emboscada, o la posición donde se ubicaba el dirigente se desfasaba del ángulo elegido para dispararle.
“En 1963, uno de los camareros que servía a Fidel fue reclutado por la CIA con la instrucción de colocar veneno en un batido de chocolate, bebida que le gustaba mucho al Comandante”, recordó Etcheverry.
Prosiguió: “Salió mal cuando la pastilla se congeló en la nevera de los helados y al tratar de despegarla, la cápsula se abrió, derramándose el veneno”.
La apuesta siempre fue, a juicio del investigador, por la desaparición física del carismático líder, convertido sin proponérselo en uno de los blancos más perseguidos del orbe en toda la historia.
“Recurrieron al magnicidio tantas veces, porque no pudieron comprarlo o convencerlo de hacer algo distinto que trabajar para el pueblo”, dijo.
Agregó que “esa es una táctica recurrente del imperialismo, al ver cómo hombres con pensamientos contrarios a los intereses de Washington, se convierten en símbolos para toda la humanidad”.
Resaltó, además, la entrega incondicional de Fidel a la Revolución Cubana, a su pueblo que siempre lo respaldó y a los más necesitados del mundo.
Obras imperecederas que le garantizan un lugar en la historia y le han asegurado el respeto hasta de sus adversarios, porque dedicó toda su vida a luchar por la dignidad humana.
“Fidel ha tenido la sabiduría política para interpretar cada momento histórico y saber cuáles son las necesidades de los pueblos. Es una figura única que deja un legado incuestionable. Para mí es un luchador y un gladiador invencible”, concluyó Etcheverry. (Xinhua)
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