Este es un cataclismo político y cultural que pocos creían que realmente sucedería. Es un día triste para América y para el pluralismo y la diversidad que el país ha venido a representar Donald Trumps gana las elecciones en Estados Unidos - en vivo
La victoria del señor Trump fue total. Fue el trastorno más impresionante en la historia moderna de Estados Unidos; Ni siquiera un squeaker. Fotografía: Andrew Kelly / Reuters
E l impensable sólo es impensable hasta que sucede. Entonces, como el saqueo de Roma, puede parecer históricamente inevitable. Lo mismo sucede con el terremoto político global que es la elección de Donald Trump como el próximo presidente de los Estados Unidos .
Si él es fiel a sus promesas de campaña, que eran muchas e imprudentes,
la victoria del Sr. Trump anunciará la inversión más impresionante de
la ortodoxia política y económica de Estados Unidos desde el New Deal en
la década de 1930, pero con el efecto inverso. Detiene la difícil y progresiva narrativa sobre la América moderna y el mundo del siglo XXI en su camino.
Señala una ruptura sísmica en el orden económico y político liberal
mundial dominado por Estados Unidos que parecía dominar el siglo XXI
después de que el comunismo se derrumbó y la economía de China se
disparó.
En ese sentido, el triunfo de Trump tiene ecos del cada vez más
alarmante cambio general hacia la derecha en la política de otras
democracias occidentales postindustriales, a las que los progresistas
han producido de nuevo respuestas inadecuadas. El paralelo con el voto británico de Brexit es obvio y real. Así que, tal vez, es el impulso que el triunfo Trump puede entregar a los nacionalistas en muchas partes de Europa . El resultado será lamentado por los liberales a través de América y más allá. Pero se animará en Moscú y Damasco, que será envalentonado. Esta no es una buena semana para ser letón o ucraniano, y una desesperada para ser un opositor sirio.
Este resultado es también un desafío generacional a la política
progresista para encontrar el mensaje radical y creíble que los elude en
tantos países, no sólo en América. Pero esto es principalmente una catástrofe americana que América ha traído sobre sí misma. Cuando llegó a ella, América no logró encontrar una manera creíble de rally contra el Sr. Trump y lo que representa. Hillary Clinton no logró que la prueba crucial tanto en sí misma y en lo que ella ofrece; Para ella este es el final. El Sr. Trump no fue tomado en serio y no se esperaba que golpeara a Clinton durante la larga y amarga campaña. En cada etapa, su candidatura se consideró cierta que se estrellaría y quemaría. Las encuestas de opinión y el calculo de probabilidades jactanciosas rara vez se orientaban en su dirección; Ambos están desacreditados hoy.
Sólo después de la intervención del director del FBI, menos de dos
semanas antes de las elecciones, se imaginó ampliamente que las mesas
podrían convertirse en favor de Trump. Sin embargo, en vísperas de la encuesta, el señor Trump volvió a ser el forastero.
Sin embargo, el Sr. Trump ha ganado mucho en una elección en la que, si
las encuestas de salida estaban en lo cierto, la mayoría de las
personas se decidieron mucho antes del furor de James Comey. La victoria del señor Trump fue total. Fue el trastorno más impresionante en la historia moderna de Estados Unidos; Ni siquiera un squeaker. Ganó la mayoría de los estados en disputa
en la que la campaña de Clinton había invertido dinero - Ohio,
Pensilvania, Florida, Carolina del Norte y Wisconsin - en el camino a un
colegio electoral republicano decisiva total superior a 300. Esa
mayoría se centra en los llamados estados de sobrevuelo , Que los habitantes de los grandes bastiones demócratas en las costas a menudo sólo ven de 35.000 pies. Pero la marea roja empujó hacia el norte también, profundamente en el rustbelt, y consolidó en el sur.
Aunque el sistema de colegios electorales amplifica la victoria del Sr.
Trump, también podría ganar el voto popular, una hazaña que si se
lograra sería sólo la segunda vez que un republicano lo ha hecho desde
1988.
Mientras tanto, los candidatos republicanos al Congreso que habían
scrabbled para poner distancia entre ellos y su candidato después de los
debates de televisión feas se encontraban a caballo a la victoria en
los faldones del Sr. Trump. Republicanos a cabo la mayor parte de sus escaños en las elecciones al Senado
, y se saboreando la oportunidad de ampliar Su mayoría en 2018, cuando
los beneficiarios de la ola de reelección de Obama de 2012 se enfrentan a
los votantes. Más predecible, la Casa mantenido firmemente en manos de los republicanos también; altavoz Paul Ryan y sus lugartenientes tienen más que temer de sus propias bases del partido
y de un nuevo hombre quizá vengativa en la Casa Blanca que lo hacen a
partir de los demócratas destrozadas, para quien este resultado Es la
suma de todos los miedos. El Presidente Trump es la sorpresa que se escucha en todo el mundo.
Ahora que ha ganado, las explicaciones instantáneas ya han comenzado a
inundarse: que la movilización (o no) de tal o cual demografía fue
decisiva; Que él golpeó ligeramente el humor enojado del anti-establecimiento; Que habló por millones que se sentían abandonados por los prósperos y progresistas; Que el nativismo americano siempre fue mucho más fuerte de lo que los liberales querían pensar; Que él era un candidato de la celebridad para la edad obsesionada con la celebridad; Que él montaba el tigre de la política de la pos-verdad; Que volver a hacer grande a América era un mensaje cortante en una nación militarista e imperial; Que los hombres blancos (y muchas mujeres blancas) lo habían tenido con corrección política; Que la misoginia la sacudía; Que los principales medios de comunicación no lo llamaron; que es un veredicto sobre las Barack Obama años; Que la señora Clinton siempre fue el candidato equivocado; Que hubo trabajo sucio racista en el sistema electoral; Que fueron los rusos los que lo ganaron por él. Ninguna de estas explicaciones es irrelevante. Todos tienen algo que decir. Pero cuidado con las certezas instantáneas. Al igual que con Brexit
, en el período inmediatamente posterior a un enorme malestar, un
período de reunión de pruebas y la reflexión cuidadosa está en orden. Esto no es para disminuir la inmensa seriedad de lo que ocurrió el martes.
Tampoco se trata de subestimar las ansiedades sobre lo que se avecina
mientras Obama retrocede y el señor Trump asume el control. Cuatro temores específicos ahora se destacan.
El primero es el desencadenamiento de una agenda conservadora
desenfrenada en Washington, ahora que los republicanos controlan la Casa
Blanca y el Capitolio juntos por primera vez en 90 años. El señor Trump y los republicanos del Congreso tienen diferencias; Él está más preparado para usar el poder del gobierno que muchos de ellos. Pero tienen un camino claro ahora hacia la remodelación de la Corte Suprema y de bancos judiciales de nivel inferior docenas a su propia imagen. Es probable que el efecto sobre la raza, el género y las cuestiones de igualdad sexual sobreviva al mandato del Sr. Trump. Las guerras culturales volverán a abrirse. Los derechos al aborto están amenazados. El segundo es el impacto de este resultado en la raza en América más ampliamente.
Trump hizo campaña contra los inmigrantes y contra los musulmanes,
insultado americanos negros y latinos, lanzó anuncios que algunos vieron
como forma encubierta antisemita , y se animó a la victoria por todos los racistas blancos en la tierra. Sus votantes quieren que entregue. Cada acción que él toma en esta área amenaza dividir e inflamar.
Después de medio siglo de progreso racial desigual pero innegable en
América, las consecuencias de cada intento de retroceder el reloj
podrían ser desastrosas.
El tercer temor es si el Sr. Trump tiene algún plan económico que
entregue para algunas de las comunidades pobres que le dieron sus votos
tan sólidamente. Trump se relaciona con la ira que muchos votantes pobres y blancos sienten. Pero, ¿qué puede hacer al respecto? ¿Qué más congresionales republicanos se preocupan por él? Puede intentar poner todas las paredes proteccionistas que le gusten. Pero parece difícil ver cómo puede devolver vida a las viejas minas, molinos y fábricas. Muchos estadounidenses se sienten abandonados y decepcionados.
Pero el Sr. Trump está jugando con fuego si, al final, se hace evidente
que ha utilizado sus ansiedades para avanzar a sí mismo ya su propia
clase rica urbana una vez más. El miedo final, sin embargo, es para el mundo.
La victoria de Trump significa incertidumbre sobre la estrategia futura
de Estados Unidos en un mundo que ha dependido durante mucho tiempo de
Estados Unidos para la estabilidad. Pero la capacidad de Trump de desestabilizarse es casi ilimitada.
Sus políticas militares, diplomáticas, de seguridad, ambientales y
comerciales tienen la capacidad de cambiar el mundo para peor. Los estadounidenses han hecho una cosa muy peligrosa esta semana. Debido a lo que han hecho todos enfrentamos tiempos oscuros, inciertos y temerosos.
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